Aragonès ve en el diálogo "la vía adecuada, posible y transitable" para ganar soberanía

El president catalán en funciones, Pere Aragonès, ha defendido este jueves que apostar por el diálogo se ha demostrado "la vía adecuada, posible y transitable" para hacer que Catalunya gane cuotas de soberanía.

Así lo ha dicho en el parlamento con el que ha puesto punto final a la presentación del informe anual del Institut d'Estudis de l'Autogovern (IEA), en un acto tras el que se ha celebrado el cuarenta aniversario de este organismo.

Aragonès ha destacado que durante la pasada legislatura el Govern catalán y el Ejecutivo central alcanzaron un "punto de partida común": el conflicto político catalán nace de "un choque de legitimidades y soberanías" al cual hay que poner remedio.

La solución, ha dicho, pasa por el "reconocimiento nacional" de Catalunya y por un acuerdo que "dé respuesta a un amplio consenso" y puedan refrendar en una votación el conjunto de los catalanes.

"El diálogo y la negociación deben tener continuidad", ha dicho Aragonès, todavía presidente a la espera de que el Parlament invista a un nuevo jefe del ejecutivo -antes del 26 de agosto- o de que se repitan las elecciones si no se alcanza un acuerdo.

Aragonès ha recordado que en los últimos meses tanto él como su partido, ERC, han reclamado un nuevo modelo de financiación para Catalunya, que saque a la autonomía del régimen común, y la celebración de una consulta sobre la independencia vía el artículo 92 de la Constitución.

Ridao ve una "doble crisis constitucional" en marcha

El acto lo ha abierto el director del IEA, Joan Ridao, que ha señalado que el Estado vive una "doble crisis constitucional".

La primera, generada por el independentismo catalán y su apuesta, ya abandonada, por la vía unilateral, mientras que la segunda tiene lugar "entre todos los poderes del Estado" debido a "los excesos de la derecha judicial" en cuestiones como la aplicación de la amnistía.

Una España, ha defendido, que poco a poco vira hacia "un Estado autonómico ejecutivo" en el que el Gobierno central y el Congreso se encargan de legislar y las comunidades principalmente ejecutan lo ya legislado, todo ello, además, en un contexto de infrafinanciación.

El informe presentado este jueves, de unas 420 páginas, señala que 2023 fue el año en el que el independentismo "olvidó" la vía unilateral hacia la independencia, se apostó por la amnistía como método para pasar página de la crisis secesionista y el Govern de Pere Aragonès puso sobre la mesa la necesidad de cerrar un acuerdo de claridad para sentar las bases de una consulta.

La sequía, los malos resultados de la educación pública catalana y la agudización de la crisis de la vivienda son otros tres temas que han copado el debate político.

El hecho de que el Govern haya gobernado con el apoyo de solo 33 diputados (los de ERC) de 135 ha dificultado la acción del ejecutivo y a la postre ha acabado llevando a un adelanto electoral, al no poder aprobarse los presupuestos de 2024.

En cuanto a la opinión de la ciudadanía, el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) constata que una mayoría de catalanes considera que la comunidad merece mayor nivel de autogobierno, si bien sin que exista un consenso sobre cómo lograrlo. Al tiempo, el apoyo a la independencia se ha estabilizado en entre el 41 % y el 44 % (frente al entre 48 % y 52 % en contra).