Clima electoral

De la sequía al escaño de Borràs: el Parlament diseña un pleno para saldar cuentas pendientes antes de las municipales

Reproches cruzados entre ERC y el PSC por la gestión del Estado y de la Generalitat ante la sequía

El Parlament retrasa el cese de Borràs y alega ante la JEC que su condena no es firme

La junta de portavoces, reunida este martes en el Parlament

La junta de portavoces, reunida este martes en el Parlament / Parlament

Sara González

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El clima electoral impregna ya cada recoveco del Parlament y escala decibelios a medida que se acerca el 28 de mayo. El pleno de la semana que viene será un buen retrato de hasta qué punto la pugna por las municipales lleva ya la batuta de la política catalana. La junta de portavoces ha diseñado un orden del día para saldar cuentas pendientes que van desde el pulso para aplazar las multas por la sequía a la reforma del reglamento para acabar con la interinidad de la presidencia de la Cámara, un frente que está a expensas también de una nueva orden de la Junta Electoral para retirar el escaño a Laura Borràs que podría irrumpir en medio del debate parlamentario.

El Govern tiene poco más de una semana para decidir cómo afronta el hecho de que PSC y Junts hayan presentado sendas propuestas para lograr una moratoria del régimen sancionador a los ayuntamientos que incumplan con las restricciones impuestas por la escasez de agua. ERC asume que está en minoría y que, si no entra a negociar, no podrá frenar la congelación de las amonestaciones. Ante el riesgo de que posconvergentes y socialistas pactaran una demora hasta septiembre -el margen que está dispuesto a conceder el PSC pese a pedir explícitamente la supresión en una enmienda a la totalidad que, de momento, no será debatida-, los republicanos han facilitado que la propuesta de Junts entre en el orden del día, síntoma de que la negociación está en marcha a tres bandas.

Reformas

La llamada 'guerra del agua' poco tiene que envidiar a la batalla abierta por la sucesión de la líder de Junts, Laura Borràs, como presidenta suspendida del Parlament. El grupo de Salvador Illa ha logrado que su propuesta para que baste el 'sí' de la mayoría del pleno para apartarla se ha hecho un hueco también en la agenda de la semana que viene para que se vote su tramitación por urgencia extraordinaria. Se trata de una patata caliente para ERC, cuyos votos serán determinantes para que esta iniciativa tire adelante. Sin embargo, los republicanos recelan de una reforma que no consideran "prioritaria", que se impulsa "'ad hoc'" y que señalan que tiene "claroscuros".

De hecho, si se ha acordado que la reforma del PSC se aborde de forma conjunta en el orden del día con la iniciativa impulsada de la mano de la CUP para un cambio puntual en el reglamento para que se regularice el voto telemático del diputado de Junts Lluís Puig y para frenar el discurso de Vox en la Cámara. ERC, como el resto de partidos y también el propio PSC, están convencidos que antes que cualquier modificación en el Parlament llegará la orden de la JEC para despojar a Borràs del acta.

Y es que justo este viernes concluye el plazo de 10 días que el órgano electoral dio a la Cámara catalana para presentar alegaciones por la situación de la dirigente de Junts tras su condena por prevaricación y falsedad documental. Aunque la Mesa decidió defender que no se puede apartar a una diputada sin que la sentencia sea firme -las alegaciones se presentarán el jueves-, todos los grupos dan por descontado que el destino de Borràs será el mismo que el del 'expresident' Quim Torra y el exdiputado de la CUP Pau Juvillà: quedar fuera de la institución. Teniendo en cuenta que el 1 de mayo es festivo y que el 2 lo es en Madrid, el nuevo imperativo de la Junta Electoral podría irrumpir a partir del miércoles.

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