Las elecciones del 28-M

Ada Colau pone su cara por tercera vez en la papeleta de las municipales de Barcelona

Lista de BComú para las elecciones municipales de Barcelona 2023: candidatura de Ada Colau

El excalcalde Trias, que se presenta como su principal adversario, también lo hará

Colau

Colau

Sara González
Toni Sust
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ada Colau se presenta por tercera vez a las elecciones municipales de Barcelona y por tercera vez los votantes que acudan a los colegios electorales encontrarán su cara en la papeleta de Barcelona en Comú. La primera vez, en 2015, la decisión tenía un motivo claro: que nadie se confundiera, a la vista de que las siglas del partido no eran conocidas.

Había un antecedente: la candidatura de Podemos a las europeas, que llevaba la cara de Pablo Iglesias. En 2019, Colau repitió, y esta vez lo hará, pero no será única entre los principales candidatos en Barcelona.

Los que ponen la cara en sus papeletas en estas elecciones municipales son Colau y Xavier Trias. No es una metáfora, es literal. El alcaldable de Junts ha optado por estampar su rostro y no las siglas de su partido en la papeleta, la alcaldesa de Barcelona también vuelve a estampar su foto, como en los dos comicios anteriores.

Se trata de una fórmula para exprimir la figura del candidato, que ayuda a destacar entre las otras opciones por incorporar una imagen y que busca que el elector identifique fácilmente a quién quiere votar. Además, es coherente con el proyecto de Barcelona en Comú, que se basa de forma evidente en la figura de Colau, hasta el punto de que cuesta imaginar al partido sin la alcaldesa.

Precedentes

Desde su irrupción en el panorama político barcelonés, la confluencia de Barcelona en Comú optó por seguir la estela de Pablo Iglesias, una estrategia electoral que contribuyó a popularizar su imagen. Entonces, era una marca nueva que necesitaba cuajar en el imaginario electoral. Y lo hizo. Logró entonces arrebatarle la alcaldía a Trias. Cuatro años después, a pesar de haber apuntalado su popularidad, la alcaldesa volvió a repetir la papeleta con su foto con el argumento de que era su reválida, una especie de plebiscito para poder continuar.

No le sirvió entonces para ser la más votada -fue el republicano Ernest Maragall-, pero obtuvo suficiente apoyo como para moverse ágilmente y pactar con el PSC para continuar llevando la batuta en la ciudad gracias al beneplácito de Manuel Valls, que le prestó tres votos decisivos en la investidura. En esta tercera ocasión, para Colau es un todo o nada y su apuesta ha sido no tocar ningún detalle que pueda contribuir a su victoria. La contrapartida de poner todas las fichas en la proyección del cabeza de lista acaba siendo la dependencia que después tiene el espacio de su victoria y la dificultad de relevo.

Contra la fragmentación

Conscientes de ello y del duro golpe que supondría perder Barcelona, los Comuns se han centrado en el último año en consolidarse más allá de la capital catalana y venden como un hito haber logrado acabar con la fragmentación y la dispersión de siglas en estos comicios. Esta vez, a diferencia de hace cuatro años, Catalunya en Comú y Podem han sellado una entente para no competir en candidaturas separadas en ningún municipio.

No será la única Colau dentro del espacio de los Comuns que pondrá su cara en la papeleta. También lo harán las alcaldesas de Montcada i Reixac y Santa Perpètua de Mogoda, Laura Campos e Isabel Garcia (ambas procedentes de la extinta ICV); la alcaldable en Sant Feliu de Llobregat, Lidia Muñoz; el de Viladecavalls, Carles Rodríguez; y la de Altafulla, Montse Castellarnau.

Suscríbete para seguir leyendo