Los carteles burlándose del Alzheimer de Maragall salieron de dentro de ERC

En plena precampaña de las elecciones municipales de 2023, varias sedes de ERC en Barcelona amanecieron empapeladas con carteles burlándose del alzheimer de Pasqual Maragall, expresidente de la Generalitat y hermano del candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall. La noticia impactó de lleno en esa precampaña y se entendió como el intento de atacar al candidato republicano a través de su familiar. Algo más de un año después, el diario 'Ara' ha publicado que ese fue un ataque con falsa bandera. Es decir, que se articuló desde dentro de ERC.

Hace unas semanas el juez que llevaba el caso archivó la causa y descartó un delito penal, pero sí constató que podía tener una autoría política. Fue un militante de ERC de la comarca del Anoia quien se puso en contacto con tres jóvenes de Igualada para encargarles la operación de pegar los carteles. El impulsor de la acción y uno de los ejecutores acabaron cobrando a través de la factura de una empresa afín al partido. El propio partido trasladó a Ernest Maragall, a principios de 2024, que la autoría de los hechos podría venir de las propias filas republicanas.

Así pues, el objetivo encubierto de los carteles era dar notoriedad a Maragall: situarlo en el foco del debate público aunque fuera por una polémica, ya que por entonces las encuestas le pintaban un panorama sombrío. Si el objetivo era ayudarle, no lo consiguieron. El candidato republicano, que cuatro años antes había ganado las elecciones municipales en Barcelona, acabó quedando en cuarta posición en 2023 y sin posibilidades de disputar la victoria. Tres días después de que aparecieran los carteles, Maragall presentó una denuncia contra los hechos, pero la terminó retirando.

El conflicto interno

Ahora la pregunta clave es quién estaba detrás de los carteles, si solo el militante de ERC en Anoia, o era algo que se conocía en el partido. La información cita tres nombres a tener en cuenta: el director de comunicación de ERC, Tolo Moya; el entonces secretario de Comunicación, Marc Colomer, y el entonces director de la Oficina del President de la Generalitat, Sergi Sabrià. Todos admiten que en su día supieron que era un ataque con falsa bandera, pero niegan la autoría.

Para acabar de entender el conflicto, hay que tener en cuenta que ERC vive una batalla interna por el control del partido que enfrenta a un sector liderado por la secretaria general, Marta Rovira, y a otro liderado por el expresidente de la formación Oriol Junqueras. Sabrià y Colomer están adscritos al bando 'rovirista', mientras que Moya lo está en el 'junquerista'. Cuando se produjeron los hechos, no existía esta disputa, al menos de forma tan evidente como ahora.

La dirección del partido, tras la reunión de esta mañana y a través de la portavoz Raquel Sans, ha expresado su "rechazo más absoluto" a los carteles y ha pedido "disculpas" por banalizar con esta enfermedad. Ha recordado que ERC animó a Maragall a denunciar ante la policía esos carteles. Sans ha anunciado que Esquerra ha abierto un procedimiento interno para "ir hasta el final" contra los impulsores porque "vulnera el código interno".