Cámara catalana

Los 5 retos de Anna Erra como presidenta del Parlament

Anna Erra, la 'turullista' que quiere relevar a Laura Borràs en el Parlament

GRÁFICO | Los candidatos moderados de Junts sufrieron menos desgaste en las municipales

El diputado Ferran Estruch presenta la moción durante el pleno.

El diputado Ferran Estruch presenta la moción durante el pleno. / PARLAMENT

Carlota Camps

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La elección de Anna Erra como nueva presidenta del Parlament pone fin a prácticamente un año de interinidad en la Cámara, que empezó con la apertura de juicio oral contra Laura Borràs por corrupción y su posterior suspensión como parlamentaria. La líder de Junts se negó a dimitir y obligó a la vicepresidenta Alba Vergés, de ERC, a asumir sus funciones provisionalmente. Se estrenó con mucha incomodidad, pero con el tiempo ha ido amoldándose al puesto, haciendo tándem con Assumpta Escarp, del PSC. Once meses después, la retirada del escaño de Borràs por orden de la JEC ha desatascado una situación que una parte de Junts deseaba resolver desde hace meses. A partir de ahora, Erra, próxima al secretario general Jordi Turull, tendrá que afrontar varios retos como nueva presidenta de la institución.

Recomponer la mayoría independentista

Recomponer la mayoría independentista

El primero pasa por intentar recuperar la mayoría independentista, que ha quedado muy tocada este último año, tras la suspensión de Borràs, la salida de Junts del Govern y el pacto presupuestario del 'president' Pere Aragonès con el PSC y los Comuns. Pese a que desde el inicio de su presidencia, los encontronazos con ERC, y también con la CUP, fueron múltiples, Borràs convirtió el Parlament en un contrapoder al Executiu y especialmente a Aragonès. Lo imprimía a cada comparecencia pública y a cada dinámica parlamentaria. La elección de la nueva presidenta, de nuevo con un acuerdo con Esquerra, debe ser la primera piedra para la reconstrucción de las confianzas entre los dos partidos.

La reincorporación de funcionarios con licencias por edad

La reincorporación de funcionarios con licencias por edad

La nueva presidenta del Parlament también tendrá que lidiar con los conflictos laborales de la institución, tras la supresión de las licencias por edad. Hasta 27 funcionarios de la Cámara que estaban prejubilados tendrán que reincorporarse a su puesto de trabajo desde ahora hasta finales de año por la derogación de este derecho que les permitía seguir cobrando el sueldo sin ejercer los últimos años de vida laboral. Hasta ahora se han reincorporado 12 trabajadores, aunque se les permite teletrabajar. También deberá lidiar con la Oficina Antifrau de Catalunya que, tras recibir una denuncia anónima, ha abierto una investigación al Parlament por posibles irregularidades en cuanto a estas licencias.

Nombrar una nueva secretaria general

Nombrar una nueva secretaria general

Hace un año que el puesto de secretario general está vacante, tras la dimisión en junio de 2022 de Esther Andreu. Cuando tomó posesión, Borràs relevó a Xavier Muro y optó por nombrar a alguien que consideraba de su confianza. Andreu, que hasta entonces era letrada rasa, tuvo varios incendios mientras estuvo en el poder. Primero se la acusó de ocultar información con la polémica de las licencias por edad y terminó acusando al letrado Antoni Bayona por acoso psicológico a una archivera que quedó en nada, aunque el momento más agrio fue el encontronazo con Borràs por el escaño del exdiputado cupero, Pau Juvillà. Sin embargo, no dimitió por ninguno de estos episodios, sino por la polémica que acarreó el nombramiento de su hijo como ujier interino. Antifrau determinó que no había gestionado adecuadamente la situación, al no haber informado del conflicto de intereses. Borràs no llegó a nombrar ningún sustituto y hasta la fecha los letrados, igual que Vergés y Escarp, han ido manejando la situación. Ahora, Erra deberá hacerlo.

Las reformas del reglamento interno

Las reformas del reglamento interno

También está pendiente la reforma del reglamento del Parlament, para limitar los discursos de odio de Vox e introducir el voto telemático, que serviría como vía para legalizar el voto del diputado de Junts, Lluís Puig. A principios de mayo, el texto propuesto por ERC y la CUP superó la primera votación, pero la extrema derecha ya ha avisado de que si se aprueba definitivamente lo impugnará ante el Tribunal Constitucional. También están en cola las modificaciones de la ley de expresidentes, que les dan derecho a cobrar una indemnización por cese del cargo y una pensión vitalicia. En el caso de Borràs, hasta que se modifique la norma, podía cobrar 8.000 euros mensuales, a pesar de su condena por prevaricación y falsedad documental, pero ha rechazado solicitar la paga. Y, aunque no hay previsión de resolverlo a corto plazo, también está pendiente la regularización de las dietas de todos los diputados.

¿Recuperará los honores?

¿Recuperará los honores?

Erra también deberá decidir si recobra la presidencia del Parlament con todos sus derechos y deberes, o si deja espacio para la simbología, al menos en el campo protocolario. Así como Quim Torra nunca ocupó el despacho de su antecesor, Carles Puigdemont, porque le consideraba el 'president' legítimo; la nueva presidenta de la Cámara también tendrá que tomar decisiones en este sentido. Empezando por el saludo de honor de los Mossos y el sonido del timbre a su llegada a la Cámara, que no se produjo durante la etapa de Vergés. Hasta ahora, Borràs se ha seguido presentado como la presidenta 'moral' de la instrucción y ha asistido a la mayoría de plenos desde la tribuna, forzando las salutaciones de sus compañeros de partido desde el atril.

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