Comicios 9J

Catalunya vota en las elecciones europeas pendiente de si habrá una repetición de las catalanas

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ZOWY VOETEN

Júlia Regué

Júlia Regué

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Los catalanes vuelven a estar citados este domingo a las urnas para decidir la composición del Parlamento Europeo, justo un día antes de que se constituya el nuevo hemiciclo de Catalunya tras las elecciones del pasado 12 de mayo. La contienda europea ha quedado empañada por las negociaciones sobre la composición de la Mesa del Parlament, cuya presidencia decidirá quién es el primer postulante a la investidura como president de la Generalitat: Salvador Illa o Carles Puigdemont. La posibilidad de una repetición electoral no es descartable, ya que ninguno de los dos tiene una mayoría clara para ser ungido, pero el socialista parte con más opciones de hacerse con el cargo. La andadura del jefe de Junts requiere de una abstención socialista a la que el PSC ya ha dado portazo, pero no por ello se autodescarta, sino que presiona para oficiar un debate sobre su candidatura, incluso amagando con poner en jaque la estabilidad de Pedro Sánchez al frente del Gobierno.

Ante este escenario, el resultado electoral de este domingo servirá más para afianzar posiciones que para decantar balanzas. Y es que la principal incógnita será el nivel de participación. Las europeas suelen despertar poco entusiasmo en los catalanes, si bien es cierto que el precedente más reciente, el de 2019, registró una participación histórica de un 60,93% por la coincidencia con las municipales y por el duelo Puigdemont-Junqueras, tras los datos de 2014 (46,18%), 2009 (36,94%) y 2004 (39,80%).

Junts ganó las elecciones hace cinco años rozando el millón de votos, y el PSC quedó en segundo puesto con ERC pisándole los talones a 32.700 papeletas de distancia. El tablero catalán es totalmente distinto ahora, sin líderes en prisión y con una amnistía aprobada, pero además con un retroceso electoral del independentismo en todas las contiendas y con una subida del PP a cuenta de la desaparición de Cs, por lo que los socialistas se preparan para registrar otro triunfo electoral en Catalunya, encadenando así el quinto consecutivo bajo la batuta de Illa. El pulso entre ERC y Junts se mantiene y se exhibe, tras una campaña en la que se han disputado el ser la fuerza de obediencia catalana y echándose en cara las alianzas europeas, ya que Esquerra concurre con EH Bildu y el BNG y que JxCat no tiene familia a la que sumarse. Se puede dar una lectura envenenada de su particular batalla porque si bien Junts puede volver a quedar por delante de Esquerra en Catalunya, es previsible que los republicanos se beneficien del tirón de sus socios de papeleta y adelanten a la posconvergencia en el cómputo global, al votar en circunscripción única.

La amnistía y el catalán

La amnistía, aprobada de forma definitiva en el Congreso en plena campaña europea, no ha capitalizado el debate, pero ha servido como palanca de polarización entre partidarios y detractores. Los retos europeos han quedado relegados en la agenda por el debate de la posible moción de censura del PP con la invitación a Junts a participar en la ecuación y por la citación judicial a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, hecho que ha permitido a los posconvergentes tener el foco al hacer equilibrios sobre futuros pactos con el PP y redirigiendo la atención a los 'triunfos' sonsacados al PSOE a cambio de sus votos, como el trabajo hecho -por ahora, sin éxito- para que el catalán sea oficial en la Unión Europea. Ya avanzan que esta será una condición que pondrán al Gobierno para que lo exija a los estados miembros en las negociaciones que se darán tras el 9J.

Pero, en el fondo, en los principales cuarteles de los partidos catalanes coinciden en indicar que los electores catalanes decidirán su papeleta por la política doméstica, y que, en realidad, buena parte de la lectura del escrutinio será en clave interna. Es decir, Esquerra valorará su posición respecto a Junts en plena convulsión en el partido, ya que Junqueras dejará la presidencia de Esquerra el lunes para tratar de recuperarla con más fuerza en el congreso del 30 de noviembre; y la posconvergencia comprobará si ha conseguido mantener el 'efecto Puigdemont' pese a que los números no dan para su 'restitución' y su escasa presencia en campaña. El tirón socialista se fía al previsible auge de la extrema derecha, aunque en esta ocasión Sánchez solo ha participado en un mitin en Catalunya, dando muestras de que la partida se la juega en otros territorios.

La investidura y el futuro Govern

Los partidos han ido negociando estos días la Mesa del Parlament, cuyos pactos desligan de la investidura, aunque en el PSC llevan semanas trazando la arquitectura de un posible Consell Executiu y sus candidatos a quedarse con las carteras. Antes, deberán convencer a ERC, que desde Ginebra traza su propia estrategia siendo cortejada también por los Comuns. Así que por mucho que el independentismo se haga con la presidencia de la Cámara catalana, no por ello se debe presuponer que Illa no logrará ser president.

Las carambolas sobre la Mesa que nacerá el lunes son varias: un acuerdo independentista con los Comuns, que los morados se inclinen por el PSC y ERC, que los socialistas pacten con el PP a cambio de un puesto; o que cada cual se vote a sí mismo, lo que dejaría al órgano rector con la representación que les otorgaron los catalanes. De su composición dependerá el candidato a intentar ser president, pero solo de los pactos saldrá su investidura o una repetición electoral.

Lo que está claro es que el lunes se constituirá el nuevo Parlament con polémica. La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el voto de Lluís Puig, que impacta también en el de Puigdemont, ha servido para acercar posiciones entre independentistas, sí, y los republicanos están en la centralidad de los pactos para ser ellos quienes ostenten el mando del Parlament por las reticencias entre Junts, CUP y Comuns. Dos de los tres miembros de la Mesa de Edad son soberanistas, así que permitirán que Puigdemont y Puig voten el lunes, y luego, ya se verá, porque no solo depende de cómo se regule ante la resolución del TC, sino también de para cuándo calculan su regreso con la aplicación de la amnistía.

Catalunya vota hoy en Europa, pero la atención está puesta en el Parlament.

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