Nuevos 'consellers'

Pere Aragonès relanza su Govern con exdirigentes del PSC, CDC y los 'comuns'

Multimedia | Los integrantes del Govern de Pere Aragonès, uno a uno

Joaquim Nadal, Gemma Ubasart, Carles Campuzano, Natàlia Mas, Juli Fernàndez, Meritxell Serret y Manuel Balcells ocuparán las 'conselleries' que Junts deja vacantes

Joaquim Nadal, Gemma Ubasart, Carles Campuzano, Natàlia Mas, Juli Fernàndez, Meritxell Serret y Manuel Balcells

Joaquim Nadal, Gemma Ubasart, Carles Campuzano, Natàlia Mas, Juli Fernàndez, Meritxell Serret y Manuel Balcells / Joaquim Nadal, Gemma Ubasart, Carles Campuzano, Natàlia Mas, Juli Fernàndez, Meritxell Serret y Manuel Balcells

Júlia Regué

Júlia Regué

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Pere Aragonès pone en marcha un Govern monocolor, estrictamente paritario, netamente republicano y sin el apoyo de sus potenciales socios atado. Un Consell Executiu de 14 'conselleries' en representación de una minoría parlamentaria de tan solo 33 diputados, el 24% del hemiciclo, pero determinado a aguantar el resto de la legislatura.  

El 'president' cerró en dos días la arquitectura de su segundo equipo –la elección del primero se la tuvo que partir a medias con Junts- y aplacó la crisis interna en un fin de semana, con el relanzamiento de una nueva alineación en la que despuntan exdirigentes del PSC, Convergència y Podem, además de conocidos rostros de la cantera de ERC, y buena parte de ellos acreditan experiencia gubernamental. La celeridad que pidió a la posconvergencia para decidir su salida del Govern se la aplicó a sí mismo para que la Generalitat no quedara paralizada y para poder minimizar el impacto del divorcio con JxCat.

Aragonès se encerró en el Palau de la Generalitat con su equipo de confianza para diseñar un Consell Executiu que represente los distintos matices del soberanismo, lo que llama "vía amplia", con el fin de interpelar al electorado que se mueve entre Junts y los ‘comuns’, pasando incluso por la CUP.

Quedaron vacantes siete Departaments y decidió ocuparlos todos, pero prescindió de la figura de la vicepresidencia, aunque la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, ejercerá de facto como número dos y acumulará nuevas áreas como transparencia, procesos electorales, una parte de políticas digitales y la gestión de las delegaciones del Govern en el territorio catalán.

Los fichajes

Con esta maniobra, Aragonès sale reforzado como presidente, mientras Vilagrà se encargará de la coordinación interdepartamental de todas las 'conselleries' y de dar un espaldarazo a los nuevos titulares: Natàlia Mas (Economia i Hisenda), Meritxell Serret (Acció Exterior), Joaquim Nadal (Recerca i Universitats), Juli Fernández (Territori), Manel Balcells (Salut), Carles Campuzano (Drets Socials) y Gemma Ubasart (Justícia, Drets i Memòria).

Nadal, Serret y Balcells ya tienen antecedentes al frente de 'conselleries' de la Generalitat, aunque no en las que ocuparán a partir de ahora, mientras que Mas -que se convierte en la primera mujer al frente de su 'conselleria'- ha sido directora general de Indústria en el Departament d'Empresa y previamente secretaria d'Economia, y Fernández ha ejercido como delegado del Govern en Barcelona después de su etapa como alcalde de Sabadell.

Pero, más allá de su experiencia en la administración, lo relevante es su procedencia política. Nadal fue 'conseller' del PSC con los gobiernos tripartitos de Pasqual Maragall y José Montilla y representa el ala más catalanista del partido, con el que rompió en 2015 al mostrarse favorable al derecho a decidir. Campuzano es un histórico dirigente de la extinta Convergència y lo fue después del PDECat, entre 1996 y 2019 fue diputado en el Congreso, pero después ya no fue incluido en las listas al chocar con el sector interno partidario de la ruptura unilateral. Y Ubasart fue secretaria general de Podem Catalunya en 2015 y terminó dimitiendo por discrepancias internas.

"La idea es representar a la Catalunya entera", afirmó el gabinete del 'president' en un comunicado, pero el combo de elegidos demuestra que la voluntad es alcanzar acuerdos con una mayoría progresista, eso es, con los 'comuns' y el PSC. Los 'consellers' tomarán posesión el martes a las 9 horas los nuevos 'consellers' y a las 10 horas comenzará la primera reunión del Govern de ERC en solitario en la sala Tàpies.

El aviso de los 'comuns'

Aragonès se puso en contacto con la líder de los ‘comuns’, Jéssica Albiach, la noche del sábado, antes del anuncio y, según fuentes conocedoras de la conversación, fue una llamada corta y cordial. Los morados afean al 'president' que no les haya tenido en cuenta para articular, a parte del Govern, una mayoría que lo sustente. "El Govern nace muerto y, por lo tanto, no podrá contar con nuestro apoyo", espetó Albiach en las redes sociales, pidiendo un bloque "estable" para sostener la legislatura.

La reacción en la posconvergencia fue el descrédito. Las dos cabezas visibles de Junts, Jordi Turull y Laura Borràs, ya de lleno en el tono crítico propio de la oposición, retaron a Aragonès a comprobar si su Govern dispone del "consenso del 80%" del Parlament. Borràs fue más allá y aseveró que el nuevo equipo carece de "legitimidad política y democrática".

El futuro de las cuentas

El 'president' se dispone a explorar el terreno de la incertidumbre con los presupuestos como primera prueba de fuego. En ERC ya allanan el terreno para una prórroga que les permita no tener que pactar con el PSC. Sus reiteradas exhibiciones de mano tendida, también del PSOE, les incomodan, porque no quieren quedar atados a los socialistas para evitar una hipoteca en Madrid.

Y es que el precio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado pasa por avances en la desjudicialización que les permitan defender el uso de la mesa de diálogo –como la reforma del delito de sedición y la atenuación de posibles penas a los involucrados en el 1-O-, además de nuevas inversiones que faciliten la gestión del nuevo Executiu. Si pactaran en Catalunya por necesidad, se quedarían sin margen de maniobra ante Pedro Sánchez. Y, para ERC, mantener lejos a Illa es, por ahora, priorizable.

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