INVESTIDURA EN CATALUÑA

Illa intenta tranquilizar al resto de barones con la “garantía” de que el PSC gestionará la nueva financiación

El líder de los socialistas catalanes contacta con los secretarios generales del PSOE y les pide un voto de confianza para “pasar de pantalla” en Cataluña

El líder del PSC, Salvador Illa, durante el último pleno del Parlament.

El líder del PSC, Salvador Illa, durante el último pleno del Parlament. / ZOWY VOETEN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

 El mutismo de Ferraz sobre el preacuerdo entre el PSC y ERC, del que sigue sin informar a los territorios, contrasta con el papel más proactivo que está jugando el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa. Durante las últimas horas, el primer secretario del PSC ha descolgado el teléfono para hablar con varios barones socialistas, desde el madrileño Juan Lobato al andaluz Juan Espadas, para transmitir tranquilidad sobre el alcance de lo acordado en materia de financiación singular para Cataluña e intentar disipar los temores que varios de ellos han manifestado respecto a la ruptura de la solidaridad interterritorial.

Illa ha pedido a los barones un voto de confianza para “pasar de pantalla” en Cataluña con el liderazgo de un nuevo ejecutivo socialista. Ni Pedro Sánchez, al destacar del acuerdo su carácter federal y la salvaguarda de la solidaridad interterritorial, ni el propio Illa han conseguido un cierre de filas en el partido. Este mismo jueves, la federación extremeña, que lidera Miguel Ángel Gallardo, ha reclamado que se aborde este debate en un órgano en el que tengan voz y voto los barones. Por el momento, el preacuerdo solo ha sido ratificado por la ejecutiva, donde la mayoría de secretarios generales no tienen asiento. La petición de Gallardo es que se convoque el Consejo de Política Federal, una potestad que radica únicamente en Pedro Sánchez, aunque lo preside el andaluz Juan Espadas.

Lo que sí ha logrado Illa por el momento es suavizar las críticas en algunos territorios. Tras su llamada, algunos líderes socialistas subrayan que “lo más importante es que cualquier acuerdo será gestionado por Illa y no por un presidente independentista”. Una “garantía”, según concluyen las mismas fuentes, aun avisando que su apoyo descansará “en la medida que se asegure la solidaridad interterritorial y la igualdad en la prestación de los servicios públicos a los ciudadanos vivan donde vivan”.

Otro secretario general pone el foco en que no es lo mismo un gobierno independentista centrado en leyes de desconexión con el Estado que uno que “hable de financiación con Illa de president”. No estará exento de dificultades, según explican, pero prioriza la oportunidad de un gobierno socialista porque “cambia mucho”. De ahí que insista en que “ahora lo que toca es respetar el proceso” hasta la hipotética investidura, en caso de los militantes de ERC ratifiquen su apoyo.

En la federación asturiana comparten los argumentos que les trasladan desde el PSC para apostar por una investidura que entierre el 'procés' y abrir una nueva etapa política. Con todo, se mantienen firmes al señalar como línea roja cualquier cambio en la financiación que “suponga la ruptura del principio de solidaridad o limite la multilateralidad”, como avisaba este jueves el consejero socialista de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez.

Contestación transversal

En lo que coinciden algunos de los barones a los que ha telefoneado el líder del PSC es en no agitar en exceso el debate hasta que voten las bases de ERC. “El acuerdo por parte socialista debe explicarlo Illa y por eso estamos respetando los tiempos”, indican desde un territorio para justificar que estén midiendo sus declaraciones en público. Más allá de lo orgánico, una de las principales bazas de Illa es que mantiene una buena relación personal con varios de los secretarios generales del PSOE. “Siempre ha sido un referente”, señala un barón socialista.

Si quienes dan un voto de confianza al preacuerdo con ERC en materia de financiación lo hacen principalmente por la “garantía” de que lo gestionará Illa, otros señalan también la importancia de tener a un Ejecutivo socialista. Esto es, para asegurar a través de un nuevo modelo de financiación que “las aspiraciones de Cataluña de agotar las previsiones de su Estatuto sean compatibles con las nuestras y con nuestras singularidades”, apuntan desde la cúpula de otra federación socialista.

El rechazo a la posibilidad de materializar un “concierto económico” para Cataluña no se ha limitado a los siempre críticos con cualquier acuerdo con los independentistas. Esto es, lo barones de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, respectivamente. Tanto desde Ferraz como desde Moncloa tratan de minimizar las voces contrarias a ambos dirigentes, pero la contestación es más transversal, para extenderse a la federación en Asturias, Castilla y León o Extremadura.