Crisis hídrica

Catalunya debate sobre la sequía: ¿Qué son y de qué sirven los plenos monográficos del Parlament?

MULTIMEDIA | Emergencia por sequía: los deberes hechos y los que quedan por hacer

Coto a las piscinas, las duchas y el riego: nuevas restricciones por sequía en Catalunya

La oposición recela de las medidas de emergencia por sequía en Catalunya

El hemiciclo del Parlament durante una sesión plenaria

El hemiciclo del Parlament durante una sesión plenaria / BERNAT VILARÓ / ACN

Carlota Camps

Carlota Camps

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Parlament debatirá esta semana sobre la difícil sequía que sufre Catalunya y las consecuencias del cambio climático. Lo hará con un pleno monográfico, a petición de la CUP y los Comuns, que empezará este martes con la comparecencia del president Pere Aragonès y el conseller David Mascort, seguirá con el posicionamiento de los grupos parlamentarios, y terminará el jueves con la votación de las propuestas de resolución. Será el primer pleno específico de este 2024, de los cuatro que hay programados. A principios de marzo se celebrará otro dedicado a las demandas de los agricultores, en abril tendrá lugar uno sobre los derechos de las mujeres y, en julio, uno último sobre las políticas LGTBI.

¿Qué son los plenos monográficos?

¿Qué son los plenos monográficos?

Se trata de una herramienta parlamentaria que permite a los grupos -y también al Govern- proponer la celebración de un pleno específico para abordar alguna cuestión concreta que consideren de interés. Se celebra como un pleno extraordinario, al margen del habitual que tiene lugar cada 15 días, y consiste en un debate político sobre la temática escogida y la votación de varias propuestas. La Mesa y la Junta de Portavoces son las encargadas de decidir cómo se priorizan las peticiones de los grupos y de ordenarlas en el calendario.

¿Cómo funcionan?

¿Cómo funcionan?

Normalmente estas sesiones empiezan con una pequeña exposición de la situación del grupo proponente, seguida de la intervención del president o del conseller, en la que explican las políticas que llevan a cabo en esta materia y habitualmente se guardan algún nuevo anuncio. Acto seguido, es el turno del resto de grupos para posicionarse y, al terminar, se abre un breve periodo para que las formaciones registren sus propuestas de resolución -en este caso, cinco por grupo-, que se votarán en el pleno dos días después. Durante estas 48 horas de margen, los grupos tratan de pactar algunos textos para asegurarse que sus planteamientos puedan ser aprobados en el pleno.

¿De qué sirven?

¿De qué sirven?

Las propuestas de resolución que aprueba el Parlament acostumbran a ser textos que instan al Govern a tomar determinadas acciones, por lo que su cumplimiento -y, por lo tanto, utilidad- acaba dependiendo de la voluntad del ejecutivo. O de su posibilidad de sacarlas adelante, ya sea a nivel técnico o económico.

Cuando el ejecutivo cuenta con una mayoría sólida en el Parlament, estos debates acostumbran a ser una exhibición de las propuestas que el Govern quiere sacar adelante. Dándoles más solvencia y solemnidad. En cambio, en una situación como la actual, en la que el partido que lidera la Generalitat solo tiene 33 diputados de los 135 presentes en el hemiciclo, la oposición se puede aliar para forzar que se aprueben sus demandas y dejar al ejecutivo en evidencia. Más allá de si realmente se acaba cumpliendo o no, el mensaje político de la oposición forzando un giro en las políticas del Govern, tiene trascendencia.

Los últimos monográficos

Los últimos monográficos

El último monográfico que celebró el Parlament fue el de seguridad del pasado noviembre. Los partidos no consiguieron ponerse de acuerdo para presentar ninguna propuesta de resolución conjunta y solo llegaron al pleno las propuestas individuales de cara formación. No hubo ningún gran anuncio ni acuerdo, y el resultado del pleno acabó siendo una reprimenda de los grupos contra la extrema derecha, la validación de la política de la Generalitat de personarse como acusación particular en los casos judiciales donde haya agentes lesionados -ERC se abstuvo en este punto, que salió adelante con el voto de PSC, Junts, Vox, PP y Cs-, y también se aprobó una propuesta que pedía al Gobierno velar por la derogación de la Ley mordaza.

Otro ejemplo es el de junio del año pasado, cuando la oposición forzó un monográfico sobre educación para reprobar la actuación del entonces conseller, Josep González Cambray, en plena batalla con los sindicatos. Sin embargo, cuando se acabó celebrando la sesión, el president ya había cambiado al titular del departamento por Anna Simó. El pleno acabó siendo una presentación del proyecto de la nueva consellera, y se pactaron algunas propuestas más propositivas que censuradoras.