MAPA | Aquí se la juegan los Comuns en las elecciones municipales de Catalunya

Para Ada Colau estas elecciones son un todo o nada. O logra ser alcaldesa un tercer mandato o se producirá un punto de inflexión en su trayectoria municipal. Y es tan crucial lo que suceda en Barcelona, que para los Comuns es también el termómetro de su éxito o de una fuerte estocada de la que será difícil remontar en Catalunya. Sin la capital, su proyecto entraría en crisis porque supondría perder su principal cuota de poder, por mucho empeño que pongan en retener la quincena de ayuntamientos que ahora están bajo sus dominios y aumentar su representación territorial.

Por lo tanto, más que cualquier otro partido, En Comú Podem se la juega en Barcelona. No se trata de una cuestión de supervivencia, pero sí de consolidar o quebrar el hiperliderazgo sobre el que pivota el espacio y que es, a su vez, el principal puntal con el que cuenta Yolanda Díaz para dar alas a Sumar. A sabiendas de esa dependencia y, a la vez, convencidos de que Colau tiene muchas opciones de salir victoriosa a juzgar por las encuestas que obran en su poder, los morados de han dedicado en el último año a cultivar el arraigo del partido más allá de la capital.

Entra dentro de sus prioridades retener las alcaldías que consideran que son las más emblemáticas y que mayoritariamente provienen de la herencia de ICV. En concreto, la de los cinco municipios más poblados en los que gobiernan. Dan por descontado que Lluís Mijoler seguirá gobernando el Prat de Llobregat, plaza que no conoce otra batuta que no sea ecosocialista. También es una prioridad Santa Perpètua de Mogoda, donde Isabel Garcia lleva el mando ininterrumpidamente desde el año 2011, aunque previamente ya ostentó el cargo entre 2002 y 2007.

Y Montcada i Reixac, con Laura Campos al frente durante los últimos ocho años, también está señalada en rojo, hasta tal punto que Díaz la tiene en su agenda de mítines. Sant Feliu de Llobregat, donde Lídia Muñoz se ha partido este mandato con ERC, y Montornès, con José Montero como alcalde desde 2011, cierran el grupo de fortines.

El reto del Baix Llobregat

Más allá de consolidar estos feudos, si una cosa buscan los Comuns es aumentar su representación y revertir las consecuencias negativas que supuso la fragmentación con la que concurrieron en 2019. Ahora que han sellado una coalición sólida con Podem para no rivalizar entre ellos, creen estar en disposición de superar los 264 concejales que ahora tienen y lograr dos hitos: convertirse en la cuarta fuerza en Catalunya en porcentaje de votos y volver a ser, como lo fueron en 2015, segundos en el Baix Llobregat. En esta comarca ya participan de los gobiernos, principalmente con alcaldías del PSC, en Cornellà, Sant Joan Despí, Sant Boi, Esparreguera, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Cervelló y Viladecans, y quieren seguir manteniendo este músculo.

Además de estos objetivos, intentarán apuntalar las alcaldías que ahora ostentan, como las de Pallejà, La Palma de Cervelló, Santa Coloma de Cervelló, Castellbisbal, Sant Iscle de Vallalta, La Sénia, Corbera d'Ebre, Pinell de Brai, Altafulla, Santa Oliva y Aiguamúrcia. 

La asignatura pendiente

También hay tres ciudades en las que buscan sacarse la espina clavada de no haber obtenido representación, precisamente, porque al concurrir dividido el espacio, no lograron superar la barrera del 5%. Es el caso de Sabadell, donde se presentaron con hasta cuatro listas y donde ahora, tras un proceso de reunificación, ponen toda la carne en el asador con el diputado en el Congreso Joan Mena como alcaldable. También buscan lo propio en Terrassa, Sant Cugat del Vallès, Manresa, Vilanova i la Geltrú y Vic, donde en 2019 se quedaron fuera por tan solo 40 votos.

La sala de máquinas de los Comuns sitúa en el radar de plazas en los que pueden ser competitivos Castelldefels, donde Candela López -coordinadora nacional de Catalunya en Comú- ya fue alcaldesa entre 2015 y 2017, y Mollet del Vallès. Más allá del área metropolitana, En Comú Podem busca retener musculatura en Tarragona y Lleida, ciudades en las que ha participado de la gobernabilidad durante este mandato gracias a una alianza con ERC que acabaron rompiendo en ambos casos. Territorio comanche es para ellos Girona, así como las comarcas de interior de Lleida, aunque esperan hacer un buen papel en Salt y Olot.

"Estamos ampliando nuestro suelo electoral arreglando lo que no funcionó en 2019 y sembrando para las elecciones de 2027", resumen desde el equipo de campaña de los Comuns, que se aferran a un contexto político "más local que catalán" y "más estatal que catalán". Prueba de ello, la presencia frecuente de Díaz en Barcelona, pero también la de Pedro Sánchez y diez ministros en el caso del PSC y la involucración de Alberto Núñez Feijóo con el alcaldable del PP en la capital, Daniel Sirera.

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