En Lituania

Felipe VI presencia un simulacro de alerta por un avión ruso: los F-18 llegan en 20 minutos a alta mar y lo disuaden

El Monarca agradece el trabajo a los 150 militares destacados en la base de Siauliau, encargada de interceptar los aparatos de Rusia que vulneran el espacio aéreo de la OTAN

Felipe VI posa en la base aérea de Siauliai, en Lituania.

Felipe VI posa en la base aérea de Siauliai, en Lituania. / EFE

Pilar Santos

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Felipe VI, con uniforme de diario de Capitán General del Ejército del Aire, visitó este lunes por la tarde la base de Siauliau, en Lituania, para dar su apoyo a los 150 militares que están colaborando en la protección del espacio aéreo de la OTAN en el Báltico. El Rey asistió a un simulacro ('Tango Scramble') de interceptación de un avión no identificado ruso. Es una tarea que el Ejército español hace casi a diario para estar bien entrenado. La realidad les ha obligado a salir en misiones hasta en una veintena de ocasiones desde el 1 de abril. La tensión se ha disparado en esta región tras la segunda invasión de Ucrania lanzada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en febrero de 2022. El miedo en Lituania, Letonia y Estonia, países que forman parte de esta gira del Monarca, es que el gigante euroasiático pueda vulnerar su soberanía territorial.

Los países que pertenecen a la OTAN vigilan la ruta que siguen los cazas rusos, aviones de transporte o de inteligencia desde Kaliningrado (un enclave de Rusia que está al sur de Lituania y fronterizo con Polonia) hasta San Petersburgo o al revés. A menudo, según fuentes del Ministerio de Defensa, vuelan o se acercan al espacio aéreo de la OTAN sin utilizar transpondedores, sin comunicarse con el control de tráfico aéreo o sin haber presentado un plan de vuelo. Es en esos casos, primero el centro de control les solicita información por radio y, si no la aportan o no corrigen su trayectoria, lanzan la alerta y los aparatos, españoles en estas semanas, despegan de Siauliau para colocarse a su altura sobre el mar y disuadirles de su empeño.

El Rey presenció este lunes un simulacro de esa maniobra. "Attention, attention. Tango Scrbamble", se escuchó por la megafonía de la base. En ese momento, una furgoneta llegó rápidamente a la pista con dos pilotos, dos armeros y dos mecánicos. En estas operaciones siempre salen dos F-18. De tres en tres se fueron a los hangares, acabaron de preparar el aparato y salieron volando hacia el supuesto avión ruso. Los militares tardan entre 12 y 15 minutos desde que salen del edificio, donde están de guardia, y despegan. A los 20 minutos en total desde que el centro de control ha ordenado la misión llegan por la izquierda al aparato ruso y los escoltan hasta que salen de las aguas internacionales de soberanía de la OTAN o dan la información requerida.

Tras el simulacro, Felipe VI tuvo un encuentro con el contingente y les agradeció su profesionalidad y su dedicación a esta tarea de protección del territorio de la OTAN en un momento de gran tensión con Rusia.