Sesión de control

Aragonès rebate las críticas de Junts recordando que sus líderes se beneficiarán de la reforma penal

El 'president' asevera que "no se resigna" a olvidarse del referéndum pese a los reiterados 'noes' del Gobierno

Albert Batet, durante una intervención en el pleno del Parlament este miércoles.

Albert Batet, durante una intervención en el pleno del Parlament este miércoles. / FERRAN NADEU

Xabi Barrena

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Sesión de control al 'president' de plena resaca por el acuerdo de ERC con el Gobierno de Pedro Sánchez para la reforma del Código Penal en cuanto a la tipificación de los delitos de sedición y malversación. Tanto la CUP como Junts arremetieron contra Pere Aragonès por haber negociado y acordado una reforma que, según coincidieron sus portavoces, "condena el 1-O". Así, la anticapitalista Laia Estrada como el posconvergente Albert Batet afirmaron ante el 'president' que la solución al conflicto político "no podía ir de la mano de soluciones individuales", en clara insinuación de que el objetivo de los republicanos en sus conversaciones con el Ejecutivo central ha sido despejar el horizonte penal de sus líderes.

Ante ello, Aragonès replicó que, por un lado, "nadie que esté ya represaliado va a sufrir un empeoramiento de las condiciones" y, por el otro, "no hay soluciones individuales" sino el alivio que un grupo parlamentario de 13 diputados (avalado por un gobierno autonómico en franca minoría) puede proporcionar. Es decir, sin decirlo, el jefe del Executiu entonó una especie de "se ha hecho lo que se ha podido".

Y al hilo, paradójicamente, de la pregunta del propio Batet, que le puso la respuesta en bandeja de plata, al cuestionarle si creía que él solo y en posición de debilidad podía conseguir buenos resultados en la negociación con Madrid, Aragonès le espetó de que estaba convencido de que con la ayuda de Junts, que se ha desentendido desde "el minuto uno" del diálogo con el Gobierno, "se habría podido conseguir mucho más".

'Mucho más', siguió Aragonès, que no es poco, vino a decir, porque le recordó a Batet que sus líderes condenados, entre ellos el mismo secretario general de Junts, Jordi Turull, van a salir beneficiados de esa reforma del Código Penal. "¿O es que acaso no solicitarán la revisión de condena?", preguntó.

Palanca montenegrina

La palanca de entrada a los contenidos de la mesa de diálogo y negociación, sin embargo, no fue la desjudicialización, sino la ponencia republicana que apuesta por la 'vía Montenegro' (un mínimo del 50 % de participación y de un 55 % de síes a la independencia) para lograr un referéndum que cuente con el aval de la comunidad internacional. Aragonès aseguró que "no se resigna" ante la negativa de Moncloa a negociar la autodeterminación y fue tajante al defender que Catalunya "tiene derecho a decidir libremente su futuro" en un referéndum de independencia que, dijo, "nunca puede ser delito".

Esa propuesta de los republicanos ha sido criticada por Estrada, que reprochó al 'president' que la Moncloa "no haya tardado ni medio día en decir que no". "Me sorprende que le sorprenda que cuando defendemos el derecho a la autodeterminación, el Gobierno diga que no", repuso Aragonès. "¿Ustedes se resignarán ante esa primera negativa al referéndum? Estoy convencido que no. Nosotros tampoco nos resignaremos".

Y ante la apelación de la CUP a que la única vía para un referéndum es la "confrontación democrática" o la "movilización sostenida", el 'president' ha defendido que "la vía más directa es la acordada". "Somos conscientes de las dificultades, pero no debemos parar ni un momento para defender que tenemos derecho a decidir libremente nuestro futuro", ha insistido.