El Parlament condena las agresiones a los mossos y pide más efectivos

Los Mossos d'Esquadra y las policías locales vuelven a estar en el centro de la disputa política. El uso partidista de los cuerpos policiales se volvió a evidenciar este jueves en el hemiciclo catalán en la discusión sobre una moción que, precisamente, pedía aparcar los intereses que envuelven este asunto. El texto, impulsado por ERC pero trabajado mano a mano con Junts, salió adelante con un amplio apoyo del hemiciclo, entre recelos de la CUP y los 'comuns' y críticas del PSC, Cs y el PPC por defender ahora la protección a los agentes, pese a haber rechazado anteriormente un texto similar de los socialistas. De fondo, el debate se interpretó como una forma de calmar las tensiones con la cúpula y los sindicatos de los mossos, después de haber exhibido su descontento con el Ejecutivo catalán en una protesta por las calles de Barcelona el 23 de octubre para exigir "respeto social e institucional".

El Parlament condenó así los altercados y "acciones violentas" en el ámbito público y contra los uniformados, rechazó la criminalización de los jóvenes que protestan, agradeció los esfuerzos del cuerpo policial y de emergencias durante la pandemia, reafirmó su compromiso en la lucha contra los discursos de odio y afeó la "instrumentalización partidista" de la policía.

Y el hemiciclo se conjuró para instar al Govern a negociar con el Estado "el retorno de los más de 619 millones de euros" pendientes desde 2017, la jubilación anticipada y la compra de material, vehículos y dispositivos de defensa; e iniciar los trámites para actualizar el marco legislativo que regula al seguridad pública, incorporando las conclusiones que salgan de la comisión parlamentaria sobre el modelo policial que preside la CUP y que constaba en el acuerdo de investidura del 'president' Pere Aragonès. Asimismo, plantean que los presupuestos catalanes prevean un incremento de plantilla y que se garantice la defensa jurídica de los agentes cuando acrediten lesiones.

Las posturas

Cs y PPC insistieron en que la Generalitat está dejando en manos de los anticapitalistas el asunto, mientras que el PSC apeló a la protección de los funcionarios y hurgó en las motivaciones de los socios en el Govern de avalar ahora lo que rechazaron antes de la protesta policial si bien cedieron sus votos. Desde En Comú Podem hurgaron en el uso de las balas de foam, que se abordará en la comisión parlamentaria, y desde la CUP enmendaron la mayoría del texto. Junts reclamó que se garantice que no haya actuaciones desproporcionadas y ERC que el debate sea sereno.

El 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, negó durante la interpelación que alumbró esta moción que desautorice a los Mossos y pidió no tener "miedo" a revisar el orden público. "Ni este 'conseller' ni el Govern desautoriza a los mossos, y además de negarlo con palabras, lo probaré con hechos. Este 'conseller' está y estará: contratando nuevos agentes, renovando los equipos, dándoles apoyo, invirtiendo dinero y recursos, y estando a su lado", espetó el 5 de octubre en el Parlament.