Crisis de vivienda

La Guardia Civil logra por primera vez alojamiento para los agentes destinados a Ibiza

El Consell de la isla y los ayuntamientos de Sant Josep y Sant Antoni proporcionan recursos para alojar a los 35 guardias que estarán dos años en Ibiza

Tres coches patrulla de la Guardia Civil en el cuartel de Can Sifre, en Ibiza.

Tres coches patrulla de la Guardia Civil en el cuartel de Can Sifre, en Ibiza. / VICENT MARÍ

Ángela Torres Riera

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La Guardia Civil de Ibiza ha logrado vivienda para todos los guardias de la última tanda de profesionales que ha llegado a la isla, donde estarán destinados, en principio, durante un periodo de dos años. El hecho de que todos los agentes vayan a contar con un lugar en el que residir, tras años de drama habitacional, es "gracias a la colaboración de las entidades locales", aseguran fuentes cercanas a la Guardia Civil.

El Consell y los ayuntamientos de Sant Josep y de Sant Antoni han proporcionado un lugar en el que vivir para los 35 nuevos guardias, que llegaron a Ibiza el pasado 17 de julio. En el caso de Sant Josep, se ha habilitado el albergue de sa Casilla, ubicado en la carretera de Sant Josep, con el fin de acoger a los agentes. El inmueble, propiedad del Ayuntamiento, cuenta con 14 camas en total de las que tan solo se han ocupado la mitad, según informan desde el Consistorio.

El Consell de Ibiza, por otra parte, ha habilitado "espacios en diferentes dependencias de la isla" (entre ellas varios pisos rehabilitados) en las que pernoctan, desde el pasado julio, un total de doce agentes, señala un portavoz de la institución.

En cuanto al Ayuntamiento de Sant Antoni, ha acogido a muchos de los guardias en el casal municipal Can Miquel d’en Pareta, en Sant Mateu, una vivienda unifamiliar de 361 metros cuadrados repartidos en dos plantas y que cuenta con ocho habitaciones dobles. En total, el inmueble tiene capacidad para 17 personas, sin embargo, desde el Consistorio no han proporcionado la cifra exacta de los agentes destinados que viven ahora mismo allí.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento firmaron, en mayo del año pasado, un acuerdo de cesión temporal del casal para que los efectivos hicieran uso del espacio habitacional de manera gratuita. El acuerdo tiene una duración de cuatro años, prorrogables de forma expresa por otros cuatro años adicionales. No obstante, cualquiera de las partes podrá dar por finalizada la cesión de uso en cualquier momento comunicándolo con dos meses de antelación, puntualizó el Consistorio en el momento de la cesión.

«Parece que nuestra insistencia por que no haya nadie durmiendo en un coche o en una furgoneta, al final, ha surtido efecto», valora el delegado de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) en las Pitiusas, Iván Fidalgo.

Guardias viviendo en coches

Los agentes, que llevan ya un mes ejerciendo su trabajo en Ibiza, acaban de terminar en su mayoría la academia y la isla será su primer destino laboral después de ese año de formación, apuntan fuentes del instituto armado. El éxito en la medida llega después de varios años en que la imposibilidad de acceder a una vivienda ha alcanzado a los cuerpos del Estado, quienes reclaman continuamente la subida del plus de insularidad para equipararlo con el que tienen sus compañeros en Canarias.

El sindicato Independiente de la Guardia Civil (IGC) denunció, el pasado enero, que una agente en práticas que trabaja en el aeropuerto de es Codolar estaba viviendo en una furgoneta y se duchaba en el gimnasio "ante la imposibilidad de encontrar vivienda".

No ha sido la única agente que se ha visto obligada a recurrir a esta opción tras ser destinada a la isla. El verano pasado, un guardia mostraba su cama de "apenas 80 centímetros" que había habilitado en el interior de su caravana, donde vivía con sus tres hijas. En el caso de este guardia, llevaba poco más de un mes destinado en Ibiza y con su salario mensual no podía permitirse, ni siquiera, una habitación en un piso compartido. Son solo algunos de los dramáticos episodios que se han registrado desde que empezó el drama de la vivienda.

Desde la AEGC agradecieron, el pasado julio, el apoyo de las administraciones insulares y también el de los altos mandos de la Guardia Civil. En el caso de estos últimos, consideraron que, en esta ocasión, "sí se han implicado para encontrar soluciones que el Ministerio del Interior debería haber adoptado para revertir la situación habitacional", continuó Fidalgo.

"A pesar de que a los destinados siempre se les intenta echar un cable esta es la primera vez que las reclamaciones de la plantilla se han hecho efectivas y que, como institución, se ha hecho algo al respecto", terminó.

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