El nuevo rol del líder del partido

Junqueras asienta la bicefalia en ERC

Los republicanos dan, con la presidencia de Aragonès, carácter definitivo al 'modelo PNV' iniciado en el 2015

Pere Aragones y Oriol Junqueras

Pere Aragones y Oriol Junqueras / periodico

Xabi Barrena

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Una de las novedades de la campaña electoral de febrero fue la presencia casi diaria del presidente de ERC, Oriol Junqueras, en los mítines. Como la mayoría de ellos tenían lugar por la tarde, se hizo habitual que Junqueras, tras intervenir, diera paso al candidato, Pere Aragonès, antes de irse a toda prisa hacia el Centro Penitenciario de Lledoners donde, de lunes a jueves, pernoctaba en aplicación de un tercer grado que, semanas después, le fue revocado.

Junqueras usó siempre el mismo reclamo: "¡Con ustedes, el próximo 'president' de la Generalitat!". En los actos de fin de semana, cuando no había esa prisa pues el líder de ERC dormía en casa, era Aragonès el que daba la voz a Junqueras. Y usó siempre la misma frase: “Con ustedes, el que será el primer presidente de la república catalana”. Llámese bicefalia o 'modelo PNV', pero la campaña dio carta de naturaleza a un reparto de papeles que, tras la toma de posesión de Aragonès, el partido se apresta a explorar.

No es tampoco que sea una novedad en el seno de ERC. Ya en el 2015, cuando Junqueras fue nombrado vicepresidente del Govern de Artur Mas, él y Marta Rovira se dividieron las cargas de trabajo. Uno se centraba en el Govern y, ella, en el partido. Lo mismo sucedió en el 2018, con Aragonès sucediendo a Junqueras en la vicepresidencia del Ejecutivo y Marta Vilalta en la sede de la calle de Calàbria. Aunque aquí, el desencadenante no fue tanto la elección de un modelo organizativo, sino una táctica de supervivencia con el presidente del partido en la cárcel y la secretaria general, en Ginebra.

La presidencia lo cambia todo

El elemento de novedad lo introduce, básicamente, la presidencia de la Generalitat. Y es una dupla que los republicanos consideran “comunicativa”. El relato con el que el Aragonès pretende afianzarse en la Generalitat pasa por proyectar la imagen “del ‘president’ de todos”, sanciona una voz del partido. “El Govern es un Ejecutivo de coalición, y en un bipartito se llega hasta donde se llega en la aplicación del programa propio”, reconoce este cargo.

Por su parte, Junqueras, en la medida de que sus circunstancias penitenciarias lo permitan, puede expresarse “con mayor libertad, percutiendo en el ideario del partido”. Asimismo, el presidente de la fuerza será también la voz que verbalizará los movimientos más de fondo del partido, como recientemente ensayó en un artículo en este diario sobre la Catalunya a 20 años vista.

El presidente del partido se dedicará a fijar aquellos postulados de la formación que no quepan en la obra del Govern de coalición

Además, la nueva legislatura da campo a los partidos que forman el Govern para expresar sus singularidades. Por ejemplo, en la dirección estratégica del ‘procés’ ya pactada tanto por republicanos y posconvergentes como por anticapitalistas. Sin significar eso que sea Junqueras el que se siente en ese ‘estado mayor’, sí que su visión y su opinión será clave, explican los republicanos.

Eso sí, la sintonía entre el ‘president’ de la Generalitat y el presidente de ERC se pretende que sea absoluta. Por encauzar con el ‘modelo PNV’, se parecerá más, afirman y desean en ERC, a la dupla actual Andoni Ortuzar - Iñigo Urkullu que a otras combinaciones más tensas, como la de Xabier Arzallus - José Antonio Ardanza.

Junqueras, al tanto de todo

Cabe señalar que en la reciente negociación con Junts, Junqueras, como hizo el 'expresident' y líder de JxCat Carles Puigdemont, se apartó de los focos y dejó que fuera el partido y Aragonès los que llevaran la voz cantante, aunque, eso sí, estuvo presente de manera muy activa, telemática o presencialmente en todas las reuniones donde se tomaron las decisiones clave. 

Como es obvio, la bicefalia comunicativa no implicará que Junqueras se sumerja en el día a día del partido, básicamente porque, a corto plazo, como mínimo, no puede. Por eso Vilalta seguirá en la sala de máquinas tanto de ERC, como del Parlament, donde también es portavoz. En la Cámara catalana, la dirección estratégica la compartirá con el presidente del grupo, Josep Maria Jové, y las tareas de portavoz con su adjunta, Meritxell Serret. Ambos con procedimientos abiertos por los hechos del 2017.

Tampoco Rovira cambiará de rol. Se seguirá moviendo inrastreable al radar de los medios y bien activa a nivel interno, en apoyo a Vilalta. Rovira, por poner un ejemplo, además de hallarse, como Junqueras, en los cónclaves decisivos -está en todos- ha sido piedra angular en la elección de los nombres de los ‘consellers’ republicanos.

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