La respuesta al acuerdo ERC-Junts

El Gobierno decidirá sobre los indultos tras las primarias del PSOE andaluz

En el Ejecutivo aducen que por plazos será imposible resolver los expedientes de los líderes del 'procés' antes de la votación del 13 de junio, aunque no quieren dar una baza a Díaz en su pugna con Espadas

El Gobierno respira aliviado tras el acuerdo de los soberanistas y se marca el objetivo de afianzar la relación con ERC y reemprender la mesa de diálogo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del IV Congreso Iberoamericano del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), este 17 de mayo de 2021 en Madrid.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del IV Congreso Iberoamericano del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), este 17 de mayo de 2021 en Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Juanma Romero

Juanma Romero

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Hace menos de una semana, el escenario que veían más factible en Catalunya los socialistas era el de unas nuevas elecciones en las que confiaban en arañar unos cuantos escaños más, aunque el tablero de juego, admitían, no cambiaría sustancialmente. Pero el reloj que conducía a la repetición de los comicios se ha parado con el acuerdo de ERC y Junts para un Govern de coalición. Un pacto que, al menos por ahora, ofrece para el Ejecutivo de Pedro Sánchez la ventaja de que los republicanos podrán continuar con su estrategia en el Congreso, apoyando a socialistas y morados en iniciativas legislativas, sin que pierdan autonomía respecto a los posconvergentes. El Gobierno pudo respirar este lunes, aunque también es consciente de que ahora le toca reactivar la carpeta catalana. Y en ella figura, muy arriba, la resolución de los indultos de los líderes del 'procés'.

La decisión no llegará, indican tanto en la Moncloa como altos cargos del Ejecutivo, antes de las primarias del PSOE andaluz, cuya primera vuelta se celebrará el 13 de junio. En primer lugar, por una cuestión de plazos, explican, aunque no se oculta que no se quiere que interfiera la resolución de los expedientes con el proceso interno. Porque la esperable concesión de la medida de gracia a los dirigentes condenados podría ser una baza para la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz. "Seguro que lo usaría a su favor", apuntan desde el círculo del candidato rival, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. La expresidenta de la Junta ha multiplicado sus críticas al Ejecutivo, y en su entorno recordaban en los últimos días que a la militancia pueden no haberle gustado "los pactos de Sánchez con ERC y Bildu".

"A Susana no le caerá la breva", señalan gráficamente fuentes gubernamentales. Pero, más allá de la oportunidad política, se trata, inciden, de una razón de tiempo. El Supremo tiene aún que emitir su informe, como tribunal sentenciador. Es el último que queda para completar los expedientes antes de remitírselos a Justicia, y se espera que llegue en los próximos días. "No llegaríamos aunque el TS diera su informe mañana mismo, porque necesita de una tramitación administrativa en el ministerio", alegan las citadas fuentes. "Por los tiempos que se manejan, sería después de las primarias", confirma una ministra de peso dentro del Gabinete. Otro alto cargo apunta que será a partir de la votación del 13-J (o, si hay segunda vuelta, el 20), cuando Sánchez pueda reorientar la legislatura. Porque para él, y en esto coinciden todos los cuadros consultados del partido y del Gobierno, es clave que Espadas, su candidato, venza a Díaz. Lo contrario sería una merma a su liderazgo y un golpe a su autoridad.

Reforma pendiente de la sedición

La fecha responderá a un criterio de oportunidad política, dado que la decisión es sensible y costosa para el Ejecutivo

En cualquier caso, la fecha en la que el Consejo de Ministros decida la suerte de los dirigentes independentistas condenados no está ni mucho menos definida. A fin de cuentas, resumen distintos interlocutores del Ejecutivo, dependerá de cuándo Sánchez encuentre el mejor momento. Es decir, que pesará el criterio de oportunidad política, dado que es una cuestión muy delicada y sensible. Algunos mandos en el Gabinete aconsejan que no se demore demasiado, porque cuanto más avance la legislatura y se acerquen las urnas -que el presidente quiere llevar a finales de 2023 o principios de 2024-, más complicado y costoso será resolver los expedientes de manera favorable a los sentenciados por el Supremo. Para los socialistas, el coste electoral de una medida de este calibre fuera de Catalunya sería alto.

