Sánchez descarta aprobar medidas más duras frente al coronavirus

Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa en la Moncloa de anoche.

Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa en la Moncloa de anoche. / periodico

Juan Ruiz Sierra

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En el ecuador del periodo de 15 días del estado de alarmaPedro Sánchez compareció este sábado en la Moncloa para aplaudir el comportamiento ciudadano, advertir de que todavía queda lo "peor" y llamar a la sociedad a resistir en sus casas para luchar contra el coronavirus. Desde que estalló la pandemia, las intervenciones del presidente del Gobierno habían servido para hacer anuncios importantes, ya fueran iniciativas económicas o medidas de confinamiento. Esta vez, sin embargo, Sánchez pronunció un discurso de más de media hora destinado a un país en 'shock', sin ninguna nueva decisión que transmitir.

Aun así, en el turno de preguntas, el jefe del Ejecutivo dejó claro que no se plantea, al menos de momento, aprobar medidas más duras de las actuales, que incluyen el confinamiento de una buena parte de la población y cierre de la mayoría de comercios, pero permiten también acudir a comprar bienes de primera necesidad. Las iniciativas del Gobierno español, subrayó, son las más estrictas de toda la UE. Frente a quienes reclaman extremar las decisiones (caso del 'president' de la Generalitat, Quim Torra, y de un sector de científicos, como el médico infectólogo Oriol Mitjá, que defiende el confinamiento total), Sánchez se preguntó: "¿A qué se refieren? ¿A prohibir ir a comprar el pan? ¿A que una madre no pueda salir a pasear a su hijo autista? Hay que saber ponderar y equilibrar. Estamos a la vanguardia en muchas medidas de confinamiento".

El líder socialista evitó anunciar si habrá que prorrogar el estado de alarma, que en principio terminará el próximo fin de semana, un paso que fuentes de la Moncloa dan por supuesto. Todo está encaminado a que el Consejo de Ministros apruebe esta medida el próximo martes y el Congreso la vote el miércoles, con el respaldo de casi todos los grupos parlamentarios. La comparecencia del presidente, como todas desde hace días, fue telemática, y las preguntas de los medios debían formularse con anterioridad, teniendo que pasar el filtro del propio Gobierno, que optó por no seleccionar ninguna de las muchas que le pedían que aclarase cuánto tiempo más puede prolongarse esta situación excepcional. Pero en su discurso sí dio pistas sobre la extensión de la alarma. "Necesitamos ganar tiempo", señaló.

La advertencia

La salida del presidente buscaba otro efecto: mostrar su "orgullo" por la ciudanía, felicitar a quienes se encuentran en la vanguardia de la lucha contra el Covid-19 (personal sanitario, policías, militares, comerciantes que no pueden cerrar porque son servicios básicos…) y pedir a toda la sociedad que continúe así, "unida", porque lo que queda por delante es mucho y muy complicado, más aún de lo que ha pasado hasta ahora.

Horas después de que se conociera que los fallecidos en España por el virus son ya 1326, con el sistema sanitario en Madrid o Catalunya acercándose al colapso, Sánchez dijo: "Lo peor está por llegar y pondrá al límite nuestras capacidades. Los casos diagnosticados y fallecidos van a aumentar en los próximos días. Van a llegar a días muy duros. Nos tenemos que preparar psicológicamente. El riesgo está en todas partes".

"La población ha seguido ejemplarmente las normas de confinamiento. La instrucción de permanecer en casa ha sido seguida por una mayoría abrumadora de la sociedad española (…). La respuesta ciudadana ha sido conmovedora", señaló el presidente, durante un discurso que pretendía, sobre todo, transmitir emoción y empatía.  

La "responsabilidad"

Atacado por la oposición por no haber reaccionado antes a la pandemia, esperando hasta hace una semana a declarar el confinamiento, Sánchez señaló que asumía "la responsabilidad" de todas las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora, que siempre han estado, continuó, guiadas por las recomendaciones científicas.

Sánchez no quiso contestar a la crítica con más crítica. Frente a los ataques de Torra, varios de sus ministros, como la titular de Defensa, Margarita Robles, han respondido acusando al 'president' de falta de "lealtad". Pero esa no es la actitud que el jefe del Ejecutivo cree que debe imperar. "Nadie de mi Gobierno va a polemizar con ninguna administración, ni con ningún adversario político. Nuestro enemigo es el virus. Si alguien marca distancia respecto al Gobierno de España, nosotros nos acercaremos con la mejor disposición", explicó. Y después, preguntado directamente por Torra: "No va a salir de mí ningún reproche a ningún presidente autonómico. No quiero gastar ni un segundo de mi energía en eso".