Cámara catalana

PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP renuevan su pacto para aislar a Vox y Aliança Catalana en el Parlament

Rull se abre a que Puigdemont pueda optar a la investidura sin tener un pacto previo con ERC

Del aislamiento a las sanciones no impuestas: ¿Cómo ha sido el debut de Vox en el Parlament?

Pleno de constitución del Parlament de Catalunya tras elecciones del 12-M

Pleno de constitución del Parlament de Catalunya tras elecciones del 12-M / ZOWY VOETEN

Carlota Camps
Sara González
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El pacto contra la extrema derecha que se firmó durante la pasada legislatura para cercar a Vox, se aplicará también este periodo de sesiones y se ampliará, además, a Aliança Catalana. El PSCERCJuntsComuns y la CUP renovarán este miércoles su compromiso, el mismo día que la Cámara catalana constituirá ya las primeras comisiones parlamentarias. Antes de las elecciones del 12 de mayo, los cinco grupos ya firmaron un documento, impulsado por Unidad contra el Fascismo y el Racismo, en el que se comprometían a no aceptar "ni por acción" ni por "omisión" los votos de las formaciones lideradas por Ignacio Garriga y Sílvia Orriols de cara a la investidura o a la formación de la Mesa, así como tampoco en las comisiones, y se propusieron no suscribir sus iniciativas parlamentarias.

Ahora, con el Parlament ya constituido, según han explicado fuentes parlamentarias consultadas por EL PERIÓDICO, el objetivo del acuerdo que se presentará este miércoles es "renovar" este "compromiso" y "hacer frente a la extrema derecha y la xenofobia". Representantes de los cinco grupos participarán de la rueda de prensa en la institución en la que explicitarán públicamente la reedición del acuerdo. Los diputados que participarán en nombre de sus respectivos grupos serán Ferran Pedret (PSC), Judith Toronjo (Junts), Najat El Hachmi (ERC), Andrés Garcia Berrio (Comuns) y Laure Vega (CUP).

Ni cargos en la Mesa ni en las comisiones

El cordón sanitario que se aplicó la pasada legislatura sirvió para dejar a Vox sin ningún cargo en el Parlament -ni en la Mesa ni en las comisiones- y sin la posibilidad de poder designar ningún senador autonómico. Además, también limitó mucho su capacidad legislativa, ya que la junta de portavoces nunca incluyó sus proposiciones de ley en el orden del día de la junta de portavoces, por lo que ninguna de ellas se pudo llegar a debatirse en el pleno. Sí pudieron presentar, sin embargo, mociones y propuestas de resolución.

El balance del pacto, no obstante, fue agridulce. Ya que, a pesar de no tener cargos ni haber podido impulsar ninguna propuesta legislativa, sus discursos sí se pudieron escuchar durante los plenos y, hasta en cierta forma, fueron normalizados. También quedó pendiente dotar de base legal sólida las sanciones por los discursos de odio, puesto que al no estar en el reglamento y no tener éste rango de ley podrían ser tachadas de inconstitucionales, por lo que no se llegaron a aplicar nunca. Un hecho que se intentó resolver con la reforma del reglamento impulsada por ERC y la CUP hace más de un año, pero que cayó en saco roto con el adelanto electoral.

Aliança y la CUP

La diferencia con la anterior legislatura es que esta vez son dos los partidos ultras con presencia en la Cámara, al haber irrumpido el partido de extrema derecha independentista de Aliança Catalana. Si bien su presencia es menor, porque solo tienen dos diputados, es relevante en el escenario político actual porque comparte grupo parlamentario -el mixto- con la CUP, que tiene cuatro representantes y, por lo tanto, se quedó a uno de poder constituir un grupo propio.

Esta situación se resolverá a partir del pleno del 25 de julio, cuando se apruebe definitivamente la propuesta de reforma del reglamento del Parlament pactada por los mismos cinco grupos, que flexibilizará la cesión de diputados entre partidos -como ya ocurre con la normativa del Congreso de los Diputados-, y que dará luz verde a la CUP para salir del espacio que comparte ahora con Aliança y formar su propio grupo. Sin embargo, se trata de una arma de doble filo, ya que la reforma dejará solo al partido de Silvia Orriols en el mixto, lo que provocará que todos los tiempos de intervención en los plenos sean para su portavoz, sin tener que partirlos, entre otros beneficios, informa Gisela Boada. Con la reforma en marcha, la Cámara también podrá emitir declaraciones institucionales sin necesitar unanimidad y, por lo tanto, sin tener que contar con la extrema derecha.

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