Cambios en el partido

Junts convoca un congreso extraordinario para el 27 de octubre

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La custodia de Puigdemont al acto en el Arco del Triunfo

La custodia de Puigdemont al acto en el Arco del Triunfo / JORDI COTRINA

Júlia Regué

Júlia Regué

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Junts per Catalunya emprende un cambio de liderazgos y se replantea su hoja de ruta. El partido ha anunciado que el próximo 27 de octubre, día en que se proclamó la independencia fallida en 2017, celebrará un congreso extraordinario en el que someterá a debate su plan de oposición al nuevo Ejecutivo catalán.

La decisión llega después de que el expresident Carles Puigdemont reapareciera en Catalunya el día de la investidura de Salvador Illa como president y se marchara después a Waterloo, burlando los controles policiales que preveían detenerle en cumplimiento de la orden de búsqueda y captura que tiene vigente en España. Ya con el Govern de Illa en marcha, tras la posesión este lunes de sus 16 consellers, Junts se asienta en la oposición, cuya banda deberá compartir ahora con Esquerra, y se prepara para dar un vuelco a la estrategia de la formación.

Un partido que desde 2022 preside la exjefa del Parlament, Laura Borràs, y que comanda junto con el secretario general, Jordi Turull, tras la dimisión de Puigdemont. Un líder moral que ahora podría volver a tomar las riendas de las siglas. Borràs siempre ha defendido que, si Puigdemont se lo pide, no dudará en dar un paso al lado, una petición que varios cuadros del partido ya le han pedido en varias ocasiones, el último, el exalcalde Xavier Trias.

Todo esto después de que Puigdemont viera cómo, pese a dar el 'sorpasso' a Esquerra en las urnas, se quedaba a 7 diputados de Junts y sin una mayoría independentista que le permitiera recuperar el cargo en el Palau de la Generalitat. Planteó la campaña electoral catalana con la voluntad de regresar para ser restituido y el 9 de abril aseguró que, si no lo lograba, dejaría la política, unas declaraciones que después matizó y dijo que no sería jefe de la oposición, pero no que rompiera la política. Por ahora, mantiene su escaño en la Cámara catalana, aunque el jueves, en su reaparición, llegó a Barcelona, pero no accedió al hemiciclo para evitar su detención.