Tras la ronda de contactos en el Parlament

Rull proclama a Illa como candidato a la investidura y el pleno se celebrará el jueves

Junts amaga con suspender la sesión sin fecha si Puigdemont regresa y es detenido

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El presidente del Parlament, Josep Rull, con el líder del PSC, Salvador Illa, este martes

El presidente del Parlament, Josep Rull, con el líder del PSC, Salvador Illa, este martes / JORDI OTIX

Sara González

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Con corbata roja corporativa y tras ser recibido por el presidente del Parlament, Josep Rull, con rictus severo, el líder del PSC, Salvador Illa, es ya oficialmente candidato para el pleno de investidura que se celebrará a partir de este jueves a las 10 horas de la mañana, a la espera que los grupos parlamentarios ratifiquen la fecha en una reunión de la Diputación Permanente este miércoles. Con los 68 'síes' de ERC y de Comuns amarrados para convertirse en el próximo jefe del Govern, a Rull no le ha quedado otra que designarlo como presidenciable con un ojo puesto en el regreso de Carles Puigdemont, cuya detención podría motivar la suspensión de la sesión y, por lo tanto, el aplazamiento, de la investidura del dirigente socialista. La incógnita es hasta cuándo, teniendo en cuenta que la fecha límite para evitar la repetición de las elecciones es el 26 de agosto.

Por el despacho del presidente del Parlament han desfilado de nuevo todos los grupos parlamentarios, encuentros en los que tanto los republicanos, por boca de Josep Maria Jové y Marta Vilalta, como los Comuns, encabezados por Jéssica Albiach, han ratificado presencialmente ante Rull que han suscrito un acuerdo con Illa y que, por lo tanto, están dispuestos a votar a favor de que sea el nuevo jefe del Govern. Su esquema, y con los socialistas tienen mayoría para ello en la Diputación Permanente, es que el pleno se celebre en una sola jornada, mientras que fuentes parlamentarias explican que Junts era inicialmente partidario de que se agendara en dos días: jueves y viernes.

Para asegurarse que se actúa con celeridad y que no se dilata más el proceso, los tres grupos del pacto de investidura han registrado que este órgano se reúna con "carácter urgente e inmediato". Finalmente, ha sido el propio Rull quien ha asumido la propuesta de convocar el pleno para el 8 de agosto y que ese mismo día se vote la proclamación de Illa.

La suspensión del pleno

En paralelo, dentro y fuera de los despachos, Junts ya defiende abiertamente una interrupción de la investidura si Puigdemont es privado de libertad, una acción que suscriben ERC y los Comuns, entendiendo que el también diputado de Junts debería poder volver sin ser arrestado por la aplicación de la amnistía. Eso sí, mientras que los posconvergentes no aclaran hasta cuándo debería alargarse en el calendario, tanto el PSC como Esquerra y los morados consideran que no puede ser 'sine die', sino que, si se da esta circunstancia, debe acordarse una nueva fecha.

Con el reglamento en la mano hay que diferenciar entre un pleno aplazado y uno suspendido. Si no llega a empezar porque la detención de Puigdemont se ha producido antes y Rull considera que el Parlament debe detenerse, estaremos ante el primer supuesto. En cambio, si arranca y se interrumpe a medio celebrar, se daría el segundo escenario. La normativa de la institución solo hace referencia a que las suspensiones pueden ser de máximo 30 minutos.

Pero tanto en un escenario como en el otro, aunque Rull pueda suspender la sesión, los grupos tienen mecanismos para forzar que se reagende. Dos grupos parlamentarios -y, en este caso, hay tres interesados- podrían forzar una convocatoria de la Diputación Permanente para, haciendo uso de su mayoría, defender qué día se retoma la sesión. La previsión de PSC, ERC y los Comuns es que se agendaría para la semana que viene. Esto es así hasta el 15 de agosto. Hasta ese día, es la Diputación Permanente quien vela por los poderes de la Cámara. A partir de esa fecha, fuera ya del periodo entre sesiones, volvería a ser la Junta de Portavoces la que tendría esta potestad. Sin embargo, los grupos promotores de la investidura no prevén superar ese límite temporal.

Nueva etapa en la oposición

Por más que se postergue el calendario en el Parlament, Junts empieza a digerir que, con o sin Puigdemont encarcelado, su destino pasa por una nueva etapa en la oposición. "Ejerceremos el liderazgo como primera fuerza de la oposición y como primera fuerza estrictamente de obediencia catalana", ha asegurado el presidente del grupo en la Cámara catalana, Albert Batet, que ha prometido trabajar para "revertir el proceso de desnacionalización" que, a su juicio, pretende impulsar el PSC con un Govern que por primera vez estará formado en solitario "por una fuerza política de clara dependencia española".

Illa, por su parte, como el resto de dirigentes del PSC, continúa guardando un silencio que no ha roto ni tan solo tras reunirse con Rull y que pretende mantener hasta el discurso de investidura. Su apuesta es que las incertidumbres vayan cayendo por su propio peso, con las consecuencias del regreso de Puigdemont como último trámite para entrar por la puerta del Palau de la Generalitat, del que este martes ya se ha despedido Pere Aragonès.