Casol estudia denunciar a Junts tras ser expulsada del grupo por su denuncia de acoso

La diputada -ahora ya no adscrita- Cristina Casol está estudiando junto con sus abogados una posible denuncia contra Junts per Catalunya, tras haber sido expulsada del grupo parlamentario por su denuncia de acoso por razón de género, que finalmente no quedó acreditada. "La ley de igualdad española dice que no puede haber represalias y la expulsión del grupo es una represalia", aseguró este miércoles después de semanas de silencio mediático en una entrevista en el programa Més 324, dónde también explicó que está "en trámites" de darse de baja del partido "por coherencia". La denuncia que estarían estudiando los letrados sería tanto por el "acoso" que asegura que sufrió como por la "represalia" de su expulsión.

El informe sobre el caso, elaborado por una empresa externa a la Cámara, consideró que los hechos no han podido ser "probados", pero apuntó que el partido tienen una base "fuertemente patriarcal" y que hay un "ambiente de trabajo donde el machismo más cultural está arraigado". Sin embargo, la ejecutiva del partido decidió el pasado lunes -no de forma unánime, pero sí mayoritaria- expulsarla del grupo parlamentario al considerar que se trataba de una denuncia interesada y con un uso fraudulento del feminismo para librar batalla interna.

En su primera aparición, Casol negó este trasfondo y aseguró que se trata de "acoso y señalamiento" por su condición de mujer. Entre las diez situaciones que expuso ante la Oficina de Igualdad, la diputada asegura que sufrió "gritos" en público y dentro del hemiciclo, "menosprecios" por su vestimenta, "aislamiento", "cambios absurdos de comisiones" y "abusos de poder".

"Machismo muy agresivo"

La parlamentaria por Lleida también reconoció que tenía posicionamientos ideológicos diferentes a la mayoría del grupo, en cuestiones como los Juegos Olímpicos de Invierno o el proyecto del Hard Rock, pero aseguró que el grupo parlamentario resolvió estas discrepancias con "machismo" y no desde la política, "focalizando" su denuncia contra el presidente del grupo, Albert Batet. "Han hecho un combate ideológico con un machismo muy agresivo", denunció Casol.

Borràs prefiere el "riesgo" de que la amnistía no sea constitucional a "dejar a gente abandonada"

A partir del próximo pleno, que se celebrará la semana que viene, Casol ya no ocupará su escaño al lado de sus compañeros de Junts, sino que será reubicada como diputada no adscrita. El martes que viene, en una reunión de la Mesa ampliada, se decidirá su nueva situación. Esto incluye su nueva ubicación en el hemiciclo, su asignación económica y las comisiones donde se reubicará. Se trata del procedimiento habitual cuando un diputado abandona o es expulsado de su grupo. Actualmente, hay otro diputado en la misma situación. Se trata de Antonio Gallego, que abandonó Vox por discrepancias con la cúpula del partido.

Todo ello, a la espera de la resolución del caso de Aurora Madaula, que sigue de baja tras denunciar públicamente -y más tarde ante la Oficina de Igualdad- una situación similar a la de Casol. La mayoría del grupo parlamentario y también la presidenta del Parlament han mostrado su rechazo a las acusaciones y hasta se la ha invitado a dimitir de su cargo en la Mesa de la Cámara Catalana. Tanto Casol como Madaula son consideradas del sector afín a Laura Borràs, que en público rechaza pronunciarse sobre estos casos.