DÍAZ DIMITE DE SUS CARGOS EN SUMAR

Sánchez y Díaz cierran filas para intentar blindar al Gobierno de la inestabilidad en Sumar

Moncloa y los ministros que pertenecen al espacio del socio minoritario de la coalición buscan aislar el debate orgánico en Sumar para que no interfiera en las dinámicas del Gobierno. Sánchez y Díaz acuerdan que la vicepresidenta siga siendo la interlocutra de este espacio

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, tras anunciar este lunes su renuncia como coordinadora de Sumar.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, tras anunciar este lunes su renuncia como coordinadora de Sumar. / EFE/ Sergio Pérez

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La parte socialista del Gobierno trata de preservar la normalidad en la relación con sus socios después de que Yolanda Díaz dimitiese de sus todos sus cargos en Sumar por el varapalo electoral de su formación en las europeas. La vicepresidenta segunda pretende mantener su papel como interlocutora del espacio de Sumar, a pesar de que cederá el testigo en su liderazgo. Unas intenciones que respaldan en Moncloa para aislar a la coalición de la marejada orgánica que viven sus socios. “No afecta en nada porque el programa de gobierno está firmado por ambos partidos”, defienden los colaboradores del presidente del Gobierno.

La máxima ahora pasa por evitar cambios que agiten al Ejecutivo y blindarlo de los debates internos de los partidos. Levantar un muro entre el ámbito orgánico y el institucional para que la inestabilidad no salta a la coalición. La vicepresidenta segunda comunicó personalmente a Sánchez su decisión de dimitir como coordinadora de Sumar antes de hacerlo público. Lo hizo telefónicamente porque el jefe del Ejecutivo estaba camino de la base aérea de Torrejón de Ardoz para desplazarse a Jordania. Una conversación que sirvió para transmitir algo de tranquilidad a los socialistas y confirmar que seguiría como interlocutora del espacio de Sumar que aglutina a otras formaciones políticas como Izquierda Unida o Compromís.

En Moncloa rechazan cualquier cambio de interlocutor y se acogen tanto al acuerdo programático como al pacto de coalición para que Díaz sea quien siga asumiendo esta responsabilidad. Una garantía de estabilidad, aunque admiten que el cargo de vicepresidenta segunda corresponde a Sumar y no es nominal. De hecho, la propia Díaz fue nombrada vicepresidenta por decisión de Unidas Podemos en la anterior legislatura, cuando Pablo Iglesias dejó el Gobierno en marzo de 2021 para presentarse a las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid.

En el Gobierno avanzan que no se producirá ningún cambio en las dinámicas de la coalición. Los ministros de Cultura, Ernest Urtasun, y de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, pertenecientes a la cuota de Sumar, también trataron de transmitir este mensaje en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. De forma inusual, ambos acompañaron en la mesa de la sala de prensa a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en una imagen poco habitual. La imagen era el mensaje para trasladar sensación de normalidad, y tanto Urtasun como Bustinduy insistieron en que reiterar la máxima de la estabilidad institucional.

“La vicepresidenta segunda no solo ha reiterado su voluntad de seguir en el Gobierno, también a seguir como presidenta del grupo parlamentario”, aseguró el titular de Cultura. Por ello, transmitió que “los que esperan que se produzca algún tipo de inestabilidad en el grupo van a tener que seguir esperando. La acción desde el Congreso es de máximo apoyo a las iniciativas del Gobierno”, concluyó. En pleno contexto electoral y debido a la competición con Podemos, desde Sumar se optó por marcar distancias con los socialistas y potenciar un perfil propio. Tanto es así que incluso se opusieron a la reforma de la ley del suelo que había sido aprobada previamente en el Consejo de Ministros.

En la cúpula del PSOE enmarcaron estas decisiones como una estrategia electoralista. Tras los malos resultados del partido de Díaz en las europeas, que se suman a los cosechados en las gallegas o vascas, no esconden su temor a que las relaciones no acaben de encauzarse. Más allá de Díaz y a que se implante una bicefalia en Sumar que aleje los cambios en la coalición, este espacio cuenta con otras organizaciones como Izquierda Unida o Compromís que ahora han alentado una mayor autonomía. En esta línea, Urtasun trazó un cordón sanitario para asegurar que “las reflexiones” sobre los resultados electorales y sus liderazgos “las haremos en el ámbito de nuestras organizaciones”.

Sin interferencias

Una amenaza que también trató de alejar el titular de Derechos Sociales. “Nuestro compromiso de Gobierno se plasma hoy aquí”, señaló en referencia a las normas de sus carteras aprobadas por el Consejo de Ministros. Un compromiso añadió, que se centrará en “seguir trabajando para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía de nuestro país”.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, situó igualmente en el ámbito orgánico los “procesos de reflexión” y las “lecturas sosegadas de los procesos electorales”. Además de señalar el “máximo respeto a las decisiones internas” de las formaciones que integran el espacio de sus socios de coalición, concluyó alejando cualquier interferencia que “este Gobierno va a seguir en esta agenda de progreso”.