Ernest Maragall se da de baja de ERC por la polémica de los carteles que se burlaban de su hermano

Ernest Maragall es desde este lunes exmilitante de ERC. El exconseller de la Generalitat y exlíder de los republicanos en Barcelona ha formalizado su baja de afiliado para expresar su malestar por cómo su partido ha gestionado la polémica de los carteles que se burlaban de la enfermedad de su hermano, el expresident Pasqual Maragall. Unos carteles cuya autoría salió de dentro de ERC y que han sacudido a la organización con dimisiones, investigaciones internas y acusaciones cruzadas. Es el segundo partido que Maragall abandona. En 2012 ya rompió el carné del PSC, entonces porque discrepaba de la estrategia política de los socialistas respecto al 'procés'.

Maragall ha comunicado su decisión desde la misma sede del partido republicano en la calle Calàbria de Barcelona. Era la primera vez que se pronunciaba en público sobre los hechos y, en su discurso, ha argumentado que no podía quedarse impasible ante el "espectáculo vergonzoso" que ha dado su formación con todo este asunto. "No podía permanecer callado", ha expuesto.

El exlíder republicano, que en las elecciones municipales de 2019 acarició la Alcaldía, hace responsable de los carteles a un técnico del partido -el exdirector de Comunicación cuando se produjeron los hechos, Tolo Moya- porque considera que por "acción, omisión o descontrol" permitió que se llevara a cabo la iniciativa. Sin embargo, también ha expresado su decepción con la "dirección política" de ERC por cómo encaró el asunto. El exconseller acepta la versión de que la dirección nunca estuvo enterada de los carteles antes de que se colgaran, pero ha concluido que esta circunstancia "no la exime de su responsabilidad". Así, ha lamentado que no habido ni "la máxima ejemplaridad" ni la "máxima rapidez" por parte de los dirigentes de su ya expartido.

Maragall ha explicado que la iniciativa de los carteles le causó "vergüenza, horror, decepción y distancia" y ha advertido de que considera aún hay aspectos significativos "pendientes de aclarar". Aunque no los ha citado uno por uno, ha recordado que el partido aún no ha hecho pública la investigación interna que ha llevado a cabo. ERC sí anunció que abría cuatro expedientes contra cuatro militantes, pero no ha presentado las pruebas sobre las que se sustenta la decisión. Sea como sea, Maragall se va y la decisión es irrevocable. Su marcha, además, profundiza una poco más la crisis que vive Esquerra.

Apoyo a Rovira

No todo han sido reproches al partido en su despedida. Maragall también ha explicado que, aunque vuelva a ser un ciudadano de a pie sin afiliación política, sigue "identificado con el proceso explícito de renovación" que está llevando a cabo ERC. Es decir, que en el debate interno que tiene abierto el partido, está adscrito a las tesis partidarias de que es necesaria una renovación en sus liderazgos. Son las tesis que defiende la actual secretaria general, Marta Rovira, y que la enfrentan al exlíder del partido Oriol Junqueras. Por lo tanto, Maragall se va, pero seguirá comprometido en trabajar para que ERC sea la "fuerza central del catalanismo progresista".

Moya rompe su silencio

La marcha de Maragall se produce el mismo día que Moya, el exdirector de Comunicación, también ha roto su silencio. En una entrevista en el 'Menorca - Es Diari' ha hablado públicamente por primera vez de los hechos para negar cualquier responsabilidad, pese a que el partido sí le señale a él y le haya abierto un expediente sancionador que podría acabar con su expulsión como militante.

Según el relato de Moya, la responsabilidad de los hechos se tiene que dividir en dos partes. En primer lugar, asegura que los autores materiales de los carteles fueron el grupo de jóvenes que trabajaba de forma encubierta para el partido haciendo campañas para beneficiar a ERC pero sin llevar el sello del partido. En segundo lugar, defiende que el responsable político último es el exviceconseller Sergi Sabrià, ya que le sitúa como el creador de este grupo de personas que trabajaba a la sombra del partido.

El relato que hace Moya es que estos jóvenes sacaron adelante la iniciativa de los carteles sin encomendarse a nadie del organigrama oficial del partido y, cuando estalló la polémica, ERC ha decidido endosarle a él la responsabilidad como "cabeza de turco" para proteger a Sabrià, ya que hasta hace poco era miembro del Govern.