Gabriel Rufián decidirá tras el verano si es 'alcaldable' en Santa Coloma de Gramenet

El presidente del grupo parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, sigue meditando sobre qué hacer con el ofrecimiento de la dirección del partido de encabezar la lista del partido en Santa Coloma de Gramenet, en las elecciones municipales del 2023, poco más de dentro de un año.

El principal punto de duda, señalan fuentes de su entorno en Madrid, es el coste personal de tiempo, por cuanto el republicano entiende que mantener el liderazgo republicano en las Cortes, algo que en ningún caso se prevé que deje de ocurrir, y, a la vez, "representar un proyecto político" en su ciudad natal "ocupa el tiempo de casi dos vidas", apunta esta voz que señala que una de las obsesiones de Rufián es sacar tiempo para estar con su hijo.

La 'Misión Imposible' de Rufián en Santa Coloma

Tanto es así, que si la petición no hubiera venido directamente del dúo dirigente del partido, del presidente de ERC, Oriol Junqueras, y de la secretaria general, Marta Rovira, esta fuente apuesta a que Rufián ni tan solo hubiera "considerado la opción".

Otro punto en contra es la animosidad mediática de aquellos afines a Junts que "tras perder cuatro elecciones generales contra él", dos con Quico Homs y, las otras dos, contra la propia Laura Borràs, no dejan de promover que la participación en las elecciones es un primer paso para que Rufián salga de escena. "Repiten a la que pueden que él está amortizado, y es cansino para él".

No es inhabitual que los partidos esperen a las últimas semanas de verano para fijar candidatos en las municipales (que siempre se celebran en el mayo siguiente). Sin ir más lejos, eso es lo que hizo la propia ERC en el caso de Barcelona en el 2019, cuando sustituyó a Alfred Bosch por Ernest Maragall, porque, demoscopia en mano, vieron la opción de ganar los comicios en la capital catalana, como así fue en número de votos.

La apuesta de ERC por Rufián en Santa Coloma trasciende el panorama colomense. Junqueras y Rovira teorizaron, tras el 1-O, que uno de los déficits del independentismo eran los bajos porcentajes de voto en el área y la región metropolitana barcelonesa.

Así, lo que se intenta es que Rufián sea un banderín de enganche de una fuerza, la republicana, que elección a elección ha ido progresando en este territorio, aun cuando la distancia con el PSC sigue siendo muy grande.

Sin ir más lejos, el punto de partida del propio Rufián frente a la actual alcaldesa, Núria Parlón, es de esos que quitan el hipo.

En los comicios locales del 2019, el PSC obtuvo el 50,95% de los sufragios, por el 9,91% de los republicanos, que fueron cuarta fuerza entonces. Estos 41 puntos de distancia supone la mayor distancia entre ambas fuerzas en toda el área metropolitana, los 36 municipios que componen el continuo urbano construido de Barcelona.

En los comicios al Parlament, el PSC de Salvador Illa obtuvo el 41,70% de las papeletas en Santa Coloma por el 14,90% de las de ERC, con Pere Aragonès como líder. Un buen descenso, pero, a pesar de todo, casi el triple de papeletas socialistas frente a las republicanas.

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