Sexto aniversario

Puigdemont carga contra ERC y exige no "malvender" el 1-O "buscando salidas personales"

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Manifestantes congregados en la plaza Catalunya de Barcelona escuchan el discurso de Carles Puigdemont durante la celebración del sexto aniversario del 1-0

Manifestantes congregados en la plaza Catalunya de Barcelona escuchan el discurso de Carles Puigdemont durante la celebración del sexto aniversario del 1-0 / Jordi IOtix

Carlota Camps

Carlota Camps

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Con el contador para la investidura de Pedro Sánchez ya en marcha, el 'expresident' Carles Puigdemont ha aprovechado el sexto aniversario del 1-O para poner en valor los siete votos de Junts en el Congreso, imprescindibles para que el PSOE pueda formar Gobierno, pero también -y sobre todo- lo ha aprovechado para desmarcarse de ERC. Así se ha desprendido de su intervención en el acto organizado por el Consell de la República y las entidades soberanistas en la plaza de Catalunya, donde ha exigido no "malvender" lo "puntos cardinales" del 1-O "buscando salidas personales".

A la espera de que esta semana el Rey designe oficialmente Pedro Sánchez como candidato a la investidura, hecho que permitirá al PSOE pisar el acelerador de las negociaciones con ERC y Junts, Puigdemont ha evitado hablar directamente de sus condiciones, pero sí que ha querido lanzar dos avisos. El primero a los republicanos, a quien ha querido dejar claro de que no dejaran que se negocie ni se "pase página" en su nombre. Y el segundo al PSOE, advirtiendo de que no se resignarán con una "pax autonómica".

Si el quinto aniversario del 1-O llegó en plena ruptura del Govern de ERC y Junts, con importantes críticas y abucheos contra los republicanos por su estrategia de negociación con el PSOE, en la sexta conmemoración el prisma era totalmente distinto. Los republicanos hace años que transitan en el camino de la negociación con los socialistas, pero ahora la aritmética parlamentaria ha llevado al partido de Carles Puigdemont a explorar el mismo camino. Sin embargo, el 'expresident' ha querido marcar distancias con la estrategia negociadora de ERC.

Así, después de que los republicanos lleven días señalando este cambio de estrategia de Junts, Puigdemont ha intentado darle la vuelta al relato y ha señalado que es ERC quien ha empezado una estrategia de "retorno al 1-O". "Lo quiero saludar, con esperanza", ha aseverado, después de acusarles de haberlo menospreciado durante los últimos años y de haber querido "arrinconar" el Consell per la República.

En una videoconferencia desde Waterloo ante 4.500 manifestantes, según la Guardia Urbana, el 'expresident' ha vuelto a reivindicar el 1-O como "fórmula" para llegar a la independencia, a pesar de no especificar muy bien en qué consistiría esta estrategia. "La fórmula existe, solo tenemos que decidirnos a aplicarla", ha asegurado, pidiendo una "confluencia de voluntades" para que el 1-O sea "más que una fecha a conmemorar".

Abucheos a Òmnium por la amnistía

Pero la desunión del movimiento independentista no se ha visto solo en la dureza del discurso de Puigdemont contra sus exsocios de Govern. También la han sufrido las entidades independentistas, que han mostrado opiniones dispares sobre la amnistía. Mientras que la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha asegurado que es "trampa para blanquear el Estado Español" y ha instado al independentismo a declarar la independencia desde el Parlament el mismo día que se apruebe la ley en las cortes; el presidente de Òmnium, Xavier Antich, ha defendido su necesidad para "forzar al estado" a reconocer que el 1-O no fue "un delito" y lo ha planteado como una "enmienda" a la estrategia del Estado en 2017.

Unas palabras que han arrancado algunos gritos de "amnistía no" y abucheos de parte del público contra Antich. En la celebración del quinto aniversario, quien recibió la hostilidad de parte de los manifestantes fue la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, a quien se le reprochó la estrategia negociadora de su partido en el Congreso de los Diputados.

Discreta asistencia de ERC

Forcadell no ha asistido a la manifestación de este año, a la que ERC ha mandado una discreta representación, encabezada por la diputada en el Congreso, Pilar Vallugera. Antes de empezar el acto, la parlamentaria ha querido reivindicar el papel de los republicanos en el 1-O y ha defendido que solo un referéndum pactado puede "sustituirlo". "¿Ha quedado claro que ERC estamos por la independencia y que lo hemos estado siempre?", ha preguntado retóricamente y con mucha vehemencia Vallugera, seguramente ya previendo las críticas que recibirían una vez empezara el acto.

Justamente, sobre la desunión independentista se ha referido ya esta mañana el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha aprovechado el sexto aniversario del 1-O para pedir a Junts ir a la una en las negociaciones con los socialistas. En una declaración institucional con motivo del sexto aniversario del 1-O desde Fonollosa (Bages), uno de los municipios donde la Guardia Civil actuó para evitar la votación, Aragonès ha vuelto a señalar que la amnistía es necesaria para "culminar el fin de la represión, pero ha asegurado que, por sí sola, no resuelve el conflicto político. En este sentido, ha vuelto a pedir un nuevo referéndum cuyo resultado sea "respetado e implementado".