Elecciones municipales 2023

El PSC se arremanga en Terrassa y Sabadell para afianzar el cinturón rojo

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El líder del PSC, Salvador Illa, con la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, y el alcalde de Cerdanyola del Vallès, Carlos Cordón

El líder del PSC, Salvador Illa, con la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, y el alcalde de Cerdanyola del Vallès, Carlos Cordón / PSC

Sara González

Sara González

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El PSC afronta la batalla electoral del 28 de mayo convencido de que su histórico cinturón rojo no le va a fallar. Atrás queda el paréntesis de aquel par de años -entre 2015 y 2017- en que se tiñó de naranja con el ascenso de Ciutadans a lomos del punto álgido del 'procés'. Dentro de su tradicional vivero de votos, si hay dos alcaldías de alta importancia para los socialistas más allá del Barcelonès y el Baix Llobregat, estas son las de las dos grandes ciudades del Vallès Occidental: Terrassa y Sabadell, tercera y quinta del ranquin de ciudades más pobladas de Catalunya. En la primera perdieron dolorosamente la alcaldía y en la segunda recuperaron el mando en la agridulce noche electoral de hace cuatro años.

El líder del partido, Salvador Illa, se arremanga este martes por atraer el voto en estas dos plazas donde el PSC ha tenido que navegar en aguas revueltas en los últimos años por motivos de naturaleza absolutamente distinta. El jefe de la oposición jugará fuerte la carta de ser el partido que defiende de forma acérrima la Ronda Nord para escalar posiciones. En el caso de Terrassa, Jordi Ballart logró la hazaña de poner fin a 40 años de gobierno socialista tras haber roto el carnet socialista y fundar de cero Tot per Terrassa. Y en el caso de Sabadell, tras el estallido del caso Mercuri hace una década, cayó una alcaldía que solo tardaron un mandato en recuperar de la mano de Marta Farrés, pero en la que sigue dando coletazos la macrocausa que llevó a Manuel Bustos a la cárcel.

Poco esperaba el PSC en 2019 que Ballart se impusiera como alcalde. Dos años antes, lo había dejado todo, la militancia socialista y la alcaldía, que heredó de Pere Navarro cuando este hizo el salto al liderazgo del partido y encabezó la candidatura a las elecciones catalanas. Seis concejales más siguieron los pasos de Ballart, que criticó públicamente al PSC -entonces ya con Miquel Iceta al frente- por haber apoyado la intervención de la autonomía de Catalunya a través del 155. Pero también por las "presiones" que aseguraba haber recibido por su propósito de remunicipalizar la gestión del agua.

Acto con Zapatero

Tras su salida del ayuntamiento, tuvo al menos dos ofertas de otros partidos, pero las rechazó y optó por crear uno nuevo. Y se llevó el gato al agua con 10 concejales ante la sorpresa de los socialistas, que se quedaron con siete. Ahora, el propósito de Illa es arrebatarle una alcaldía en la que Ballart ha logrado consolidarse con sello propio. En la sala de máquinas socialistas admiten que, aunque no es fácil, no es imposible. Los pactos -Tot per Terrassa gobierna con ERC- serán determinantes. Por lo que pueda ser, el alcalde no veta la posibilidad de llegar a acuerdos con el PSC, que busca atraer el voto con un mitin en el que Illa y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero tratarán de aupar a la candidata, Eva Candela.

Tras su paso por Terrassa, pero también por Rubí, Montcada i Reixac y Cerdanyola del Vallès, Illa tiene en su agenda como plato fuerte Sabadell, donde es clave para el PSC revalidar a Farrés, que logró duplicar la representación -de cinco concejales a 10- tras el varapalo histórico sufrido por la caída de Bustos, que gobernó durante 13 años la ciudad. Sin embargo, incluso con su peor resultado en 2015, cuando la fragmentada izquierda de Sabadell pactó un cuatripartito para desbancarlos del poder, los socialistas no han dejado de ser los más votados en Sabadell durante los últimos 24 años.

Fragmentación en Sabadell

El partido da por hecho que Farrés volverá a ganar. La cuestión es si necesitará pactos para asegurar la alcaldía y, en todo caso, con quién. La oposición, liderada por ERC, el principal rival del PSC en Sabadell, fue incapaz de tejer una mayoría alternativa hace cuatro años, pero los republicanos, la Crida y En Comú Podem no esconden sus intenciones de sumar si les salen las cuentas. Todos tienen muy presente que hay tentáculos judiciales que aún pueden provocar un quebradero de cabeza al gobierno municipal. Especialmente la pieza 28 de Mercuri, la que hace referencia a la concesión del contrato de recogida de residuos y limpieza viaria a la empresa Smatsa y que aún pude sumar una nueva condena para el exalcalde Bustos.

Farrés declaró como testigo en este caso en el que se investiga la concesión durante 15 años de un contrato que todavía continúa vigente y pagos de viajes a responsables políticos y funcionarios entre 2009 y 2012. Hay una oncena de investigados por prevaricación, tráfico de influencias, soborno, falsedad documental, infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos, blanqueo y delito electoral que están aún a la espera de juicio.

Hace dos meses, Farrés fulminó al hasta entonces número 3, Jesús Rodríguez, al que decidió no incluir en la candidatura, por "amenazas y coacción" y lo denunció ante la Fiscalía. Y este ha replicado presentando otra denuncia al ministerio fiscal por presuntas "irregularidades" en los contratos de limpieza, un asunto que ha empañado la campaña en una ciudad que el PSC considera buque insignia de su musculatura territorial.

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