Negociaciones de investidura

Salvador Illa se abre al traspaso de Rodalies y avala la continuidad de la mesa de diálogo

Sánchez coordina con Illa la negociación con los independentistas

Aragonès lleva al Parlament su presión al PSOE para lograr el traspaso de Rodalies

El líder del PSC, Salavdor Illa, con el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament

El líder del PSC, Salavdor Illa, con el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament / FERRAN NADEU

Sara González

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El día después de coordinarse con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para negociar la investidura con los independentistas, líder del PSC, Salvador Illa, ha empezado a perimetrar públicamente el terreno del acuerdo al que están dispuestos a llegar con ERC y Junts más allá de una amnistía que, sin mencionarla, los socialistas admiten que está encima de la mesa. En una entrevista en Catalunya Ràdio ha asegurado -y nunca antes lo había dicho con esta claridad- que él "no es contrario" al traspaso de Rodalies, una de las condiciones sobre las que el Govern ha redoblado la presión, y ha alabado la mesa de diálogo como instrumento "positivo" para cultivar la confianza entre ambas partes.

Illa ha desgranado estas dos cuestiones que forman parte del elenco de condiciones que ponen los independentistas para su 'sí' a Sánchez. En el caso de la reclamación de las competencias de gestión de la red ferroviaria, Illa ha reconocido que él no está en contra de ese traspaso, aunque ha puesto en duda que por el simple hecho de que pase a manos de la Generalitat los trenes funcionen mejor. A su juicio, hay que "generar una dinámica de colaboración" entre administraciones ante una falta de inversiones que no se han hecho "ni nadie ha reclamado" -en referencia al Govern- en los últimos años. "Eso no se corrige ni en un día, ni en un mes ni en un año", ha subrayado, además de defender que el Gobierno de Sánchez se ha arremangado para revertir esa desinversión.

Instrumentos que "generen confianza"

Dar continuidad a la mesa de diálogo que operó en la pasada legislatura es otra de las exigencias que hace ERC, que pide que se mantenga el compromiso que quedó pendiente de "someter a consulta" de los catalanes un eventual pacto. Illa ha aprovechado la ocasión para recordar que, si bien los republicanos "tienen razón" cuando señalan que eso quedó por escrito, tampoco se ha cumplido abrir una mesa de diálogo "estructurado y metódico" entre partidos catalanes. Sin embargo, ha reconocido que ese espacio de interlocución entre la Moncloa y la Generalitat "ha funcionado" y ha sido "positivo", además de dar la bienvenida a instrumentos que "generen confianza" entre las partes negociadoras.

Como era previsible, más críptico ha sido Illa con la negociación sobre la amnistía, palabra que, de nuevo, ha pasado por alto. Sin moverse ni un ápice de la línea discursiva de las últimas semanas, ha defendido dar continuidad a unas políticas que, pese a reconocer que "no han sido cómodas de tomar", como los indultos, "han dado frutos" en Catalunya. "Actuaremos sin golpes de volante", ha defendido, además de insistir en la palabra "coherencia" que ha enarbolado el presidente del Gobierno con la Constitución como referencia.

No hacer "tropezar" al Govern

Sí que ha vuelto a resaltar que lo que no harán los socialistas es avalar propuestas "divisivas" como el referéndum y ha recordado la "generosidad" que han tenido con ERC y Junts cediéndoles diputados y senadores para que puedan tener grupo propio en el Congreso y en el Senado. "No podemos quedarnos encallados en el cordón sanitario que firmaron contra nosotros en febrero de 2021", ha dejado caer.

Una vez más, el jefe de la oposición ha ofrecido colaboración al Govern de Pere Aragonès. Ha concretado que no forma parte de sus planteamientos entrar en el ejecutivo, pero tampoco "hacerlo tropezar para derribarlo". Su apuesta, ha subrayado, será continuar "tendiendo la mano" pese a no renunciar a ser alternativa.

Lo que también ha normalizado Illa es que, una vez se alcance un acuerdo para la investidura este se someta a votación de las bases socialistas. Ha asegurado que esto no es excepcional, sino que ya se ha hecho ante los anteriores acuerdos, además de considerar que hay cohesión interna dentro del partido.