Crisis interna

Junqueras dejará el liderazgo de ERC el lunes y Rovira asumirá todo el poder

El líder republicano se va para intentar recuperar el control del partido en otoño

Quién es quién (y qué apoyos tiene) en la lucha por el control de ERC

Reconstrucción: las 72 horas que hicieron estallar a ERC y rompieron el tándem Junqueras-Rovira

Junqueras presentará batalla para recuperar el control de ERC en otoño

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Marta Rovira, en una imagen reciente.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Marta Rovira, en una imagen reciente. / MARC PUIG / ERC

Quim Bertomeu

Quim Bertomeu

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El lunes no solo será un día cualquiera de resaca electoral en Esquerra Republicana. Será el día en el que el Oriol Junqueras, presidente del partido durante los últimos 13 años, dejará el liderazgo de la formación. Se va para intentar atajar la crisis interna que se abrió tras el batacazo de las elecciones catalanas, pero no se marcha muy lejos. Su intención es buscar apoyos internos para recuperar la presidencia de la formación con más fuerza en el congreso que ERC celebrará el próximo 30 de noviembre. En aplicación de los estatutos, el liderazgo de la organización recaerá en la secretaria general, Marta Rovira, que ya controla el aparato interno.

La decisión de irse el lunes ya la tomó el 15 de mayo, en una convulsa reunión de la Ejecutiva del partido, pero faltaba concretar exactamente cómo lo haría. Junqueras, según fuentes de su entorno, ha decidido que comunicará su dimisión el lunes por la mañana en la reunión de la permanente nacional, el núcleo duro de la dirección de Esquerra del que solo forman parte sus principales dirigentes. Luego ya no asistirá a la reunión de la ejecutiva, que se celebra justo después y donde se convoca al resto de la cúpula. Tampoco irá, ya por la tarde, al pleno de constitución del nuevo Parlament.

Al día siguiente, el martes, acudirá una última vez a la sede de la formación, en la calle de Calàbria de Barcelona, para despedirse de los trabajadores. Ya no tendrá ni el coche, ni el móvil, ni el ordenador al que tiene derecho como líder. En ese momento, Junqueras será un militante de a pie y un expresidente de ERC y, como tal, asistirá al consejo nacional del partido, convocado el sábado. Este es el conclave donde se reúnen los cuadros republicanos, y el primero que se celebra desde que estalló la crisis interna por los malos resultados del 12-M.

¿Y a partir de entonces, qué? Pues Junqueras tiene previsto, con un reducido equipo de colaboradores, hacer carretera con un Dacia Sandero de color azul. La intención es reunirse con la militancia, agrupación a agrupación, con dos objetivos: pulsar el sentir de los afiliados y convencerles de que la reconstrucción de ERC está en sus manos. Ese ha sido el gran conflicto que ha estallado tras las catalanas: Junqueras defiende que, tras estar casi cuatro años en la cárcel por el 1-O, merece la oportunidad de seguir liderando, mientras que Rovira cree que tanto él como ella misma deben dar paso a una nueva generación de dirigentes. Junqueras y Rovira, el tándem electoral que ha llevado ERC a lo más alto, se enfrentará por el control del partido.

Duelo con Rovira

La intención inicial de Junqueras era seguir al frente de ERC, pero detectó que no contaba con los apoyos necesarios dentro de la ejecutiva, que controla Rovira desde Ginebra. Eso le llevó a dimitir para intentar volver con más fuerza, revalidado. Pero que Rovira controle el aparato no es ninguna garantía de que acabe ganando el duelo. En el congreso del 30 de noviembre votarán los militantes y Junqueras, por su grado de conocimiento, cree que cuenta con buena parte del territorio. Ellos decidirán a quien entregan la batuta de Esquerra.

Mientras que Junqueras quiere repetir como presidente, Rovira ya ha dicho que no quiere asumir ningún cargo en la próxima dirección. Sin embargo, serán otros dirigentes afines a la secretaria general quienes, bajo su paraguas, presentarán batalla contra Junqueras. Es el primer gran reto del 'rovirismo', encontrar una cara visible, o dos, para librar esta disputa, y sacar rédito al haber pilotado las negociaciones tras las elecciones catalanas con el complicado dilema de decidir entre la investidura de Salvador Illa o unas nuevas elecciones, y a cambio de qué. El lunes comenzará una nueva era en Esquerra. Empieza el juego.

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