Debate de política general

La 'vía canadiense' de Pere Aragonès conecta con el plan soberanista de Xavier Domènech en los 'comuns'

El exlíder de En Comú Podem defendió hace cinco años una ley de claridad con amplio apoyo para definir las características de un referéndum de autodeterminación

El exlíder de los 'comuns' Xavier Domènech, en un debate en el Parlament en 2018

El exlíder de los 'comuns' Xavier Domènech, en un debate en el Parlament en 2018 / FERRAN NADEU

Sara González

Sara González

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En un otoño cargado de efemérides de quintos aniversarios, hay momentos que corren el riesgo de caer en el saco roto de la desmemoria. Uno de ellos tiene como protagonista el que fue el arquitecto de En Comú Podem, Xavier Domènech, y conecta directamente con la propuesta para avanzar hacia la autodeterminación que ha cartografiado el 'president' Pere Aragonès en el debate de política general. Porque justo hace también cinco años que el exlíder de los 'comuns' lanzó su "gran acuerdo de país". Era 27 de noviembre, la autonomía de Catalunya se había suspendido con la aplicación del 155 y los líderes del 1-O estaban o en la cárcel o fuera del Estado. La apuesta de Domènech era volver a un contexto de acumulación de fuerzas del soberanismo con una "ley de claridad" para definir las condiciones que tenía que tener un referéndum con garantías y, por lo tanto, pactado.

La terminología usada por el entonces cabeza de lista de En Comú Podem conecta directamente con la que hoy ha desgranado el 'president'. Para Domènech, se trataba de dejar atrás una vía unilateral que había sido un fracaso, de recoger el legado de la gran movilización que entendía que había sido el 1-O y la huelga general del 3-O para alcanzar un referéndum reconocido por todas las partes del litigio. Su ley de claridad, que partía de la concepción de una España confederal, se inspiraba en la vía canadiense y tenía como objetivo debatir y acordar de forma amplia los elementos imprescindibles para que un referéndum interpelara a una gran mayoría de la población.

Los escenarios

¿Qué pregunta hacer? ¿Con qué respuestas posibles? (Ya entonces admitía que quizá no se tenía que reducir a un sí y un no sobre la independencia) ¿Qué mayorías son necesarias para considerar aplicables el resultado de esa votación? En definitiva, planteaba que, para encarar el pulso con el Gobierno por el derecho a decidir con el máximo de fuerza posible, había que llegar a sentarse cara a cara con la Moncloa con una propuesta definida antes en Catalunya y con un aval político y social incuestionablemente robusto. Solo así, planteó, podía tenerse alguna opción, por difícil que fuera, de romper el llamado "búnquer del 78" que con el PSOE como escudero clave se opone a la celebración del referéndum. Y eso que pocos años antes había sido el PSC el que había apelado a una vía canadiense que acabo cayendo de sus esquemas, como lo hizo antes la defensa del derecho a decidir, en su congreso del 2016.

"Un acuerdo por la claridad para identificar cuándo y cómo Catalunya puede volver a ejercer el derecho a decidir", ha proclamado Aragonès, que ha abogado por recoger el "máximo apoyo y la máxima complicidad" de la sociedad catalana para tener más fuerza negociadora ante el Estado. Solo un referéndum acordado, ha dicho, puede sustituir el 1-O, ha dejado claro el 'president'. Los parecidos razonables con la propuesta original de los 'comuns' son muchos.

Cuando Domènech lanzó su propuesta era Mariano Rajoy quien gobernaba España sin imaginar que sería desahuciado de la Moncloa por Pedro Sánchez siete meses después. Mucho ha llovido desde entonces. Domènech dejó la política en septiembre del 2018, los 'comuns' vivieron una escisión y un cambio de liderazgos y la propuesta canadiense se fue diluyendo y quedando desplazada de la agenda del partido en la etapa post-Domènech. Hoy, el grupo de Jéssica Albiach pone más el acento en la desjudicialización del conflicto, con la reforma de la sedición como principal objetivo.

Aragonès ha buscado hoy apelar a esos orígenes de los 'comuns' con Domènech al frente, capitalizar una propuesta que jamás fue más allá del terreno verbal. En la estrategia de los republicanos para que el independentismo gane músculo mientras se sienta en la mesa de diálogo con el Gobierno los 'comuns' siempre han sido concebidos como determinantes, como la puerta de entrada para ganar nuevos partidarios del derecho a la autodeterminación. El marco se pretende situar en el soberanismo para ir más allá de un independentismo que no ha sido capaz, cinco años después, de rehacer la confianzas para avanzar en su objetivo.

Aunque la agenda de la mesa de diálogo esté ahora centrada en la desjudicialización, ERC aspira a tener la complicidad de los 'comuns' en el objetivo de alcanzar un referéndum. Si se ha tejido complicidades con ellos en el terreno de la gestión para aprobar presupuestos, el 'president' quiere que también en el eje nacional sean aliados, un terreno que ahora más que antes puede provocar quebraderos de cabeza en el espacio que comandan dirigentes como Albiach o Ada Colau. Unidas Podemos está ahora en el Gobierno con el PSOE y la vicepresidenta segunda del Gobierno y futura candidata estatal, Yolanda Díaz, no habla, al menos por ahora, de este asunto. Cabe decir que, aunque Domènech está fuera de la primera línea de la política, ahora está en el núcleo asesor de Díaz, para quien es un referente para impulsar la plataforma Sumar como un movimiento que transcienda siglas. Aragonès lo sabe y ha llamado a esa puerta.

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