El juez da por concluida la instrucción de los atentados del 17-A

Detención implicado atentados Barcelona Cambrils

Detención implicado atentados Barcelona Cambrils / ROBIN TOWNSEND (EFE)

Ángeles Vázquez

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El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha dictado el auto de conclusión del sumario seguido por los atentados terroristas del 17 y 18 de agosto de 2017, en Barcelona y Cambrils, y lo elevado a la Sección Tercera de la Sala de lo Penal para la celebración del juicio oral contra los tres procesados por su presunta distinta participación en los planes de la célula terrorista de Ripoll.

La resolución, en la que se se da por concluida la instrucción, recuerda que en este procedimiento se encuentran procesados dos presuntos miembros de la célula que cometió los atentados, Mohamed Houli Chemlal y Driss Oukabir, a los que se atribuyen los delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y estragos en grado de tentativa, y Said Ben Iazza, al que se acusa de colaboración con las actividades de la organización terrorista.

Los otros dos detenidos tras los atentados, Mohamed Aalla y Salh el Karib, no fueron finalmente procesados al no hallarse suficientes indicios contra ellos que permitan pensar que conocían los planes terroristas. En el auto de procesamiento se explicaba que tanto en el caso de Aalla, con cuyo Audi se atentó en Cambrils, como el del propietario del locutorio de Ripoll, Said el Karib, no tienen más vinculación con la célula que el hecho de que el primero es hermano de dos de los terroristas y el segundo compró con su tarjeta un billete de avión a otro, como hacía con otros clientes que no tenían tarjeta. 

Ese auto aclaraba que la célula de Ripoll comenzó a ser adoctrinada por el imán Abdelbaki Es Satty, muerto en Alcanar, mucho antes de lo que se pensaba, en 2015. Pero no llega a conclusiones sobre sus conexiones internacionales más allá de que mientras Es Satti estaba en Bélgica se atentó contra el aeropuerto de Zaventem y que seis días antes de los atentados del 17-A Youness Abouyaaqoub -autor del atropello de La Rambla, abatido en Subirats cuatro días después- y Omar Hichamy -muerto en Cambrils- compraron en París dos tarjetas de teléfono para usar a partir del día 15.

A lo largo de la instrucción no se ha encontrado dato alguno que permita afirmar que Es Satty fue confidente del CNI. Solo se han podido acreditar los que tuvo con él el CNI, mientras estuvo preso en Castellón por un asunto de drogas, informan fuentes jurídicas.

Según el auto de procesamiento, el grupo de jóvenes de Ripoll, bajo la dirección espiritual de Es Satty, "se conjuraron para realizar uno o varios atentados de grandes dimensiones mediante el uso de artefactos explosivos, a fin de coadyuvar a la estrategia terrorista de la organización terrorista" Estado Islámico. La explosión de Alcanar frustra el plan original y Abouyaaqoub, al enterarse en una gasolinera por Hichamy, se dirige a Barcelona para cometer el atropello de La Rambla, en el que mueren 14 personas y 128 resultan heridas. Los otros cinco terroristas compran cuchillos y a la una de la madrugada del 18 atentan en Cambrils, donde muere una mujer. Como todo apunta a que estos actos se improvisaron, el juez no procesa por ellos a Oukabir ni a Houli, circunstancia que contó con la oposición de las asociaciones de víctimas personadas como acusación.

En dos años

El juez situaba el proceso de radicalización que les hizo llegar a ese punto en 2015, antes de que Es Satty fuera despedido de la mezquita El Fath y marchara a Bruselas. A su vuelta, ya como imán de Annour, les explicó que atentar forma parte del islam. Durante el Ramadán de 2016, sus más cercanos, Abouyaqoub, Mohamed Hichamy y Youseef Aala, dijeron a los demás que querían destruir con explosivos la Sagrada Familia y todos "aceptarían", aunque a medida que se acercaba la fecha Driss se echara para atrás, como le recriminó en Facebook su hermano Moussa.

Unos tres meses antes de los atentados del 17-A empezaron a adquirir material para fabricar explosivos y Es Satty les dijo que "serían mártires". El grupo se alejó incluso de su familia y "su vida pasó a desarrollarse exclusivamente junto a la de sus compañeros, compartiendo vivienda, comidas, viajes y por ende, participando en la fabricación de los explosivos o colaborando en la planificación de los atentados", explica el juez.

Entre los escombros de Alcanar apareció un vídeo en el que se veía cómo fabricaban explosivos y anunciaban un atentado, y se hallaron fotografías de "lugares susceptibles de ser objetivo": Port Aventura; plaza Catalunya, la Torre Agbar y el Camp Nou, en Barcelona; la Torre Eiffel y Toulose, en Francia, y el Santiago Bernabeu y el Museo Thyssen, en Madrid. Hicieron 125 búsquedas en internet de la Audiencia Nacional, 106 de la tomatina de Buñol, 219 del embalse de Riudecanyes y 104 de la Alhambra de Granada.

En Alcanar almacenaban entre 200 y 500 kilos de explosivos, 19 artefactos improvisados tipo granada de mano y una faja bomba. El juez añadía las 104 bombonas encontradas, con las que los terroristas pretendían "amplificar el efecto del explosivo", creando "bolas de fuego". Según los peritos, "tal cantidad de material de tal potencia destructiva, de llegar a ser utilizado para atentar en lugares o monumentos con gran afluencia de público, hubiera provocado unos daños de enormes dimensiones”.