Salón de Sant Jordi

Aragonès celebra la recuperación de la "dignidad" de la Generalitat tras la retirada de las pinturas de Primo de Rivera

Retiradas del Palau de la Generalitat las pinturas de la dictadura de Primo de Rivera

La retirada de los murales del salón Sant Jordi de la Generalitat descubre pinturas renacentistas

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, durante la presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat,.

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, durante la presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat,. / EUROPA PRESS

Gisela Boada

Gisela Boada

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Este miércoles se ha restituido el Salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat tras 16 meses de obras en los que se han retirado las pinturas de la época de la dictadura de Primo de Rivera. Se trata de uno de los espacios más solemnes del Palau que acoge, entre otros, los actos de toma de posesión de los consellers, y que hasta ahora contaba con telas de carácter histórico colocadas durante la dictadura, entre ellas escenas como el Compromiso de Caspe, la batalla de Lepanto o la llegada de Colón a Barcelona ante los Reyes Católicos.

El resultado de la reforma ha sido la recuperación del estado original del salón antes de 1927, caracterizado por el aspecto renacentista ideado por el arquitecto Pere Blai a finales del siglo XVI que se encontraba debajo de los frescos. La reivindicación de la restitución de este espacio para devolverle su esencia y desdibujar la época de la dictadura ha sido una de las demandas que han recogido diferentes presidents de la Generalitat, pero que se ha acelerado estos últimos seis años y se ha materializado bajo el mandato de Pere Aragonès, actual president en funciones.

"La dignificación de este espacio es un acto de memoria y compromiso, también republicano", ha declarado Aragonès en el acto de restitución que él mismo ha presidido y al que han acudido personalidades de la política catalana como la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà; la consellera de Cultura, Natàlia Garriga; el expresident, Jordi Pujol; o el president del Parlament, Josep Rull.

lLos expresidents Jordi Pujol y Quim Torra en el acto de presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, tras la retirada de pinturas de la dictadura de Primo de Rivera.

Los expresidents Jordi Pujol y Quim Torra en el acto de presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, tras la retirada de pinturas de la dictadura de Primo de Rivera. / EUROPA PRESS

Casi 100 años de reivindicación

El president que puso la primera piedra fue el republicano Josep Tarradellas, en 1932, cuando era conseller de Governació. Su petición no pudo llevarse a cabo por el inicio de la Guerra Civil y durante décadas quedó paralizado. Fue en 2019, bajo la presidencia de Quim Torra, cuando se impulsó de nuevo esta demanda y se creó la Comisión por el Estudio de la Decoración Pictórica del Salón que estudió, analizó y planificó las obras para su recuperación, después de que la veintena de expertos que conformaban la comisión aprobaran por unanimidad que correspondía retirar las pinturas porque tenían una finalidad "ideológica y no artística".

Aragonès recogió este proyecto a su llegada al Palau y lo ha culminado este miércoles, devolviendo al Salón "la justicia y majestuosidad" que a sus ojos, había perdido en su día. "Hoy recupera a luz y se desprende de la oscuridad impuesta por la dictadura", ha afirmado el president, en referencia a la metáfora de la claridad que ha ganado el espacio, al recuperar algunas de las ventanas que habían quedado escondidas durante la obra de la época del dictador.

Acto de presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat

Acto de presentación del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat / EUROPA PRESS

Símbolo de democracia

Bajo las órdenes de Rivera la institución perdió su "símbolo y voluntad de ser", ha añadido el president, crítico con el simbolismo que expresaba su presencia en la Generalitat. "No podía estar protagonizado por lo que representó la dictadura, algo que el catalanismo popular siempre ha combatido con progreso, prosperidad, democracia, humanismo y libertad", ha reivindicado Aragonès.

La reforma, presupuestada en 2,3 millones de euros, ha comportado que se haya descolgado 850 metros cuadrados revestidos por medio centenar de telas de diferentes pintores -bajo la dirección de Rivera- y ha dado paso a que se haya desvelado algunas pinturas originales en los arcos de los techos, un hecho que ya preveía la comisión de expertos creada por Torra, órgano que analizó como podían integrarse en el nuevo aspecto del Salón.

"Ahora estamos dentro de un espacio nuevo que proporciona coherencia, en contraste con el aspecto acaparador que dificultaba la lectura de renacimiento de la obra de Rivera", ha concluido Mireia Mestre , directora del Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya, en su intervención en el acto de estreno del espacio.