La ANC exige a ERC no investir a Salvador Illa: "Este personaje no puede ser president"

La manifestación convocada por la ANC para exigir que la ley de amnistía se aplique de forma completa e inmediata a todos los dirigentes y activistas independentistas, se ha acabado convirtiendo en una concentración contra la investidura de Salvador Illa. Algo previsible teniendo en cuenta que el recorrido culminaba delante del Palau de la Generalitat y que se producía en plenas negociaciones entre el PSC, ERC y los Comuns para explorar un acuerdo sobre el futuro Govern.

"Un personaje como Illa no puede ser president de la Generalitat. Exigimos a ERC que no colabore ni por activa, ni por pasiva", ha proclamado el president de la Assemblea, Lluís Llach, desde la plaza Sant Jaume, después de que representantes de la entidad hayan lanzado migajas de pan a las puertas de la Generalitat. Una alusión al "ja no ens alimenten molles, ja volem el pa sencer" --"ya no queremos migajas, queremos el pan entero"-- de Ovidi Montllor, que la CUP ya usó en 2017 para reclamar la independencia y que les valió para presionar al entonces Junts pel Sí.

A pesar de que la manifestación pretendía ser una convocatoria contra los magistrados que han fallado en contra de la ampliación de la ley de amnistía, como por ejemplo el Tribunal Supremo en el caso del expresident Carles Puigdemont o el exvicepresidente Oriol Junqueras, las proclamas que se han lanzado durante todo la marcha -desde la plaza Urquinaona hasta la de Sant Jaume- han interpelando a las negociaciones para la investidura en más de una ocasión.

Así, los gritos de "independencia" o "no es justicia es venganza" se han intercalado con otros de "Illa no, unidad" o "Puigdemont, nuestro president", en la que ha sido la primera manifestación con Llach como nuevo presidente de la entidad que ha conseguido reunir unas 1.500 -según el ayuntamiento- y movilizar unos 15 autocares, explican desde la ANC.

Junts y la CUP

También han participado en esta concentración una pequeña delegación de Junts, encabezada por su presidenta, Laura Borràs, y representantes de la CUP con los diputados Laia Estrada y Dani Cornellà al frente. ERC, en cambio, que sigue inmersa en las celebraciones por el regreso de Rovira mientras mira de surfear la crisis interna, no ha enviado ningún representante a la concentración.

Justamente, la convocatoria, que llevaba por lema 'Desobedezcamos a los jueces españoles: independencia', se ha celebrado el día después del regreso a Catalunya de los dirigentes y activistas que residían en Suiza por la investigación del 'caso Tsunami', entre ellos la líder republicana Marta Rovira.

"Ayer celebrábamos un regreso, pero quedan tres exiliados que no han podido volver", ha recordado Borràs, en referencia a la situación de Puigdemont y de los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig, sobre los que sigue pesando una orden de detención en España. Así lo ha apuntado en declaraciones a la prensa nada más empezar, y tras tachar a la justicia española de mafia, refiriéndose a ella como "la toga nostra".

Una línea similar a la expresada por Estrada, que también ha querido hacer hincapié en la situación de algunos de los CDR encauzados y a los que tampoco se les ha aplicado la ley. De esta forma, la anticapitalista ha acusado a los magistrados de tener un "talante franquista" y ha augurado que la "represión continuará hasta la independencia".

Con todo, la convocatoria también buscaba censurar que la ley de amnistía haya servido para cerrar causas contra policías que actuaron durante la celebración del referéndum del 1 de octubre. Y así se ha evidenciado cuando la marcha ha pasado por delante de la prefectura de Via Laietana a gritos de "torturadores", "ni olvido ni perdón" o "fuera las fuerzas de ocupación".