MIRANDO A PNV Y JUNTS

El PP advierte “grietas” en los socios de Sánchez y ahondará en su debilidad parlamentaria

Los populares potenciarán su agenda legislativa con el arranque del nuevo curso con iniciativas muy pensadas para que PNV y Junts puedan apoyarlas mientras algunos socios reprochan ya públicamente el 'caso Begoña'

Alberto Núñez Feijóo en una imagen del debate de su investidura fallida el pasado mes de septiembre en el Congreso.

Alberto Núñez Feijóo en una imagen del debate de su investidura fallida el pasado mes de septiembre en el Congreso. / Alberto Ortega

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Aunque todo sigue pendiente del desenlace en Catalunya, el PP prepara ya el inicio del nuevo curso a partir de septiembre con dos convicciones encima de la mesa: que aunque no haya adelanto electoral la mayoría parlamentaria del Gobierno seguirá instalada en una cierta precariedad -con muchas dificultades para unir en cada votación a todos sus socios- y que se empiezan a avistar algunas "grietas" por las que colarse y desgastar al presidente. La última es el caso sobre Begoña Gómez. La mujer del presidente declara este viernes como investigada ante el juez por sus actividades privadas sobre las que el PNV ya lanza reproches públicos.

Mientras tanto, la ruptura con Vox en las comunidades autónomas ayuda a Alberto Núñez Feijóo a salir del aislamiento en el que estaba. El partido ultra ahuyenta al resto de formaciones que han ido dando su apoyo a PP y PSOE prácticamente en todas las legislaturas. Y, por eso, los populares ven posibilidades de abrir el abanico a partir de ahora. Pero, incluso antes de romperse los gobiernos, los conservadores ya venían sacando adelante votaciones en el Congreso con el respaldo de grupos como PNV o Junts, y también han forzado movimientos difíciles para el Ejecutivo como la retirada de la ley del suelo por falta de apoyos.

Esta semana los independentistas catalanes se sumaban también en el Senado a la creación de una comisión de investigación sobre el CIS que dirige José Félix Tezanos. El PP tiene mayoría absoluta, pero contó con esos votos y también con los de Vox. En la misma Cámara hace meses PNV y Junts ya se abstuvieron en la toma en consideración de la ley anti okupación del PP. Han respaldado iniciativas de los conservadores para forzar al Gobierno a bajar el IVA a productos básicos y proposiciones no de ley sobre los problemas que sufre el sector primario, sobre todo en el campo.

El PP planea ahondar en esa debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez y apostarán por iniciativas en las que puedan romper de nuevo su mayoría, atrayendo a estas formaciones. En la cúpula popular avanzan que a la vuelta del verano potenciarán su agenda parlamentaria en busca de aumentar el desgaste del presidente. Si finalmente hay acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa, entienden que Junts tendrá más motivos para revolverse. En los próximos días todo apunta a que los independentistas catalanes también se opondrán a la Ley de Extranjería, que el PP tampoco respalda.

Y el PNV -que gobierna con los socialistas en Euskadi y es una garantía para Sánchez en el Congreso - también da muestras de queja de las que el PP ha tomado nota. Los nacionalistas vascos fueron bastante críticos con el plan de calidad democrática presentado por el presidente esta semana en el Congreso y no evitaron lanzar la primera reprimenda pública sobre el ‘caso Begoña’ por parte de un socio del Gobierno.

En concreto, el portavoz 'jeltzale' lanzó: "Señor presidente, le voy a ser muy sincero, a mí lo que me sorprende es que nadie diga que hay cosas simplemente que no se deben hacer, no porque las prohíba la ley, sino que no se deben hacer; que nadie hable de ética y estética en vez de ordenamiento jurídico.

El mensaje fue claro y en las filas populares señalan ahora que ya empiezan a verse “grietas” por distintos frentes. Hasta el momento ninguna formación nacionalista o independentista se había pronunciado acerca del caso que afecta a la mujer de Sánchez. Dirigentes veteranos del PP reflexionan sobre “el cambio de ambiente” que se está gestando, más allá de que ven improbable una convocatoria de elecciones generales a corto plazo. Pero sí advierten de que el Gobierno está siendo incapaz de frenar las sospechas sobre las actividades de su mujer y que, más allá del recorrido que tenga en el juzgado, cada semana la ciudadanía se encuentra con novedades muy poco estéticas. Consideran que hay grupos parlamentarios que respaldan al Ejecutivo "que no podrán tragar" con todo.

El propio Feijóo desechó días atrás que vaya a haber generales pronto. Pero los reproches públicos que empiezan a asomar de los socios, la incapacidad de sacar adelante leyes más allá de la amnistía y la sensación en aumento de que el Gobierno sufre con cada votación “evidencia”, dicen los conservadores, “la fortaleza que podemos llegar a tener desde la oposición”.

El líder del PP saca pecho, precisamente, por estar siendo capaz de impulsar iniciativas de su programa electoral desde la oposición. Además de esas votaciones en las que le han acompañado PNV y Junts -también Vox- en Génova le dan relevancia a los pactos alcanzados con el PSOE desde la hostilidad más absoluta: la reforma del artículo 49 de la Constitución para eliminar el término “disminuido” al hablar de personas con discapacidad o el reciente pacto sobre el Consejo General del Poder Judicial, que además de la renovación incluye nuevos pasos para que los jueces tengan más influencia a la hora de elegir a su órgano de gobierno o poner coto a las puertas giratorias entre la política y la Justicia, y hacia la Fiscalía General. 

“Quedarse en la protesta desde la oposición es un lujo que no nos podemos permitir. Las buenas reformas, aunque sean muy pocas, de esta legislatura están teniendo el sello del PP”, pronunció Feijóo hace días en un foro. Pretendía señalar a Vox por haber roto los gobiernos, remarcando la forma en la que uno y otro tienen de hacer oposición. Pero, en el fondo, enviaba un mensaje más hondo: que Sánchez consiguió ser presidente, pero que su partido se lo puede poner muy difícil en el Parlamento. "Puedes estar en el Gobierno pero no ser gobierno", advierten en Génova.