Las negociaciones para la investidura se cuelan en los debates de la UE

Catalunya, la amnistía, el rol del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y, en general, las negociaciones poselectorales en España se han colado este miércoles en el debate sobre el estado de la Unión en el Parlamento Europeo. Eurodiputados del PP y PSOE han chocado por las conversaciones con Junts y la opción de que se plantee una amnistía, y se han replicado en el plenario de Estrasburgo las rencillas que se viven en la política española. Se han oído acusaciones mutuas de poner en riesgo la unidad de España y el Estado de derecho. Por su parte, Junts ha avisado de que con la negociación se podría abrir una etapa tan "trascendente y decisiva" como la de la transición, y ha instado a Bruselas a seguirlo de forma "constructiva". ERC se refirió indirectamente a las conversaciones, con una mención a la oficialidad del catalán.

"Una amnistía supone negar la existencia de delitos y fulminar la separación de poderes. Es un ataque al Estado de derecho", ha asegurado la eurodiputada del PPC, Dolors Montserrat, en una intervención frente a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Montserrat ha criticado que Sánchez no haya presentado todavía en el plenario las prioridades de la presidencia española, y lo ha vinculado a las negociaciones por la investidura. "No quiere que se vea en público lo que negocia en privado. No quiere coincidir con Puigdemont, un prófugo de la justicia que está ahí y le exige una amnistía". "El precio de la derrota electoral de Sánchez no puede ser una humillación en España", espetó Montserrat.

La jefa de filas de los socialistas, Iratxe García, ha replicado a Montserrat asegurando que "quien pone en peligro la unidad del país es quien avala o plantea una rebelión ciudadana contra los resultados democráticos" -en una referencia a las declaraciones del expresidente español, José María Aznar en las que ha llamado a participar en manifestaciones de protesta contra el Gobierno de Sánchez y sus negociaciones. "La mejor forma de defender el Estado de derecho es asumir el resultado democrático", ha dicho, añadiendo que un Gobierno que "abre el diálogo y la convivencia" no pone en peligro la unidad de España.

Ciudadanos también ha intervenido para criticar las conversaciones por la investidura, asegurando que el PSOE está "negociando con un fugado de la justicia". El eurodiputado de Cs, Adrián Vázquez, pidió a la UE que "no mire hacia otro lado". Según Vázquez, el PSOE está planteando "la impunidad de quienes atacaron el estado de derecho por mantenerse en el poder". "No hablo de Hungría ni Polonia, sino del país que ostenta la presidencia del Consejo. Escuchen la llamada de auxilio", ha dicho el eurodiputado que preside la comisión de Asuntos Jurídicos que trató el levantamiento de la inmunidad de los eurodiputados de Junts.

Por su parte, Toni Comín ha dicho a la presidenta de la Comisión Europea que el Estado afronta en Catalunya la negociación "más trascendente y decisiva desde la transición". Comín ha afirmado que por la transición Europa "entendió que la negociación era determinante no sólo por España, sino también por Europa, y por su futuro y estabilidad", y que ahora también. El eurodiputado de Junts ha dicho que si España sabe encontrar una solución basada "en los derechos de los hombres, la democracia, y los derechos internacionales civiles y políticos, es decir, el derecho a la autodeterminación, la solución será sólida y duradera ". Comín ha instado a la Comisión Europea a seguir los preceptos de una "eventual negociación" y abordarlo con una "actitud responsable y constructiva".

En su intervención, el eurodiputado de ERC, Jordi Solé, se refirió indirectamente a las negociaciones, asegurando a Von der Leyen que le gustaría poder dirigirse a ella en su "lengua materna, el catalán" en la su próxima intervención en el Parlamento Europeo. El próximo 19 de septiembre, el Consejo de Asuntos Generales tratará la petición de España de hacer oficiales el catalán, el vasco y el gallego. En paralelo, la mesa de la cámara tiene sobre la mesa una petición para permitir su uso como lengua de trabajo, independientemente de si se declara oficial o no.