Cuenta atrás para la investidura

Puigdemont se implica en la interlocución con Rovira en plena negociación de ERC y PSC

Junts quiere rehacer la unidad del movimiento en todos los frentes, desde el Parlament hasta el Congreso, pese a que los republicanos solo ven posible la presidencia de Salvador Illa

Marta Rovira toma el mando de la negociación con el PSC y se reúne cara a cara con Moret

ERC exige al PSC saldar deudas en ingreso mínimo, FLA, investigación y Rodalies antes de pactar la investidura

Una detención de Puigdemont podría acelerar la decisión del Constitucional sobre la amnistía

El independentismo prepara un dispositivo que custodie el regreso de Puigdemont al Parlament

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont / JOSEP LAGO / AFP

Carlota Camps
Sara González
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El 5 de junio, en plena campaña para las elecciones europeas, el expresident Carles Puigdemont se desplazó a Ginebra para reunirse con la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Hacía años que la relación entre los dos dirigentes se había deteriorado y que la interlocución era inexistente. Fue en aquella reunión, en la que también participaron Jordi Turull por la parte de Junts y Josep Maria Jové por la de los republicanos, donde se empezó a encarrilar el pacto independentista para la Mesa del Parlament que acabó dando la presidencia a Josep Rull. Pero este no ha sido el único encuentro entre Puigdemont y Rovira en el último mes y medio. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, ha habido almenos otro presencial y varios telemáticos, al tiempo que ERC intensifica la negociación con el PSC.

El último cara a cara fue el 8 de julio, el mismo día que, por la noche, se supo que el juez Manuel García Castellón archivaba el 'caso Tsunami' por un defecto de forma y que Rovira podía regresar a Catalunya. También en este encuentro en Suiza estaba Turull, que conoció la noticia de que caía la causa contra la dirigente de ERC cuando su vuelo aterrizó en el aeropuerto de El Prat. Cuatro días después, en su primer acto en Cantallops (Alt Empordà) tras cruzar la frontera, Rovira exclamaba: "Hemos venido aquí para acabar el trabajo que dejamos a medias, para volver a empezar y reunir a todo el movimiento independentista". El mensaje fue bien recibido por las filas de Junts, allí representadas por el propio Turull y Josep Rius, que señalan que estas palabras son el camino a seguir, a pesar de que ERC avanza en paralelo en la negociación para la investidura de Salvador Illa.

Un día antes del encuentro presencial entre Puigdemont y Rovira se había celebrado otra cumbre independentista, pero esta vez más extensa y en Waterloo. En ella no estuvo presente la secretaria general de ERC, pero sí los dirigentes republicanos Juli Fernández y Marta Vilaret, además del 'cupaire' Carles Riera y los presidentes de la ANC, Òmnium y la AMI. Allí se abordó cómo debe proseguir el independentismo tras las elecciones del 12 de mayo, cuando por primera vez se perdió la mayoría independentista en el Parlament, y también se empezó a trabajar en un dispositivo en caso de que se produzca finalmente el regreso de Puigdemont.

Pero más allá de estas reuniones presenciales, la comunicación entre las cúpulas de Junts y ERC no ha cesado desde la constitución del Parlament, y tanto Puigdemont como Rovira se han implicado en ellas con llamadas telefónicas y videoconferencias, pese a que sus exsocios mantienen aún una agenda más intensa con el partido de Illa. También Turull, que siempre ha mantenido el hilo de comunicación con Rovira -incluso cuando ella y Puigdemont no hablaban-, está empleado en los contactos y mantiene una relación fluida con la líder republicana, ahora ya de vuelta a Catalunya.

Y tampoco Junts se olvida del flanco Oriol Junqueras, que a pesar de no tener un cargo orgánico ahora en la formación, quiere recuperar el control del partido en el congreso del próximo 30 de noviembre. Con él también hay interlocución, después de que se viera con Puigdemont en Waterloo a principios de mes.

Parlament y Congreso

Pero, ¿de qué se habla en estas reuniones? A pesar de que ERC negocia con el PSC la investidura de Salvador Illa y está pendiente de cerrar algún preacuerdo para poderlo someter al veredicto de las bases antes de que acabe julio, Puigdemont no ha renunciado nunca a postularse. Así lo comunicó la misma noche electoral y no se ha desdicho de ello, a pesar de que para volver a ser president necesita una abstención del PSC que los socialistas ya han descartado por activa y por pasiva prestarle. Por ahora, en Junts evitan cerrar ninguna puerta, tampoco que el expresident se avance a Illa, pero apuntan que antes de postularse, Puigdemont quiere un acuerdo con los republicanos.

Fuentes posconvergentes apuntan que el tono de las conversaciones con ERC es "bueno" y el contenido encima de la mesa "potente". "El objetivo es ir a la una, en todo, hasta terminar el trabajo", añaden. Y esto no solo implica las negociaciones para una eventual investidura de Puigdemont, sino en todos los frentes, también el del Congreso de los Diputados. "Tenemos 14 diputados en Madrid", remachan las mismas fuentes. Desde ERC admiten que se está recuperando un buen hilo de interlocución y unos "puentes" que pueden ser útiles para coordinarse tanto en Madrid como en el Parlament si tienen que convivir en la oposició. Sin embargo, los republicanos consideran que "no se está negociando" una investidura con Junts. "Ni tienen un plan de gobierno ni concretan propuestas", aseguran, además de subrayar que Puigdemont no tiene a su alcance una mayoría real para ser presidente.

En cambio, ERC admite estar negociando prácticamente "a diario" con los socialistas, que son, recuerdan, los que pueden conceder una financiación singular para Catalunya. Esta carpeta, en la que desde la sede de Calàbria consideran que no se avanza lo suficiente, reconocen que ha estado también en la agenda de conversación con Junts. "¿Se opondrían a un acuerdo positivo para Catalunya?", espetan con ironía.

Rovira, cara a cara con Moret

No obstante, pese a la insistencia de Junts por rehacer la unidad independentista, la dirección republicana prioriza la alianza con el PSC porque numéricamente es posible -también con la participación de los Comuns- y porque es la que le permite que cotice al alza el papel de sus 20 diputados en la legislatura que trata de alzar el vuelo. Rovira ha tomado el mando de la interlocución ahora ya presencialmente y el lunes se reunió con la número dos del PSC, Lluïsa Moret, para encarar lo que entienden que debe ser la recta final de las conversaciones.

De cara a la semana que viene y previamente a un eventual pacto, ERC espera poder lucir avances en compromisos pendientes de cumplir por parte del Gobierno, un camino de negociación con la formación de Illa que, aseguran, no se truncará por los planes que pueda tener Puigdemont para regresar a Catalunya si la oferta de los socialistas es lo suficientemente suculenta. "No podemos estar pendientes ni controlar qué hace, así que nos centramos en apretar tanto como podamos al PSC y al PSOE", concluyen. Si el retorno se produce y el expresident se postula a la investidura, apostillan, ya valorarán los pasos a seguir.

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