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Fèlix Millet ingresa en prisión 11 años después del 'caso Palau'

Fèlix Millet llega en ambulancia a la cárcel de Brians 2.

Fèlix Millet llega en ambulancia a la cárcel de Brians 2. / periodico

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El expresidente del Palau de la Música, Félix Millet, ha ingresado en prisión en cumplimiento de la resolución de la Audiencia de Barcelona que le dio de plazo hasta este jueves 25 de junio para hacerlo y cumplir así la condena del 'caso Palau'. Millet había pedido suspender el ingreso en la cárcel alegando motivos de salud, pero el juez rechazó la petición y ha llegado en ambulancia.

Millet, de 84 años de edad, ha llegado poco antes de las 19.00 horas a la cárcel de Brians 2, situada en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Tras acceder al centro penitenciario, ha quedado ingresado en la enfermería, al igual que el extesorero de Convergència Daniel Osàcar, también de 84 años, que había acudido a la misma prisión poco después de las 17.00 horas de este jueves, en su caso para cumplir una condena de tres años y medio por las comisiones ilegales de Ferrovial que el partido se embolsó a través de la institución cultural: los pagos se escondían bajo la simulación del patrocinio de las actividades del Palau de la Música.

Por su mediación, Millet y Montull percibían el 1,5% del total de la comisión, y el porcentaje restante lo hacían llegar a Convergència por tres vías: en efectivo a los tesoreros del partido, a través de simulados convenios con la Fundación afín Trias Fargas (luego CatDem), o con facturas de servicios prestados a CDC, como si en realidad fueran para el Palau.

Como ocurre con todos los internos que ingresan en prisión, los funcionarios de vigilancia han realizado un primer control de temperatura a Osàcar, y posteriormente a Millet, y les han sometido a un registro personal y de sus pertenencias.

Posteriormente, los profesionales sanitarios le han visitado y han acordado que ambos permanezcan por ahora ingresados en la enfermería del centro penitenciario.

En un proceso de ingreso que puede durar un máximo de cinco días, que se puede ampliar por motivos de seguridad o sanitarios, el equipo de tratamiento se entrevistará con Osàcar y con Millet para decidir su inclusión en el grupo que les corresponda.

Siete días en cuarentena

En cualquier caso, en la actual fase de desescalada por la crisis del coronavirus, los nuevos internos permanecen siete días en cuarentena, como medida de prevención, por lo que Millet y Osàcar estarán aislados del resto de presos durante una semana para evitar contagios.

A partir de ahora, la Junta de Tratamiento de la cárcel dispone de un máximo de dos meses para elaborar una propuesta de clasificación de ambos internos -en primero, segundo o tercer grado-, que después deberá ser aprobada por el Servicio de Clasificación de la Secretaría de Medidas Penales, de la consellería de Justicia de la Generalitat.

Intentos fallidos de eludir la cárcel

Millet y Osàcar han intentado hasta última hora sin éxito demorar su ingreso en prisión, primero alegando ante la Audiencia su estado de salud y su edad avanzada y posteriormente solicitando que se detuviera el proceso hasta que se tramitara su petición de indulto.

Millet, condenado a nueve años y ocho meses de cárcel por el saqueo del Palau y el desvío de fondos a Convergència, había pedido el indulto después de que el pasado mes de abril el Tribunal Supremo ratificara las condenas del 'caso Palau'.

El ingreso en prisión del expresidente del Palau se produce después de que el lunes entrara en la cárcel su mano derecha, Jordi Montull. Condenado en su caso a siete años y medio, el exnúmero 2 del Palau de la Música también cumplirá condena en la cárcel de Brians 2. Montull, como Millet, también solicitó sin éxito aplazar su entrada en la cárcel y un indulto.

Sin riesgo vital

A la hora de ordenar el ingreso en prisión de Millet, la Audiencia estimó que los informes médicos "no revelan" que este padezca una enfermedad grave "con padecimientos incurables", un concepto "distinto a enfermedades crónicas que de por sí no tienen curación". Según los magistrados, estos informes tampoco acreditan que las dolencias de las que está aquejado "comporten un riesgo vital", a la vez que recuerda que el expresidente del Palau no está ingresado en ningún centro hospitalario, ni en un geriátrico, sino que reside en su domicilio, donde recibe tratamiento.

La providencia consideró pues que esto no es óbice para que "se tramite tras su ingreso en prisión los mecanismos legales del sistema penitenciario, derivados de su edad y dolencias", siendo competencia del juzgado de vigilancia penitenciaria la concesión de la libertad si procediese.

Los mismos argumentos se esgrimen para denegar la suspensión de la ejecución de la condena por razones de salud para Osàcar. El juez también consideró que su recurso ante el Constitucional tampoco es motivo para no ingresar en un centro penitenciario.