¡'Spoiler' del próximo capítulo de 'Supremo'!

En un más difícil todavía, esta crónica sobre la primera sesión que ha dedicado el Tribunal Supremo a la exhibición de vídeos de los tórridos septiembre y octubre del 2017 en Catalunya contiene 'spoilers', nada tal vez a la altura de entrar en 1995 en un videoclub y gritar que Kevin Spacey es Kaiser Soze en 'Sospechosos habituales' (el ejemplo lo he tomado prestado, pero no recuerdo de quién), pero es un avance de uno de los vídeos más interesantes previsto para este miércoles. Un 'spoiler' judicial, toma ya. Pero eso, luego. Antes merece la pena una reflexión sobre lo visto este martes, en que la fiscalía, representada en esta ocasión por el 'comeindepes' Jaime Moreno, presentaba las pruebas visuales que sustentan, desde su punto de vista, que lo vivido en Catalunya aquellos dos meses fue una rebelión de tomo y lomo. Interesan los vídeos y su contenido, sí, pero no hay que desaprovechar la ocasión de subrayar que, como realizador, Moreno es mitad Ed Wood y mitad Jean-Luc Godard. Puede que la mitad equivocada en cada caso.

La fiscalía, por decirlo suave, ha aturdido al tribunal con una caótica y a veces malintencionada exhibición de vídeos

Decía Godard, profeta de la 'nouvelle vague', que "toda historia debe tener un principio, una parte central y un final, pero no necesariamente por este orden". Bonita frase y arriesgado plan si se pretende llevar a cabo. Un vanguardista como él se lo podía permitir. Moreno, no. La fiscalía ha renunciado a cualquier orden cronológico de los acontecimientos y ha sido incapaz demasiadas veces de determinar el lugar y fecha de lo visionado. Benet Salellas, el hombre de las mil caras (filólogo, abogado, diputado de la CUP, activista y en el Tribunal Supremo encargado de la defensa de Jordi Cuixart) ha tenido un instante muy luminoso cuando el fiscal se ha empecinado en asegurar, a preguntas de Manuel Marchena, que un vídeo en concreto era del 3 de octubre. Ha insistido en ello. Con aplomo. Salellas le ha corregido. "Es el día 8". Los manifestantes coreaban en la escena gritos a favor de los presos políticos y en contra del 155, algo imposible el 3 de octubre. En el cine, eso es un gordo error de 'raccord'. En eso, Ed Wood, votado en su día como el peor director de la historia del cine, era un maestro.

Arde Atlanta

Moreno ha restado importancia a esa y otras imprecisiones. Su propósito, ha dicho, era ofrecer un cuadro general del clima en las calles de Catalunya y de las condiciones en que la Guardia Civil y la Policía Nacional tuvieron que obedecer las órdenes judiciales. Marchena ha tenido que acallar los murmullos de reprobación en la sala. En ese empeño, uno de los vídeos cuestionados por las defensas era un malicioso corte y pega que mezclaba imágenes del cerco a la sede la CUP y de la manifestación frente a la sede la Conselleria d'Economia. Cuando arde Atlanta de 'Lo que el viento se llevó', lo que quemaba en verdad eran los viejos decorados de 'King Kong', nada menos que las columnas en que Fay Wray esperaba atada la llegada del colosal gorila. Digamos que Moreno, si algo tiene de Victor Fleming, es también la porción equivocada.

El abogado de Forn tratará de prevenir a Marchena, con un solo vídeo, de los riesgos de redefinir las fronteras de la rebelión como si fuera Mark Sykes o François George-Picot

La cuestión es que, con el paso de las horas, la sesión ha terminado por ser el Método Ludovico anunciado en la crónica del día anterior, ya saben, esa exhibición sin pausa de violencia a la que sometían al protagonista de 'La naranja mecánica'. Se pierde el norte. La prueba del algodón ha sido que a media tarde, en la sala de prensa del Tribunal Supremo, una colega ha recibido una llamada desde Barcelona, donde, algo despistados, preguntaban si lo que entonces se mostraba en pantalla, un señor con la cara ensangrentada, eran ya los vídeos de la defensa. Pues no.

El turno de las defensa es este miércoles y, ahora sí, llega el 'spoiler'. Se mostrarán vídeos miles de veces reproducidos en redes sociales. Uso y abuso de la fuerza. Entre ellos, no obstante, habrá un engaño. Lo aporta, cómo no, Javier Melero, abogado de Joaquim Forn. Es el único vídeo que lleva en la cartera. Su austeridad se agradece. Corresponde al choque entre jóvenes y policías durante una protesta estudiantil que nada tiene que ver con el 'procés'. La intención es clara. Si el Tribunal Supremo quiere redefinir las fronteras territoriales de la rebelión, la sentencia va a traer más cola que el acuerdo Sykes-Picot de la primera guerra mundial.