Carteles de Maragall

El exdirector de Comunicación de ERC denuncia "falta de garantías" en la investigación e implica a Rovira en el caso

ERC expulsará a un militante por la polémica de los carteles de Maragall

El exdirector de comunicación de ERC niega haber autorizado los polémicos carteles contra los Maragall

El viceconseller Sabrià dimite por los carteles de Maragall y se marcha cargando contra Junqueras

Carteles contra Pasqual y Ernest Maragall burlándose del Alzhéimer del exalcalde, en el exterior de dos sedes de ERC

Carteles contra Pasqual y Ernest Maragall burlándose del Alzhéimer del exalcalde, en el exterior de dos sedes de ERC / El Periódico

Quim Bertomeu

Quim Bertomeu

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Si alguien pensaba que la polémica de los carteles contra los Maragall acabaría este viernes con las conclusiones de la investigación que ha hecho el partido sobre el caso, andaba equivocado. El exdirector de Comunicación de ERC Tolo Moya, uno de los cuatro expedientados por los hechos, ha dirigido un escrito a la formación en el que denuncia "falta de garantías" y una "vulneración de derechos flagrante" en la investigación interna que se ha llevado a cabo. En un correo electrónico dirigido al partido al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, reclama que el caso lo instruya la Comisión de Garantías de la organización y no la Comisión Ética como ha sucedido.

Su argumento principal es que durante la investigación del caso él mismo ha aportado "pruebas" -que no ha hecho públicas- de que al menos tres miembros de la Comisión de Ética están involucrados en los hechos. Son, además, miembros de la dirección del partido. Cita a la propia secretaria general, Marta Rovira; al vicesecretario de Comunicación, Oriol Duran, y al gerente y vicesecretario de Finanzas, Jordi Roig. Según su relato, sus pruebas demostrarían que Duran y Roig tenían conocimiento de la polémica y dijeron "claramente" que no querían "hacer una investigación". En el caso de Rovira la acusa de, en marzo de este año, seguir queriendo impulsar "acciones" a través de miembros de la organización "que participaron en el caso de los carteles".

Con todo, Moya sostiene que "no es en absoluto procedente" que personas que han estado "directamente implicadas" en el caso o que han participado en su "encubrimiento" formen parte de la Comisión Ética del partido que ha participado a la hora de "dirimir responsabilidades". Además, también pone en duda la idoneidad del responsable directo de la investigación, el abogado Xavi Mombiela. Alega falta de independencia por haber sido "durante años trabajador del partido". Por todo lo expuesto, Moya exige que la Comisión de Garantías el partido sea la que instruya el caso y no la Comisión Ética como lo ha hecho hasta ahora. Considera que el órgano que él propone sí sería "independiente".

Fuentes de ERC consultadas por EL PERIÓDICO defienden que la investigación sí ha sido garantista porque, tras concluirse, todos los afectados pueden ahora presentar alegaciones. También esgrimen que la Comisión de Ética que Moya cuestiona y de la que forman parte Rovira, Duran y Roig "no interviene" directamente en la investigación, sino que hace de correa entre el investigador -Mombiela- y la dirección.

La batalla interna

Este correo electrónico de Moya al partido transciende después de que este mismo viernes ERC anunciara cuatro expedientes disciplinarios por el caso de los carteles, uno de ellos a Moya. Moya siempre ha sostenido que no es el autor de la iniciativa. Los otros tres expedientados son un militante raso de la Anoia y los exestrategas de la formación Sergi Sabrià y Marc Colomer. Sabrià y Colomer también han negado la autoría.

El embrollo se genera y se amplifica porque el partido ha propuesto sanciones desiguales. Para Sabrià y Colomer propone sanciones leves, mientras que para Moya y el militante raso propone sanciones graves y muy graves que pueden acabar con su expulsión de la formación. Para acabar de completar el cuadro de la polémica, hay que tener en cuenta que Moya por un lado, y Sabrià y Colomer por el otro, pertenecen a facciones enfrentadas por el control del partido. Moya está adscrito al bando de Oriol Junqueras, mientras que Sabrià y Colomer lo están al de Marta Rovira. Tras conocerse las sanciones -que aún no son firmes- los junqueristas se sienten injustamente tratados por los roviristas. Es decir, consideran que, como Rovira controla el aparato del partido, se ha ensañado con Moya.

Lo que principalmente demuestra el correo electrónico es que la polémica está lejos de cerrarse, pese a que el partido quería darla por finiquitada este viernes con las conclusiones de la investigación interna. También evidencia que la batalla interna Junqueras-Rovira sigue abierta de par en par y que el regreso de Rovira a Catalunya no ha sido un revulsivo para apaciguar los ánimos.