Asamblea general extraordinaria

Ciudadanos decidirá en octubre si se disuelve como partido o se refunda

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Presentación de la candidatura de Cs al Parlamento Europeo

Presentación de la candidatura de Cs al Parlamento Europeo / VICTOR LERENA (EFE)

Gisela Boada

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El estado de salud de Ciudadanos (Cs) pasa por un momento crítico cuando se cumplen 18 años de julio de 2006, momento en el que tuvo lugar el congreso fundacional de la formación. El batacazo electoral en las pasadas elecciones catalanas y europeas supuso la pérdida de representación en ambos parlamentos y un golpe que dejó convaleciente al partido que ya perdió durante el ciclo electoral de 2023 casi todo su poder institucional en España. Ante esta situación, Cs buscará a finales de octubre una respuesta sobre su futuro en una asamblea extraordinaria.

Fuentes del partido confirman que la fecha ya está marcada en el calendario: el fin de semana del 26 y 27 de octubre, aunque está sujeta a posibles cambios, inciden. Entre otros supuestos, relatan las voces, dependerá de si hay una repetición electoral en Catalunya, que sería el 13 de octubre. Que los naranjas concurran a estos eventuales comicios, aseguran desde la formación, está por ver.

Si bien el candidato a las pasadas elecciones y entonces presidente del partido en Catalunya, Carlos Carrizosa, confirmó la noche del 12 de mayo que el partido se volvería a presentar, su renuncia a cualquier cargo orgánico en la formación pocos días después deja en el aire esa promesa. Dentro del partido las opiniones son dispares, y todavía resuenan las voces críticas con la decisión de no acudir a las elecciones generales el pasado verano. "Se debe calcular bien el coste y valorar si vale la pena ocupar el espacio o pagar el precio de la ausencia", reflexionan personas dentro del partido.

La cuestión catalana no preocupa por ahora a los naranjas, quienes se encuentran en un estado de 'stand by' a la espera de ver qué deciden los afiliados en la asamblea de otoño. Hasta que llegue la cita, el partido en Catalunya está pilotado por una comisión gestora presidida por Joan García, secretario de acción institucional del partido y exdiputado del Parlament. Esta comisión ejerce de máximo órgano institucional tras la dimisión de Carrizosa y la decisión de no convocar elecciones primarias para suplir su vacante.

De la disolución a la refundación

"Cs tiene un espacio político, aunque ahora mismo no tenga espacio electoral", explica García a EL PERIÓDICO, uno de los políticos más veteranos del partido, que lleva en las filas desde 2006. En Cs llevan tiempo preparándose para el proceso de refundación, un concepto que no acaba de agradar al exdiputado catalán. "No lo veo tanto como una refundación, pero el futuro de Cs lo decidirán los afiliados", sostiene el mismo dirigente, quien asegura que cualquier escenario es posible: "Tenemos financiación suficiente para valorar todas las posibilidades". Esta solvencia justifica, a su juicio, que la disolución del partido "esté casi descartada", aunque la última palabra la tendrá la militancia en la asamblea.

Más allá de la disolución, hay todavía dos alternativas encima de la mesa. La primera es la creación de un nuevo partido completamente de cero. Dar carpetazo de todo lo que queda de Cs y replantear un nuevo proyecto, con cambio de siglas incluido, trazando las líneas estratégicas de la nueva formación en esta asamblea, que pasaría a ser como un "congreso fundacional".

El segundo escenario es más continuista y algo más complejo. Se trataría de hacer un proceso para "redefinir" la actual formación, algo que, por otro lado, y después de las últimas bajas y fugas de dirigentes a otros partidos, es imperativo. En este punto se abre la puerta a infinidad de fórmulas, que pasan todas por "ampliar el espacio liberal progresista" del partido -apunta García- en busca de garantizar su supervivencia. Esto significaría que Cs podría volver a los inicios y reconvertirse en una plataforma civil, señalan otras voces. En el partido se barajan todos los escenarios.

Relevo generacional

A falta de cuatro meses para la celebración de la asamblea, la prioridad del partido es llegar lo más preparado posible a esta cita. El pasado sábado ya se celebró un consejo general que sirvió para aprobar las enmiendas de cara a la celebración de esta asamblea general, la número siete de la historia de la formación.

En ella se decidirá la nueva estructura del proyecto, se redefinirán los Estatutos y se escogerán los nuevos cargos orgánicos y caras visibles de un partido que entiende que el relevo generacional es necesario para tratar de sobrevivir. "Queremos caras nuevas y gente joven, eso es imprescindible para nuestro futuro", remarca García.

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