El laberinto catalán

La reunión entre ERC, Junts y la CUP por la Mesa del Parlament termina sin acuerdo

En la primera cita entre las tres formaciones desde las elecciones del 14 de febrero se han comprometido a "continuar trabajando en las próximas horas"

Barcelona 03 05 2018 Pleno del Parlament de Catalunya En la imagen despacho del President  Fotografia Albert Bertran

Barcelona 03 05 2018 Pleno del Parlament de Catalunya En la imagen despacho del President Fotografia Albert Bertran / Albert Bertran

Fidel Masreal
Júlia Regué
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Tres días antes de que la XIII legislatura eche a andar, las tres fuerzas independentistas se sentaron por primera vez juntas en una única mesa de negociación para desencallar el reparto de la Mesa del Parlament y trazar una hoja de ruta común para configurar el futuro Govern. Pese a la aparente sintonía, hubo pocos avances y ningún acuerdo concreto, según los negociadores.

El tiempo corre, pero el reparto de sillas en el órgano parlamentario sigue encallado. La CUP volvió a insistir en que está dispuesta a presidir la Cámara catalana con sus 9 diputados, pero Junts mantiene que sus 32 escaños les hacen valedores de ese cargo, así que esperan que las dos fuerzas independentistas les hagan un hueco para aislar a Vox del órgano que actúa como cortafuego parlamentario ocupando una vicepresidencia o secretaría desde la que "hacer frente" a las eventuales "injerencias" de los tribunales en el debate parlamentario.

El dilema de Junts

Según un breve comunicado de JxCat, la reunión conjunta de los tres partidos sirvió para "continuar avanzando en la consolidación de mayorías independentistas". Los de Puigdemont mantienen un mutismo total sobre las negociaciones, pero trascienden debates internos de calado como el del futuro liderazgo de la candidata Laura Borràs. Si el partido y la propia Borràs optan por un papel fuerte en el Govern, la candidata podría aspirar a entrar en el Ejecutivo del republicano Pere Aragonès como vicepresidenta. En cambio, otra posibilidad sería la de presidir el Parlament, apartándose de las órdenes de Aragonès y adquiriendo un rol institucional como segunda autoridad política tras el 'president'. Una opción que podría, con todo, ser interpretada como un paso atrás frente al aparato del partido en términos de poder interno.

Hasta la fecha, todas las reuniones habían sido bilaterales, pero antes del viernes a las 10 horas deberán tener un acuerdo, al menos, para la Mesa del Parlament. Los anticapitalistas desdeñan acuerdos globales, es decir, tener para entonces atado el Executiu, porque consideran que aún les queda camino por recorrer en las negociaciones para ceder sus votos al candidato de ERC, Pere Aragonès.

Como viene siendo habitual, los equipos negociadores de los partidos se han reunido de forma discreta en el Parlament, pero la cita concluyó "sin ningún acuerdo destacable". Sí abrieron varias carpetas. Los anticapitalistas deslizaron sus propuestas para hacer frente a los estragos de la crisis del coronavirus -una renta básica universal, la regulación de los alquileres, un empuje al sector público y una reindustrialización hacia una transición ecológica-, y animaron a "precisar el ejercicio del derecho a la autodeterminación".

En la reunión participaron Sergi Sabrià y Marta Vilalta (ERC), Elsa Artadi, Francesc de Dalmases y Josep Rius (JxCat), además de Carles Riera y Xavier Pellicer (CUP).