Último año de legislatura

PSC y Junts acusan a Aragonès de hacer cambios en el Govern por motivos electorales

MULTIMEDIA | Así es el Govern de Aragonès para acabar la legislatura

Aragonès refuerza su núcleo duro en el Govern con Vilagrà de vicepresidenta y Sabrià de viceconseller

Aragonès enfría unas elecciones anticipadas y ve cerca los presupuestos

El líder del PSC, Salvador Illa, y el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet

El líder del PSC, Salvador Illa, y el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet / FERRAN NADEU

Carlota Camps
Sara González
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"Retoques estéticos", "maquillaje de cara a la galería" o "muchos cambios y poco gobierno". La oposición considera que los últimos movimientos en la configuración del Govern anunciados este martes por el president Pere Aragonès, con el ascenso de la Laura Vilagrà como vicepresidenta y de Sergi Sabrià como viceconseller, tienen que ver con los objetivos de ERC en las urnas y no con la gestión en este último año de la legislatura. Un refuerzo del núcleo duro del jefe del ejecutivo que enfría la posibilidad de una convocatoria anticipada de elecciones, pero que los partidos en el Parlament leen ya en clave electoral.

Y es que los cambios se han anunciado solo cuatro días después de que ERC confirmara que Aragonès volverá a ser su candidato y de que el president se haya comprometido de nuevo a agotar el mandato y, por lo tanto, de que sitúe los próximos comicios en 2025. En las últimas semanas, había crecido el runrún en los grupos de la oposición sobre un adelanto electoral que, al menos por ahora, parece que se desvanece por completo.

¿Presidente o candidato?

El PSC ha vuelto a insistir en que lo que necesita Catalunya es un Govern "que afronte los grandes retos de país" como la sequía, la educación o la vivienda y que "piense menos en las elecciones". Así se ha expresado vía redes sociales la portavoz socialista en el Parlament, Alícia Romero, que justo antes de la comparecencia del president ha mantenido una nueva reunión de carácter técnico con el Executiu sobre los presupuestos.

También el portavoz de Junts, Josep Rius, ha utilizado esta vía para cargar contra los cambios en el Govern, que ha calificado de "retoques estéticos" para intentar "remontar a la desesperada". "No aportan nada en cuanto a la mejora de la gestión del gobierno en un momento en que hay prioridades como la sequía o la enseñanza", ha aseverado. Además, el posconvergente ha apuntado que Catalunya necesita "un president" y no un "candidato", en referencia la nominación de Aragonès como cabeza de lista, y ha lanzado un dardo también contra Laura Vilagrà, de quién ha dicho que es una consellera "que ha tenido problemas" y que "no ha sabido organizar unas oposiciones".

Una actitud parecida a la de la CUP, que da por "perdida la legislatura" si estos cambios no van acompañados de un "giro de 180 grados", petición en la que llevan toda la legislatura insistiendo. En declaraciones desde el Parlament, la diputada Laia Estrada ha considerado que el actual Govern lo único que hace es "allanar el camino al PSC" para que aplique su programa electoral.

Nadie reclama elecciones

Los Comuns, por su parte, en la misma línea que socialistas y posconvergentes, han manifestado escepticismo ante estas modificaciones. "Los problemas de Catalunya en educación, sanidad, en renovables… no se resolverán con nuevos cargos, sino trabajando mejor y teniendo modelo de país", ha espetado la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, a través de la red social X. Para su grupo, que puede ser clave en la aprobación de los presupuestos, hay dudas sobre si el movimiento lo hace "como presidente o como candidato" a las próximas elecciones catalanas.

Finalmente, quien también se ha pronunciado es el presidente del grupo de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, que considera que "son movimientos más de cara a la galería que prácticos". Para el líder naranja, se trata de una operación de "maquillaje" para que parezca que "se remodela parar afrontar lo que queda de legislatura", cuando en realidad -a su parecer- se trata "de una simulación". Pese a las críticas lanzadas a derecha y a izquierda, nadie ha exigido explícitamente que se convoquen ya elecciones.