El Gobierno pide al Supremo que "acoja" los "potentes argumentos jurídicos" a favor de aplicar la amnistía a Puigdemont

El Gobierno está convencido de que Carles Puigdemont se beneficiará de la ley de amnistía porque la ley es “muy clara”. Pero de momento, ha señalado este martes el ministro de Justicia, Félix Bolaños, en un mensaje dirigido a Junts, hay que “esperar”. El Ejecutivo, como avanzó EL PERIÓDICO el lunes, ha trasladado a los posconvergentes que de momento no puede hacer gran cosa para garantizar la aplicación de la medida de gracia al expresident de la Generalitat. Ahora, según la tesis de la Moncloa, solo cabe aguardar a que la Sala de Apelaciones del Supremo se posicione a favor de los recursos presentados por la Fiscalía y la Abogacía del Estado en contra de la decisión del alto tribunal, que el pasado mes de julio concluyó que Puigdemont queda fuera de ley que da carpetazo judicial al ‘procés’ porque el delito de malversación no es amnistiable. 

El Ejecutivo está radicalmente en contra de esta interpretación. “No hay por dónde cogerla”, señaló el día anterior el ministro de Transportes, Óscar Puente. Bolaños, a quien corresponden las relaciones del Gobierno con los jueces, no ha llegado tan lejos, pero sí ha dejado claro que no comparte la decisión del Supremo, pidiendo a la sala de apelaciones que dé la razón a los recursos. 

El Gobierno contesta a Junts que no puede hacer más por la amnistía de Puigdemont y pide "esperar" a los recursos frente al Supremo

“La posición del Gobierno sobre la decisión de no aplicar la amnistía es conocida. En su día mostramos nuestra discrepancia con los argumentos jurídicos y políticos. Esta discrepancia la comparten todas las partes personadas en el procedimiento, excepto el partido ultraderechista Vox. Todas la han recurrido. Tenemos que esperar a que la sala de apelaciones se pronuncie y acoja los argumentos jurídicos muy potentes para la aplicación de una ley que es tan clara como la ley de amnistía. Vamos a esperar. Somos un Estado de derecho”, ha dicho Bolaños en Níjar, acompañado precisamente de Puente, durante una visita a las obras de la línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia.

La detención

Pero las diferencias con el Supremo no significan en ningún caso que el Gobierno considere que no hay que detener a Puigdemont, después de que el expresidente apareciera en Barcelona, protagonizara un fugaz mitin y después volviera a esfumarse ante los Mossos d'Esquadra, que ahora se encuentran sumidos en el descrédito. Bolaños ha dejado claro que el arresto, que era “competencia” únicamente de la policía autonómica catalana, debería haberse practicado. “Aunque discrepemos de una resolución judicial, si se deriva una orden de detención hay que aplicarla”, ha concluido el titular de Justicia, para quien la reciente investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, poniendo fin a más de 10 años de gobiernos independentistas, es “quizá el acontecimiento [político] más importante de la década”.