Gastronomía

Mariscada de "Piliña": el mejor producto de la ría del que disfruta el rey emérito en Sanxenxo

En su negocio vende "Piliña" marisco vivo o cocido y lo lleva a domicilio si es necesario, como es el caso.

El rey emérito ya navega por aguas de Sanxenxo.

El rey emérito ya navega por aguas de Sanxenxo. / RAFA VÁZQUEZ

R. P.

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El rey emérito Juan Carlos I ya está de vuelta en España. Pasadas las dos de la tarde de este miércoles, aterrizó en el aeropuerto de Vigo. El regatista Pedro Campos, anfitrión del rey emérito en sus visitas a Sanxenxo, fue desde su casa de Nanín al aeropuerto vigués de Peinador, para recogerlo.

Esta es la tercera visita a España del emérito, desde que se marchó a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020, y de nuevo aprovechará para estar con sus amigos de la vela y participar en la regata programada, si el tiempo lo permite, para el fin de semana, con dos días previos de entrenamiento.

El rey emérito llegó en un avión privado, como hizo en los dos viajes precedentes a España, en mayo de 2022, y el pasado mes de abril.

Por su parte, "Piliña", muy conocida en Sanxenxo y alrededores por su fama de contar con los mejores productos del mar, ha llegado en su furgoneta este miércoles a mediodía para hacer una entrega en casa de Campos con motivo de la visita de Juan Carlos I.

El contenido es "bueno", ha sido la sucinta declaración de esta comerciante, que continúa un oficio al que ya se dedicaba su tatarabuela y de la que todos los que la conocen dicen que tiene muy buen ojo para elegir.

Pese a la insistencia de los periodistas congregados ante el chalé, no ha entrado en más detalles acerca del menú encargado.

En su negocio vende "Piliña" marisco vivo o cocido y lo lleva a domicilio si es necesario, como es el caso.

“No puedo decir nada. Soy la encargada de la cocina”, han sido las palabras de esta pescadera, que continúa un oficio al que ya se dedicaba su tatarabuela y de la que todos los que la conocen dicen que tiene muy buen ojo para elegir.

El año pasado ya había hecho lo propio y había dejado en el chalé de Campos en Nanín rodaballo a la plancha, manjar que apasiona a Juan Carlos I. Esta vez no ha desvelado el contenido del menú que acababa de entregar a domicilio.