Ernest Maragall plantea crear un fondo de 1.000 millones de euros para rehabilitar el 25% de las viviendas de Barcelona

El tema republicano de la campaña de Barcelona es la vivienda. Y lo es por varias razones. Primero, porque es el problema más acuciante que sufren los barceloneses, segundo porque Ernest Maragall cuenta con un Govern que respalda sus propuestas y tercero porque es el' tema donde puede entrar en confrontación abierta con Ada Colau. No tanto por divergencia ideológica, sino desde la crítica a una alcaldesa que se hizo con la vara de mando prometiendo, justamente, domar el precio de la vivienda. Otras cuestiones, que quizá tienen más protagonismo en las polémicas públicas, como las 'súperilles' no permiten a ERC, inventor del concepto, en 2011 en Gràcia, distanciarse de la alcaldesa común. Con el turismo sucede tres cuartos de lo mismo que con la emergencia habitacional, pero es, a la vez, un tema más sensible, dada la creación de riqueza, y empleos que genera.

Falta oferta de vivienda y esta se nutre, según propone ERC, no únicamente con la construcción exclusiva de nuevos pisos, ni siquiera para ponerlos de alquiler, sino de distintas fuentes. Y una de ellas es la rehabilitación de fincas, práctica habitual en las ciudades europeas. Ernest Maragall ha planteado en este primer día de campaña la creación de un fondo de 1.000 millones de euros para rehabilitar 160.000 viviendas, el "25% del total con que cuenta Barcelona", detalló el alcaldable. En principio este fondo estaría hospedado en las cuentas municipales, aunque, a buen seguro, contarían con la contribución de otras administraciones, Europa entre ellas.

Placas fotovoltaicas

A este plan se suma el que propuso, a la sombra de la pérgola fotovoltaica del Fòrum, de la instalación, en 400 edificios que albergan equipamientos municipales, de placas solares que nutrirían un total de 20.000 viviendas.

En cuanto al soniquete de los posibles acuerdos poselectorales, algo que va a ser persistente dado el empate a cuatro que dibujan las encuestas, Maragall hizo caso omiso al ofrecimiento de pacto la alcaldesa Ada Colau. "No tiene ninguna credibilidad, después del 'pacto de la vergüenza' que hizo en 2019 con Manuel Valls" y que, a la postre, impidió al republicano acceder a la alcaldía. Eso sí, dejó la puerta abierta a una futura entente con los comuns, eso sí, siempre que los resultados hagan evidente "que Colau no puede repetir mandato". Es decir, si es él el que precisa del apoyo de los comuns para llegar a la alcaldía.