Entender más

Sumar y la "carrera de izquierdismo" contra Podemos: las causas de un batacazo

Los expertos ven el personalismo, la fuerza del voto útil y la dejadez en el trabajo orgánico como explicaciones a la crisis del espacio

Yolanda Díaz dimite como líder de Sumar tras el varapalo de las europeas pero se mantiene en el Gobierno

Yolanda Díaz. Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

Yolanda Díaz. Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Daniel G. Sastre

Daniel G. Sastre

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“En estas elecciones, Sumar se ha acomplejado y se ha puesto a echar carreras de izquierdismo con Irene Montero. Y una fuerza que está en el gobierno y echa carreras de izquierdismo va a perder siempre, porque tiene contradicciones y la que no está en el gobierno no las tiene”. Esta frase de Ramón Espinar, miembro de primera hora de Podemos y ahora cercano a Sumar, parece un buen resumen de lo que pasó en las europeas del pasado domingo. Por primera vez desde 2014 en unas elecciones de ese ámbito, dos partidos estatales a la izquierda del PSOE se disputaron el voto y consiguieron escaños; pero si entonces se repartieron 11 eurodiputados, esta vez se han quedado en cinco: dos para Podemos y tres para Sumar.

La crisis en ese espacio es profunda y no se le ve fin. Si Sumar estaba edificado sobre cuatro pilares maestros y a las elecciones europeas llegó solo con tres –Izquierda Unida, Más Madrid y los Comuns, porque Podemos ya se apartó justo después de las generales de julio del año pasado-, dos de ellos han mostrado grandes dudas sobre el proyecto esta semana. Izquierda Unida advirtió en la misma noche electoral que ahora van por libre. “No se han conseguido ni mucho menos los objetivos que teníamos. Sumar está superado como proyecto aglutinador”, dijo Antonio Maíllo, líder de IU. Su formación, que ocupaba el cuarto puesto en la lista de Sumar con Manu Pineda, se queda por primera vez fuera del Europarlamento, y a partir de ahora va a redefinir su relación con la marca. Y, mientras los Comuns guardan silencio, Más Madrid también critica a Yolanda Díaz.

Sin trabajo orgánico

La líder de Sumar está en el punto de mira desde el domingo, cuando ni siquiera estuvo junto a la cúpula de su partido para acompañar a Estrella Galán, la candidata que ella había elegido, en la derrota. Desde que apareció con la voluntad de aglutinar a la izquierda y participar del gobierno progresista, la marca acumula cuatro derrotas electorales consecutivas. Desde su espacio sociológico, le echan en cara haber descuidado el trabajo diario de partido. “No ha establecido mecanismos institucionales orgánicos que la legitimen. Solo se ha legitimado en las urnas, y van tres elecciones seguidas en las que elige ella la candidata (Galicia, País Vasco y las europeas) y se da un revolcón. Y luego no pasa nada”, sostiene Espinar.

Durante estos días, y al margen de la decisión de Díaz de mantenerse en el Gobierno pero renunciar al liderazgo de Sumar –aunque no a permanecer en la dirección y a tener un peso decisivo en la toma de decisiones, unos matices difíciles de comprender para casi todo el mundo-, la izquierda busca las causas del batacazo. Tanto Espinar, que fue secretario general de Podemos en Madrid y senador de la formación antes de dejar todos sus cargos en 2019, como los profesores universitarios Ignacio Urquizu y Oriol Bartomeus, expertos en el análisis político y sociológico de los movimientos de izquierda desde un punto de vista académico, encuentran explicaciones distintas.

Para Urquizu, que hizo su tesis sobre los gobiernos de coalición, una de las causas principales del desastre es que en ese tipo de ejecutivos “el pez grande se come al chico”. “Sumar tiene una fidelidad de voto muy baja, menos del 50%, y pierde muchos apoyos especialmente hacia el PSOE. De hecho, el PSOE resiste porque es capaz de captar mucho voto de Sumar. En los gobiernos de coalición a la gente le cuesta identificar quién es el responsable de las políticas: del salario mínimo, de la violencia de género… Y generalmente el partido que tiene la presidencia acaba capitalizando la gestión”, asegura este profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, que también es diputado socialista en las Cortes de Aragón.

Voto útil y 'vendettas' familiares

La concentración de apoyos progresistas en el PSOE que se ha dado en las europeas –pero que ya se dio en las generales del año pasado- se explica también, según él, porque ante la amenaza de la extrema derecha calan más los llamamientos al voto útil. Para Bartomeus, sin embargo, hay que mirar primero dentro de casa. “Hay una parte significativa de gente que vota opciones a la izquierda del PSOE que no entiende nada, y que están entre perdidos y enfadados. No entiende que haya división en ese espacio ni que persista, y ve que obedece a cuestiones personales. La izquierda sufre un desencanto monumental: hace 10 años exactos que apareció Podemos y ya ha hecho todo el ciclo, de la ilusión a la desilusión absoluta”, afirma este profesor de Ciencias Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona. Y añade: “Lo de ahora es una 'vendetta' familiar, y las 'vendettas' familiares no se solucionan. Esta gente se detesta, se odia”.

También Espinar alude a la importancia de cuestiones personales en la desorientación de Sumar. Lo hizo en el pódcast 'La Zona', y profundiza para este diario. “Podemos ha trabajado desde que Pablo Iglesias salió del Gobierno para que el Gobierno caiga”, asegura. Y por eso, añade, no es aconsejable en su opinión que se estudien fórmulas para reincorporar a ese partido a Sumar, “porque el objetivo es opuesto”. “Va a haber sectores, especialmente de IU, que van a tener la tentación de volver a la zona de confort. Pero España es la única excepción en Europa, el único sitio donde gobierna una mayoría de izquierdas. Cualquier persona de izquierdas, piense lo que piense del PSOE, si ve lo que pasa por ejemplo en Francia e Italia, tiene la responsabilidad de empujar y sostener este gobierno, que tiene que salir de la inacción y gobernar”, asegura.

La estabilidad del Gobierno

Espinar también dice que la estabilidad del Gobierno no está ahora mismo en juego, pero Urquizu y Bartomeus no opinan lo mismo. El profesor de la Complutense cree que Sumar se planteará ahora dos opciones para intentar dejar atrás la crisis: marcar perfil propio o la tentación de salir del Ejecutivo. “Si creen que efectivamente la fagocitación les hace ser menos distinguibles, y no consiguen capitalizar, pues eso puede tener consecuencias”, dice.

Bartomeus lo ve todavía más claro: “Puede afectar al Gobierno, absolutamente. Ahora mismo, lo más peligroso para la estabilidad y la continuidad del Gobierno no es el PP, que ya ha demostrado que ahora mismo no puede hacerlo caer, sino lo que está pasando a la izquierda del PSOE”.

Suscríbete para seguir leyendo