La lucha por el PP de Madrid

Almeida, el obediente peón de Casado y Cifuentes

El alcalde coquetea con presentarse contra Ayuso para dirigir el PP de Madrid y facilita así la estrategia de la dirección de Génova  

Hace cuatro años protagonizó una operación similar al renegar de Aguirre, su mentora, 24 horas después de que ella tuviera que dimitir

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almeida / Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Pilar Santos

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La crisis del PP de Madrid, la trama periodística más entretenida de este nuevo curso político, no existiría sin el personaje, aparentemente secundario, de José Luis Martínez-Almeida. El alcalde de la capital ha asumido un rol útil para Pablo Casado al coquetear con la posibilidad de presentarse a las primarias contra Isabel Díaz Ayuso para dirigir el partido en la región. Según él mismo ha dado a entender en privado a varios dirigentes consultados por este diario, la dirección del PP nacional le ha animado a dar el paso.

Ayuso, presidenta de la Comunidad y nueva dirigente al alza de los populares, ha hablado claro: ella quiere presidir también la formación a nivel autonómico, porque así lo hacen sus compañeros que son jefes de Gobierno como ella, Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Juanma Moreno (Andalucía) y Fernando López-Miras (Murcia). “Es lo natural”, repite estos días.

Sin embargo, el temor de Casado a que la madrileña coja demasiado peso e intente disputarle su liderazgo, ha hecho que Génova mueva ficha para crear el relato de que hay más candidatos: nada menos que Almeida, un político que, como Ayuso, también creció políticamente durante la pandemia y se reveló como uno de los puntales del PP. La batalla no es baladí. El partido en Madrid aporta un número de afiliados y compromisarios que se revela clave para decidir quién es el presidente nacional y, por tanto, candidato a la Moncloa.

El edil madrileño se prestó a unas insólitas primarias en el Ayuntamiento para imponerse a Henríquez de Luna, el sucesor natural de exlideresa

Este movimiento de Almeida ha refrescado la memoria a diputados y concejales madrileños que ven paralelismos con otra refriega política. Y no es la de Esperanza Aguirre (presidenta) y Alberto Ruiz-Gallardón (alcalde), que entre sus numerosos choques también se incluyó el del PP de Madrid. Es una escaramuza que protagonizó el propio Almeida en 2017 en el Ayuntamiento de Madrid cuando Manuela Carmena (Ahora Madrid) era la alcaldesa y los populares estaban en la oposición.

Jugando al golf

El hoy alcalde (Madrid, 1975), licenciado en Derecho y abogado del Estado desde 2001, ocupó su primer cargo político, entre 2007 y 2011, como director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. "Gallardón no dejaba de hacer obras y necesitábamos a alguien que se supiera bien las leyes y lo vigilara. A Aguirre se lo recomendaron, hicieron buenas relaciones jugando al golf juntos y así se hicieron amigos", cuenta sin querer que se publique su nombre una persona que vivió de cerca aquella relación. Después, la entonces lideresa lo nombró secretario general del Consejo de Gobierno (2011-2013), para que diera fe de los acuerdos del Ejecutivo regional.

En 2015, Almeida fue de número 3 de Aguirre en las elecciones al Ayuntamiento, que la entonces lideresa perdió ante Carmena, y se convirtió en concejal. Entre ella y él, en el número 2 de la lista, estaba Íñigo Henríquez de Luna, un nombre clave en esta historia.

La legislatura echó a andar y Aguirre tuvo que acostumbrarse a estar en la oposición. No fueron años fáciles para ella, porque estallaron numerosos casos de corrupción que afectaban a personas que habían sido su mano derecha e izquierda, como Ignacio González y Francisco Granados. Finalmente, el 24 de abril de 2017, tres días después de que González hubiera entrado en la cárcel por la gestión de la empresa pública del agua Canal de Isabel II, la madrileña dejó todos sus cargos en el consistorio.

Cristina Cifuentes ya era la presidenta autonómica y acababa de coger las riendas del PP de Madrid, por lo que era la nueva jefa a todos los efectos. Veinticuatro horas después de que su madrina política hubiera caído en desgracia, Almeida dio un paso al frente para, en contra de la opinión de Aguirre, disputar la portavocía del PP en el Ayuntamiento a Hénriquez de Luna, que era el sucesor natural. Cifuentes defendió unas insólitas primarias en el grupo municipal y Almeida las ganó por 10 votos a 8 (y dos abstenciones).

¿Qué fue de Hénriquez de Luna? El hoy alcalde no le incluyó en sus listas en 2019 y decidió fichar por Vox, donde ahora es diputado autonómico.

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