Radiografía de una huída

¿Cómo fue el dispositivo de los Mossos d'Esquadra para detener a Puigdemont y por qué falló?

602 agentes, tres drones y un helicóptero participaron en el operativo para tratar de arrestar al expresidente, garantizar la seguridad ciudadana en los alrededores del Parc de la Ciutadella y propiciar que la sesión de investidura se celebrase con normalidad

El conseller de Interior asegura que los Mossos no preveían el "comportamiento impropio" de Puigdemont

Desconcierto en las filas de Junts: así se vivió la reaparición y fuga de Puigdemont

El comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, este viernes en conferencia de prensa.

El comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, este viernes en conferencia de prensa. / MARC ASENSIO

J. G. Albalat
Carlota Camps
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602 efectivos de los Mossos d'Esquadra, tres drones y un helicóptero con tres objetivos: garantizar la seguridad ciudadana por las manifestaciones de signo opuesto convocadas en los aledaños del parque de la Ciutadella, propiciar que la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat en el Parlament se desarrollase con normalidad y cumplir la orden del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de proceder a la detención del expresident Carles Puigdemont, que abandonó Catalunya a finales de 2017.

Este último cometido no se llevó a cabo porque, como ha admitido este viernes el comisario jefe Eduard Sallent, no valoraron la posibilidad que el exmandatario catalán decidiera dar un discurso de menos de cinco minutos, salir del escenario instalado para ello en el Arc de Triomf, montarse en un vehículo y volver a huir sin que nadie le arrestara. "Desacierto" en la valoración de los escenarios que podían producirse fue la única autocrítica que este responsable de la policía de la Generalitat ha pronunciado a la hora de dar explicaciones sobre el fiasco del operativo organizado para arrestar al expresident.

Sallent ha reconocido que no detectaron la presencia de Puigdemont en Barcelona que, según ha asegurado el secretario genera de Junts, Jordi Turull, se encontraba en la capital catalana desde el pasado martes. "Si lo hubiéramos sabido, habríamos actuado", ha dicho jefe del cuerpo. Los Mossos habían diseñado un operativo policial, ha agregado, para arrestar a Puigdemont a las puertas del parque de la Ciutadella y antes de que llegar al Parlament. No valoraron otras posibilidades porque, ha reconocido, no preveían que un expresidente de la Generalitat actuaría de la manera que lo hizo, es decir, presentarse en Barcelona, arengar a sus seguidores y volver a huir. La acción que el mismo 'conseller' de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, ha calificado de "comportamiento impropio".

La fuga estaba perfectamente planificada y en ella participaron presuntamente los dos mossos que han sido detenidos por sus compañeros, aunque no se descarta la implicación de más agentes del cuerpo o de más personas, como la conductora del vehículo en el que huyó Puigdemont y en el que viajaba también Turull, que podría ser citado a declarar en la investigación que tiene abierta los Mossos y de la que deberán rendir cuentas a la autoridad judicial, tanto al Tribunal Supremo, como al juzgado de instrucción que se encargue de depurar responsabilidades penales. Uno de los policías arrestado fue el propietario del vehículo que sirvió para la huida y el segundo un colaborador del jefe de la oficina de Puigdemont. "No merecen vestir nuestro uniforme", ha aseverado Sallent.

Caminando por la calle

Según las imágenes captadas antes del acto de Puigdemont en el Arc de Triomf, el presidente caminó por con Turull hasta llegar a la calle de Trafalgar. Los Mossos tampoco lo detectaron. No preveían que pudiera llegar por esa vía ni a pie. Antes de personarse en el paseo de Lluís Companys sumó a varios dirigentes de Junts, entre ellos al presidente del Parlament, Josep Rull, la treintena de diputados que forma el grupo parlamentario, simpatizantes y unos posibles guardaespaldas. Abriéndose paso, el expresidente llegó a la parte trasera de la tarima y apareció en el atril para pronunciar su alocución. "Detrás había una zona vallada y en la que solo se permitía pasar a personas acreditadas", ha afirmado Sallent. "Había un grupo de personas y autoridades de este país que tenían la intención de dificultar la actuación de los Mossos", ha denunciado.

Al finalizar su intervención, Puigdemont, tras decirle su abogado Gonzalo Boye "vamos", bajó del escenario por la parte de atrás y se dirigió a una especie de carpa. Al cabo de unos segundos, el expresident se montó en un vehículo blanco junto con Turull (los dos iban con unas gorras azules distintivas) y emprendió la marcha. Agentes de paisano intentaron "aproximarse", pero, según Sallent, esa "masa de personas hicieron un muro para impedir" su actuación. "No era el espacio adecuado donde se debía llevar a cabo la detención", que se tenía que practicar teniendo en cuenta "la congruencia, la proporcionalidad y la oportunidad".

Los agentes procedieron a perseguir a pie el coche, pero a la altura de la calle de Ramón Trias Fargas, un cambio de color de un semáforo les impidió seguir con esta labor. El turismo donde iba Puigdemont y Turull se alejó, así, por la Ronda, donde se le perdió la pista. La operación 'Jaula' para atraparle tampoco dio sus frutos. "No descartamos que todavía esté en Barcelona", ha afirmado Sallent, no dando por buenas las palabras de dirigentes de Junts que lo sitúan fuera de España. "Se están haciendo controles esporádicos en puntos concretos", ha subrayado.

Previsión no acertada

El comisario jefe ha explicado que cuando se organizó el dispositivo estaban convencidos de que Puigdemont entraría por la puerta de la Ciutadella del paseo de Isabel II, cerca de la Estación de Francia, donde estaba todo dispuesto para trasladar al expresidente a la Ciutat de la Justicia y al Tribunal Supremo. Pronto se dieron cuenta de la posibilidad de que entrara por otro acceso, la del final del paseo de Lluís Companys, por donde discurrió la comitiva (ya sin Puigdemont) de diputados y expresidentes de la Generalitat, rodeada de centenares de personas, que se encaminaron al Parlament para asistir al acto de investidura de Salvador Illa. Incluso cuando Puigdemont se montó en el coche, Sallent llegó a pensar, ha confesado, que igual se dirigía a otra entrada del parque para acceder al recinto, pero no fue así y el vehículo se dirigió a la Ronda.

"Creíamos que su presencia en Barcelona tenía una intencionalidad política (su asistencia al Parlament para la investidura), pero en ningún caso pensamos que iba a hacer una intervención de cuatro minutos, sin hacer lo que dijo que iba a hacer, y huir", ha relatado Sallent. El comisario jefe ha detallado, sin embargo, que tampoco esperaban que se entregara y ha desmentido de forma rotunda que se hubiera intentado pactar con el entorno de Puigdemont su detención. Ante la pregunta de que como se les puede haber escapado al catalán más conocido, el mando policial respondió: "No sé si es el catalán más conocido en el mundo, pero no lo detectó nadie".

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