Las cuentas catalanas

El Govern supera los vetos a los presupuestos y escenifica la ruptura con Junts y CUP

ERC defiende su pacto “puntual” con el PSC y los Comuns en un debate marcado por el cruce de acusaciones entre los partidos independentistas

BARCELONA 01/02/2023 Política. El president de la Generalitat, Pere Aragonès y el presidente del grupo parlamentario de PSC-Units per Avançar, Salvador Illa Roca, firman un acuerdo para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para el 2023. FOTO de FERRAN NADEU

BARCELONA 01/02/2023 Política. El president de la Generalitat, Pere Aragonès y el presidente del grupo parlamentario de PSC-Units per Avançar, Salvador Illa Roca, firman un acuerdo para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para el 2023. FOTO de FERRAN NADEU / FERRAN NADEU

Sara González
Carlota Camps
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Los presupuestos han superado ya el primer asalto en el Parlament, el del intento de veto de la oposición, gracias al acuerdo de ERC, PSC y los Comuns. La alianza, justo el día en que se cumplen dos años de las elecciones del 14 de febrero de 2021, ha sido interpretada por Junts y la CUP como el entierro oficial por parte de Pere Aragonès de la mayoría independentista. De poco ha servido que el Govern haya defendido que se trata de un pacto “puntual y concreto”. Para los dos partidos que votaron la investidura del ‘president’ la legislatura tiene cuerda para continuar, pero lo hace a lomos del “autonomismo” escogido por los republicanos.

La ‘consellera’ de Economia, Natàlia Mas, ha recitado las bonanzas de los presupuestos “más expansivos”, "más participativos" y "más colaborativos", y ha reivindicado que para lograrlos el Executiu ha salido de la “zona de confort” y asumido “contradicciones” -siendo la B-40, la cesión más flagrante-. Mas ha recordado a la posconvergencia que la negociación con los socialistas la empezó el 'exconseller' Jaume Giró, así como el pacto en la Diputación de Barcelona de las dos formaciones, y les ha pedido que se sumen al acuerdo, evitando lo "maximalismos". Pero ha sido como pregonar en el desierto. La incomodidad por sacar adelante las cuentas de la mano de Salvador Illa es palpable en las filas republicanas, aunque también el PSC se ha encargado de recordar que en ningún caso su voluntad es "falcar" al Govern.

Las enmiendas a la totalidad presentadas por JxCat, Vox, CUP, CS y PPC, han sido rechazadas con 59 votos a favor y 74 en contra, por lo que el proyecto presupuestario continua ahora su tramitación, que está previsto que culmine con la aprobación definitiva de las cuentas en el pleno del próximo 10 de marzo. Con los mismos avales quedaron en nada los vetos al proyecto de ley de medidas fiscales, financieras, administrativas y del sector público, conocida como 'ley de acompañamiento' a las cuentas.

"Enmienda a la totalidad" a Aragonès

El objetivo de Junts era convertir la puesta de largo del acuerdo de presupuestos entre ERC, el PSC y los Comuns en la prueba del algodón del cambio de rasante escogido por Aragonès en el ecuador de la legislatura. Este es el 'leitmotiv' al que se han ceñido los posconvergentes a la hora de defender su enmienda a la totalidad a las cuentas, que ha convertido en una "enmienda a la totalidad" a un 'president' que ha priorizado un pacto "autonomista" a uno con sello independentista, que supone una "renuncia a la solvencia y a la independencia" y, en consecuencia, la culminación de una alianza "con el Estado", han asegurado.

En términos estratégicos, JxCat ha aprovechado la configuración de lo que considera un nuevo "tripartito" para reivindicar que la "alternativa" al actual Govern no es el PSC, como pregona Illa, sino Junts, que ha definido como la "alternativa solvente al desaguisado" que ha desembocado en un acuerdo con los socialistas.

Más decibelios ha utilizado la CUP a la hora de cargar contra la decisión de ERC de sellar un pacto con un PSC "de derechas y españolista hasta los huesos". "'¿Quo vadis', PSC?", ha dejado caer la diputada Eulàlia Reguant, que ha mirado directamente a Illa en el hemiciclo para afearle sin tapujos en la lengua la "metamorfosis" de su partido: "Felicidades, ha conseguido situar en los presupuestos todas las 'mierdas' de Foment". De nuevo, los anticapitalistas han emplazado a los Comuns a desmarcarse y rechazar unas cuentas que, a su juicio, consolidan un modelo de país que pivota en los macroproyectos. Justamente, para reforzar su oposición a estas infraestructuras, los cuperos han sacado una pancarta llamando a la manifestación del 4 de marzo en medio del pleno.

Contra un nuevo tripartito

Durante el largo pleno de este martes, el Govern ha tenido que aguantar el áspero discurso de Junts y la CUP, pero es que tampoco han sido plácidos los discursos de PSC y Comuns. La portavoz socialista, Alicia Romero, ha querido dejar claro que su apoyo a las cuentas tiene por objetivo hacer "política útil" para que "Catalunya pueda avanzar", pero que en ningún caso van a "falcar" el Govern "más débil de la historia". En este sentido, ha pedido a Aragonès que "ceda" si quiere mantener una agenda legislativa.

Ante las criticas y las acusaciones de triparito, Romero ha recordado que su partido tiene acuerdos fuera de la Cámara catalana también con Junts y hasta con la CUP, a quién ha reprochado que les den "lecciones" de políticas sociales cuando el presupuesto aumenta el gasto en sanidad, educación, residencias o dependencia. Por último, los Comuns han querido marcar distancias con el acuerdo de "macroproyectos fracasados" al que ha llegado el Govern con el PSC, remarcando que no hay "ni un solo euro" en las cuentas que vaya destinado a estas infraestructuras.