Tras la aprobación en el Congreso

Puigdemont y Aragonès exigen a los jueces que cumplan con la amnistía y señalan ya el referéndum

La presidenta del Parlament celebra que se "repare" la situación "injusta" de los diputados electos que se marcharon en 2017

El Congreso aprueba definitivamente la amnistía con el bloque de la investidura

Los fiscales del 'procés' se opondrán a levantar las órdenes de detención por la ley de amnistía

MULTIMEDIA | La gincana de la Amnistía

El candidato de Junts+, Carles Puigdemont, a su llegada en Argelers

El candidato de Junts+, Carles Puigdemont, a su llegada en Argelers / Nico Tomás / ACN

Quim Bertomeu
Carlota Camps
Gisela Boada
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El president Pere Aragonès está en funciones y con un pie y medio fuera de la primera línea política, pero no ha querido renunciar a tener un papel el día que se ha aprobado la amnistía de forma definitiva en el Congreso. También siente como propia una ley que ha condicionado su mandato en varios momentos. Es por esto que ha convocado una declaración institucional en el Palau de la Generalitat para celebrar que hoy es "un día histórico en el camino de la libertad". "La ciudadanía de Catalunya puede conseguir todo aquello que se proponga", ha dicho desde la galería Gòtica de la sede del Govern.

Tres horas después, quien ha hablado de "hecho histórico" ha sido el expresident Carles Puigdemont. El líder de Junts ha protagonizado una breve comparecencia frente a su residencia en el municipio belga de Waterloo, lugar que el partido ha bautizado desde 2017 como la 'Casa de la República'. Acompañado de una bandera catalana y otra de europea, Puigdemont ha celebrado que la norma haya llegado finalmente a buen puerto, seis meses y medio después de ser acordada con el PSOE, y ha considerado que "corrige" una "larga lista de errores" y deja a los independentistas en una cierta "igualdad de condiciones" y sin la "amenaza" judicial permanente. Unas mejores condiciones para afrontar el siguiente paso que, según los posconvergentes, debe ser "la independencia".

"No ha sido un camino de rosas, pero hoy nos hemos sacado una de las espinas de los pies que nos impedían avanzar", ha afirmado Puigdemont, tras avisar que "es necesario mantener la posición y saber aprovechar las oportunidades". Una frase que se puede interpretar como una explicación al cambio de posición de Junts pasando del bloqueo a la negociación en el Congreso tras las elecciones generales, o una avanzadilla de la estrategia que mantendrá a partir de ahora en el Congreso.

La aplicación de la ley

Pero celebraciones y felicitaciones al margen, los dos mandatarios son conscientes de que la aplicación de la ley no será fácil, empezando por los fiscales del 'procés', que ya han avisado de que no la ven aplicable en todos los casos abiertos vinculados con el 1-O. Es por esto que Aragonès ha exigido la "máxima celeridad" en la aplicación de la ley, un mensaje dirigido también a aquellos "que por todos los medios quiere impedir" que el olvido penal del 'procés' "sea una realidad". "Estaremos atentos", ha concluido.

El diagnóstico que hace la Generalitat es que esta norma aliviará definitivamente "el sufrimiento de una parte inmensamente mayoritaria de la sociedad catalana que se ha manifestado contra la represión". Ha puesto de ejemplo los dirigentes independentistas que pasaron por la cárcel o que llevan encima "años de exilio e inhabilitaciones". Pero Aragonès también ha puesto en el foco aquellos ciudadanos más anónimos que, en condenas vinculadas a protestas, verán como se pueden ahorran multas y embargos. Unos afectados que Òmnium cifra en más de 1.616 personas.

La ciudadanía de Catalunya puede conseguir todo aquello que se proponga

Pere Aragonès

— President de la Generalitat en funciones

La lucha por la paternidad de la ley

Pero más allá de las valoraciones políticas, en el discurso del president también se ha podido percibir una clara reivindicación de la estrategia política que el propio Aragonès y su partido, ERC, decidió emprender tras el otoño del 2017. Una estrategia por la que sacó el 'procés' de la vía unilateral para devolverlo a la vía de la negociación política. Una decisión que le valió las críticas de una parte importante del independentismo y que originó varias trifulcas mientras ERC y Junts gobernaron en coalición la Generalitat.

Así, para Aragonès este jueves también ha sido un día para sacar pecho de la "negociación y el diálogo" por el que optó su partido cuando pocos creían que este camino llegara a alguna parte. Un camino que ha hecho que algo que parecía "imposible" como la amnistía, este jueves se haya convertido en "una victoria de país". "Mi reconocimiento a todas las personas que lo ha hecho posible", ha dicho.

Todo ello en un día en el que se han dejado al margen, salvo alguna excepción, los reproches entre los dos partidos. Al menos, en el Congreso de los Diputados, donde Gabriel Rufián y Míriam Nogueras han hablado de la amnistía como fruto de un "independentismo unido" y de victoria "colectiva".

Una estrategia que no ha seguido el candidato de Junts a las elecciones europeas, Toni Comín, que ha querido puntualizar que la aprobación de la norma solo se ha conseguido cuando los siete diputados de su partido ha sido determinante. Lo ha apuntado en unas declaraciones desde Italia, donde está de ruta, en las que también ha dejado en el aire que el regreso de Puigdemont se produzca el 25 de junio, como se había comprometido, para asistir al primer debate de investidura en el Parlament. Junts, sin embargo, asegura que no ha habido ningún cambio de planes.

En una línea más institucional se ha expresado la presidenta del Parlament, Anna Erra, que también ha evitado cualquier mensaje crítico con ERC y ha agradecido "a todas las fuerzas políticas" que han trabajado "intensamente" para la aprobación de la medida de gracia. En una comparecencia desde la Cámara catalana, ha manifestado que esta ley marca un "punto de inflexión en el conflicto político entre Catalunya y el Estado español" y, coincidiendo con Aragonés, ha exigido "una rápida aplicación" de una ley, que, pese a ser "un paso decisivo", no "resuelve los problemas de fondo", ha aseverado.

A poco más de una semana para la constitución del Parlament elegido en las urnas del 12 de mayo, Erra ha recordado que el Parlament "vive una situación anómala", al tener "diputados exiliados" y ha celebrado que, cuando se aplique la amnistía, se podrá "reparar esta injusticia".

Nueva etapa

Con todo, cueste más o cueste menos de aplicar la ley, en lo que todos han coincidido es en que la amnistía tiene que abrir una nueva etapa de negociación del conflicto político por el que se acabe "dando la palabra a la ciudadanía de Catalunya". Igual que lo ha apuntado Puigdemont, también el president Aragonès ha considerado que el siguiente paso es la negociación de un referéndum con el Gobierno de Pedro Sánchez.

La duda es cómo se vehiculará esta demanda de referéndum tras los resultados electorales del pasado 12 de mayo. Si Salvador Illa (PSC) logra ser investido president, el referéndum dejará de figurar entre los objetivos de la Generalitat. Puigdemont se ha referido a la negociación con el PSOE, pero no ha dado ninguna pista de cómo se hará, igual que tampoco lo ha hecho Aragonès. Primero, porque el republicano pronto dejará la política activa y dejará de ser su responsabilidad. Segundo, porque corresponderá a ERC, ahora desde la oposición, decidir cómo afrontar a partir de ahora la demanda de un referéndum.