¿Pero es seguro que habrá indultos? La decisión final es de Sánchez, aunque en el Ejecutivo se da por descontado que sí se concederán, quizá de forma parcial y condicionada a que no se pueda repetir el delito. El Gobierno ha ido allanando el camino en estos meses, aun consciente del coste político, para encauzar la crisis territorial.

La reforma de la sedición estaría aún pendiente, pero no es seguro que el presidente emprenda también ese camino, más lento y sujeto al trámite parlamentario -los indultos son una prerrogativa exclusiva del Consejo de Ministros-. De hecho, el titular de Política Territorial, Miquel Iceta, ya desaconsejó esa vía porque no estarían asegurados los votos: no los del PP, con seguridad, pero quizá tampoco los de los independentistas. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, respondió hace un mes que la modificación del Código Penal se abordará, pero con "reposo", porque se trata de acomodarlo a la legislación europea.

El Gobierno advierte al nuevo Executiu que debe gobernar para "todos" los catalanes y deplora que se priorice la cuestión separatista

Tras conocerse el acuerdo de ERC y Junts, distintos ministros expresaron su rechazo a la estrategia soberanista del próximo Govern. Las dos formaciones deben aprender, dijo en la SER la portavoz, María Jesús Montero, que formar gobierno "tiene que conllevar el abandono de las vías unilaterales y de algunas cuestiones que ya sabemos a dónde nos conducen". La titular de Defensa, Margarita Robles, reconoció en Onda Cero que genera "cierta preocupación" que ERC y JxCat planteen de nuevo la secesión de Catalunya y recordó al Govern que tiene que pensar en "todos" los catalanes. "Y cuando digo todos, son todos, los que han votado independentismo y los que no", advirtió.

Gobernar "para los vividores del 'procés"

"Priorizar el independentismo no nos parece lo más ajustado cuando las encuestas dicen claramente que el sentimiento independentista está bajando en Cataluña", aseguró en Ferraz el secretario de Organización del PSOE y titular de Transportes, José Luis Ábalos, tras la reunión de la ejecutiva federal del partido. El número tres confió en que se mantenga la relación con ERC, al resguardarse su autonomía parlamentaria. "Es lo propio. No podría pensar en una opción distinta", manifestó, tras lamentar que no se haya permitido al ganador de las elecciones del 14-F, el exministro de Sanidad Salvador Illa, defender su investidura. Para Sánchez, ERC es un socio necesario (no único), y consolidar su interlocución con Pere Aragonès es uno de los pilares de la legislatura, no solo para la agenda catalana, sino para las iniciativas sociales que quiere sacar adelante.

"Si Sánchez acepta indultos para seguir montado en ese coche de copiloto, la legislatura habrá acabado", advierte Casado

Iceta, por su parte, mostró su deseo de que Catalunya tenga un "Gobierno estable" que trabaje para el "conjunto" de los catalanes y acepte "reemprender cuanto antes" la negociación con el Ejecutivo. En el Gabinete no ponen fecha a la segunda reunión de la mesa de diálogo -no hubo más encuentros que el de febrero de 2020, antes del primer estado de alarma-, aunque se estima que la lógica lleva a pensar que llegará tras la resolución de los indultos. La salida para Catalunya, insisten desde el entorno del titular de Política Territorial, es la 'agenda para el reencuentro' que Sánchez entregó a Quim Torra en su entrevista en el Palau de la Generalitat, hace casi año y medio.

Los partidos de la derecha cargaron contra el nuevo Executiu, que no gobernará "para nadie, salvo para un grupito de vividores del 'procés", en palabras de Inés Arrimadas. Para la jefa de Cs, el acuerdo "es el preludio de los indultos" a "unos señores que no se arrepienten de nada, que no han dejado atrás su radicalidad". "Creo que el independentismo catalán hoy avanza en este viaje a ninguna parte con Sánchez de copiloto y creo que si Sánchez acepta indultos para seguir montado en ese coche de copiloto, la legislatura habrá acabado", remató Pablo Casado (PP). Y Vox, aseguró su su portavoz, Jorge Buxadé, permanecerá "al quite de cualquier acción manifiestamente ilegal" del próximo Govern, a cuyos socios acusó de "hundir" la economía catalana y de provocar una "guerra civil encubierta o silenciosa".

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