La lucha contra el fraude
Antifrau critica la reforma de la malversación y alerta que provocará revisión de sentencias
El director de la oficina, Miguel Ángel Gimeno, alerta que puede suceder como con la ley del "solo sí es sí"
Critica la falta de debate previo antes de la decisión, que califica de mala noticia en la lucha contra la corrupción
![El director de la Oficina Antifrau de la Generalitat, Miguel Ángel Gimeno Jubero](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/1ae5c9d1-1849-4831-a4cb-fdf8b990cc19_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
El director de la Oficina Antifrau de la Generalitat, Miguel Ángel Gimeno Jubero
![Fidel Masreal](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2024/0523/07/masreal.png)
![Fidel Masreal](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2024/0523/07/masreal.png)
Fidel Masreal
Periodista
Licenciado en Ciències de la Comunicació por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), curso de periodismo jurídico-político por la UAM - El País, ha ejercido como periodista político en Onda Cero, diari Menorca, Ràdio Barcelona (cadena SER) -donde fue jefe de la sección de Política- y Els Matins de TV3. Desde septiembre del 2008 es redactor en El Periódico, primero como cronista parlamentario en Madrid y en la actualidad especializado política catalana. Autor de "Conviure amb la depressió" (Mina, Eniclopèdia Catalana, 2007), "Game Over: els partits polítics, corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda, 2013), "Cuentos Ex" (Magma Editorial, 2019) y "Contes del procés" (Magma, 2019). Colabora como analista en TVE, Catalunya Ràdio, SER Catalunya y RAC-1, entre otros.
El director de la Oficina Antifrau, Miguel Ángel Gimeno, ha criticado con contundencia la reforma del delito de malversación del Código Penal que impulsa el PSOE y ERC. Para Gimeno, es una "mala noticia" en la lucha contra la corrupción porque además se lleva a cabo sin un debate previo. Es más, pronostica que puede suceder como en el caso de la llamada ley del "solo sí es sí", es decir, que acabe beneficiando a conductas corruptas.
Puede suceder, ha advertido Gimeno en la presentación de un barómetro sobre corrupción, "como con el sí es sí, que es una ley que hace un planteamiento muy positivo para la libertad de las decisiones, pero la consecuencia es que cuando no has podido probar determinada cosa se queda en que no existe y las agravantes no están". Por ello, ha añadido que "cuando algo no se prueba, en derecho penal, no existe. Si no puedes probar el ánimo de lucro se queda en que ha sido sin ánimo de lucro y habrá muchas sentencias que se tendrán que revisar, estoy convencido", ha espetado.
Sin debate previo y con motivaciones políticas
Gimeno ha calificado de "mala noticia" la reforma porque "todas las normas han de tener un contenido de racionalidad que viene determinada porque haya una valoración previa de la necesidad de hacer la reforma, que haya un debate profundo, necesario, que se plantee una visión de hasta dónde se puede llegar o no". El director de la Oficina Antifrau ha echado de menos este debate previo "y por ello el mensaje desde el punto de vista de Antifrau no es un buen mensaje para parar la corrupción".
Además, ha sugerido que los retoques del Código Penal parten de otras motivaciones políticas que ha dicho entender, pero que, desde su punto de vista, el de la lucha contra la corrupción, no han tenido un necesario debate previo: "Todo esto se ha de examinar, no puede ser que sea de repente, se ha de examinar" atendiendo a la proporcionalidad del derecho penal, ha dicho, así que ha lamentado que este debate "no se ha hecho ni creo que se haga".
"Doble moral" de los ciudadanos
Gimeno ha hecho estas valoraciones tras presentar el barómetro sobre corrupción en Catalunya en el que se constata que "la percepción de la corrupción está en niveles inaceptables" por lo que se trata de un "problema crónico". Más del 80% de los encuestados consideran que existe mucha o bastante corrupción. Antifrau ha exigido a los partidos y gobiernos más acciones decididas para proteger la figura de los alertadores o desplegar medidas de transparencia, regular las puertas giratorias y los conflictos de intereses, entre otras.
Gimeno también ha denunciado una "doble moral" de la ciudadanía, que critica la existencia de corrupción pero tolera conductas irregulares: "Si eres poco exigente con lo que tu puedes hacer, hay una cierta doble moral cuando eres más exigente con lo que hacen otros". Y es que un 22% de los ciudadanos no ven corrupción en que un empresario pague para obtener un contrato público o en el hecho de que una persona aproveche un cargo público para beneficio personal. La poca percepción sobre conductas corruptas se agrava entre los más jóvenes, según el sondeo.
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